diciembre 01, 2025

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 Cabra, culta y poética 

Este blog pone a disposición de ustedes, en este formato digital, la revista en PDF "Cabra, culta y poética" que desde el mes de junio del pasado año 2023, estamos editando. Nos complace y nos congratula muchísimo a todos los colaboradores, creer que nuestra revista contribuye de algún modo a la promoción de la cultura de nuestro pueblo.

La única pretensión del mismo es facilitar que los contenidos de la revista  puedan llegar a un mayor número de usuarios, sobre todo aquellos que usan las nuevas tecnologías. Nosotros procuraremos abarcar  el mayor número de campos culturales que nos sea posible: literatura, música, pintura, etc.

CONTENIDO:  

— EDITORIAL
—RELATOS DE HISTORIA

COLABORACIONES:

— RELATOS
— REFLEXIONES
— ENSAYOS
— TEATRO
— POESÍAS
— DIBUJOS
— LIBROS RECOMENDADOS
— FOTOS
— VIDEOS 

CONTACTO:

Email de contacto: cabracultaypoetica@gmail.com
https://cabramilenaria.blogspot.com

Edición y dirección: Antonio Fernández Álvarez
Diseño y Maquetación: Antonio Fernández Álvarez

Editorial

¡Bienvenidos a este nuevo número de la revista Cabra, culta y poética!

Desde la dirección, cada publicación es un reto que asumimos con el máximo rigor, siempre buscando ofrecer a nuestros lectores el contenido de mayor calidad y la mejor presentación para su visualización. No obstante, la realidad de una publicación independiente como la nuestra impone desafíos logísticos y económicos constantes.

Por ello, es imperativo iniciar estas líneas con un agradecimiento sincero y profundo a quienes son el verdadero pilar de nuestra continuidad: vosotros, colaboradores, que mes a mes enriquecéis estas páginas con vuestro talento y vuestros valiosos trabajos.

Pero también quiero dar las gracias a todos los que voluntariamente están dispuestos a ayudar a afrontar con éxito los costes de la edición de la revista en formato digital, que tanto gusta y sorprende por sus características específicas e innovadoras. Este apoyo económico inestimable supone y es, en esencia, una inversión en el diálogo cultural, en la libertad creativa y en la vitalidad de nuestro proyecto.
Vuestro incondicional compromiso y el mío nos permiten seguir trabajando con la única meta: servir a nuestra audiencia.

A vosotros y a nuestros lectores, que nos motivan con su constante interés, he de manifestaros mi gratitud por ser parte indispensable de este viaje compartido.

Nuestra, la revista está abierta para todos. Tanto si quieren participar en la misma enviándonos sus trabajos, como si nos quieren compartir su opinión, pueden hacerlo en el Email: cabracultaypoetica@gmail.com

Asimismo sugerirles que pueden ver nuestra revista entrando en el enlace: https://cabramilenaria.blogspot.com

La publicación de nuestra revista es mensual.

Vea en PDF nuestra revista, o si lo prefiere descárgela. AQUÍ

Véala también en formato revista digital, queda muy chula. ENTRE AQUÍ

Relatos de historia

 Enrique de Castilla y de Sousa
Por: Antonio Fernández Álvarez


En la revista del mes de septiembre del 2024 les hablaba de si pudo haber nacido en nuestro castillo Enrique II, en ese artículo les hablé de que teníamos la certeza de que quien había nacido era Enrique de Castilla, hijo ilegítimo de Enrique II con Juana de Sousa, pero nos surgía una duda a la par que escribíamos sobre Enrique II y su hijo en relación al condado de Cabra, si Enrique de Castilla fue Conde como unos historiadores afirman o Duque de Cabra como nos planteaba el historiador Manuel Nieto Cumplido en relación a lo que aparecía escrito en el Cancionero de Baena. Sin duda el tema es complejo pero les dejo algunas notas para que puedan seguir investigando quienes puedan estar interesados. Así mismo les amplío más información de:

Enrique de Castilla y de Sousa, conocido también como Enrique Enríquez, nació en el Castillo de Cabra el 14 de septiembre de 1377. Hijo ilegítimo de Enrique II de Castilla (El Trastámara) y de la dama cordobesa Juan de Sousa.

Para unos historiadores fue el Primer Conde de Cabra y Duque de Medina Sidonia y señor de Morón, Alcalá de Gazules, entre otros títulos nobiliarios.

De porqué nació en él, algunos historiadores dicen que es posible que el rey Enrique II pasara allí su «luna de miel» con Juana de Sousa y se trasladara aquí para mantenerla lejos de su familia, como ya había hecho su padre, Alfonso XI, con su amante Leonor de Guzmán, en el mismo lugar. Ya que está documentado que entre 1373 y 1377 las visitas de Enrique II a Juana eran especialmente prolongadas.

Enrique de Castilla falleció muy joven, sin descendencia. Tenía 27 años, corría el mes de noviembre de 1404. El hecho de que muriera sin descendencia, hizo que la historiografía le prestara muy escasa atención, ya que aunque hijo bastardo, de la familia real castellana pues por parte paterna era nieto de rey Alfonso XI de Castilla y de la dama Leonor de Guzmán, y por parte materna lo era de Vasco Alfonso de Sousa, que fue señor del Castillo Anzur y de Almenara y también alcalde mayor y justicia de Córdoba, y de María García Carrillo, sin duda había formado parte de la más elevada Grandeza de España.

Murió en Córdoba en su palacio del Duque de Medina Sidonia en la calle Rey Heredia de la ciudad, al haber fallecido sin dejar herederos todos sus señoríos volvieron a pertenecer a la corona.

Pero vayamos al tema que nos ocupa. El historiador Manuel Nieto Cumplido en base al poema 530 del Cancionero de Baena, afirma que en realidad el título ostentado por Enrique de Castilla fue el de duque de Cabra.

 

Les pongo el fragmento de dicho poema que pueden hallar en la página 594 del referido cancionero:

¿El duque de Cabra é el Almirante
 E otros muy grandes asás de Castilla,
Agora Ruy Dies que puso mansilla
Su muerte á las gentes en tal estante
Que la su grant fama fasta en Levante
Sonava en proesa é en toda bondat,
Que en esta grant corte lusie por verdat
Su noble meneo é gentil senblante?
 

Sin embargo en la página 699 de este cancionero perteneciente al apartado de Notas del mismo leemos:

“Pág. 594, oct. 1.a, verso 1.0

El Duque de Cabra é el Almirante.

No ha habido que sepamos ningún duque de Cabra. En la casa de Córdoba hubo un condado de este nombre, creado por el rey D. Enrique IV en 1455, en la persona de Don Diego Fernández de Córdoba. (Véase á Alonso López de Haro, Nobiliario de los Reyes y Títulos de España, t. 1, pág. 357.) En cuanto al Almirante, no puede ser otro que D. Alonso Enríquez, que murió en 1429, o su hijo Don Fadrique, sucesor suyo en dicho cargo”.

Tenemos quienes afirman que el monarca  creó en 1380 el condado de Cabra y lo cedió a su hijo bastardo , nacido en el, adquiriendo el título de primer conde. Y sabemos que tras su fallecimiento sin descendencia en 1404, el condado de Cabra y el ducado de Medina Sidonia, que también poseía volverían la Corona castellana.

Enrique IV medio siglo después resurgió por segunda vez el condado de Cabra (2 de noviembre de 1455) dándole el primer título de conde de Cabra  a Diego Fernández de Córdoba y Montemayor, quien era señor de Cabra desde 1439 y había ayudado al monarca en la contienda contra el Reino nazarí de Granada. 

Titular                                        Periodo

Primera creación por Enrique II de Castilla

I                       Enrique de Castilla                                                               1380-1404

Segunda creación por Enrique IV de Castilla

I                       Diego Fernández de Córdoba y Montemayor                    1455-1481 

Las villas de Cabra, Lucena y Aguilar de la Frontera le  habían pertenecido a Leonor de Guzmán, que fue la amante del rey Alfonso XI de Castilla y la abuela materna del duque Enrique. Y en el testamento que Enrique II de Castilla otorgó el día 29 de mayo de 1374, el monarca cedía el señorío de Medina-Sidonia, ​ que había pertenecido anteriormente a, a su hijo, que llegaría a ser, pero posteriormente el monarca modificó sus últimas voluntades y lo entregó a Enrique de Castilla, que era el hijo que había tenido con Juana de Sousa. ​ Y existen además múltiples documentos que prueban irrefutablemente que Enrique de Castilla ostentó el título de duque de Medina Sidonia.

Igualmente habría pasado con el título de Duque de Medina Sidonia que resurgió Juan II de Castilla y que otorgó a Juan Alonso Pérez de Guzmán III conde de Niebla, el 17 de febrero de 1445, como premio a los servicios a la corona de su linaje, que había fundado Guzmán el Bueno.

Titular                                        Periodo

Primera creación por Enrique II de Castilla

I                       Enrique de Castilla                                                               1394-1404

Segunda creación por Juan II de Castilla

I                       Juan Alonso Pérez de Guzmán                                            1455-1481 

Indiscutiblemente llegamos al mismo dilema, unos historiadores se decantarán por una u otra versión de los hechos. Yo aquí solo les muestro lo que voy conociendo por mis lecturas, porque sin duda leyendo, aprendemos, viajamos sin movernos, vivimos otras vidas, nos hacemos amigos de desconocidos, y a mí personalmente me satisface más que cualquier otra cosa.

Y aquí lo voy a dejar, no sin antes darles las gracias a todos aquellos que me siguen y leen esta o cualesquiera sección de nuestra revista.

Miguel Blancas Calzado

 



José Cobo Puerto







VIDA Y ANÉCDOTAS

(Tercera parte)


7 de mayo 1988 —Gran velada flamenca organizada por la Romería de Hortelanos. Actuaron: Antonio Jiménez Guijarro, Manuel Lama, José Cobo, Fernando Asensio, Tomás Pavón y Fernando Urbano.

20 de agosto —Festival Flamenco pro-trono del Cristo de la Sentencia Actuando: José Cobo, Tomás Pavón, Pepe Pavón, Fernando Urbano, Manuel Lama, Fernando Asensio, José Córdoba y Nati Carrillo. Al baile Nieves Camacho y su grupo de la Escuela de Concha Calero. Guitarras Manuel y Eduardo Flores, Juan Carmona. Presentó Juan Moreno Rosa.

5 de febrero 1989 —Velada Flamenca en el restaurante de la Fuente de las Piedras, organizada por el Hermano Mayor de la Soledad, para recaudar fondos para su lucimiento en la Semana Santa.   Presentado   por  Antonio Salido. Actuando: José Cobo, Tomás Pavón, Pepe Pavón, José Córdoba, Fernando Asensio y Manuel Lama.

24 de febrero 1989 —Homenaje a Radio Nacional de España de Cabra, en el Centro Filarmónico. Cantando: José Cobo, Manuel Lama, Tomás Pavón y Alfredo Martínez. 

3 de marzo 1989 —XXV Aniversario de la Cofradía del Socorro. Actuaron: Carmen Jurado de Luque, Chari Lama de Cabra, Manuel Lama, Tomás Pavón, Francisco Baena (Frasquito de Puente Genil), José Cobo, José Moreno de Aguilar y Fernando de la Rosa.

25 de noviembre 1989 —Homenaje a los Pensionistas. Actuaron: Manuel Lama, José Cobo, Tomás Pavón, Francisco Luque, los hermanos Córdoba, Porras y sus timbales, Beatriz Molina, el Ballet de Carmen de la Rambla. Con la guitarra de Ramón Carmona “Carmonilla”.

1 de junio 1991 —Homenaje a Cayetano Muriel “El Niño de Cabra”, en la inauguración de su busto en la Glorieta que tiene dedicada en el Paseo Alcántara Romero. A la que asistieron cantaores de la talla de “Fosforito”, Curro Malena, Luis de Córdoba, Chano Lobato, Juana la del Revuelo, “El Peque”, Inmaculada Aguilar, Adolfo Molina, Paco Carmona y José Cobo Puerto.

25 de diciembre 1991 —En una reunión celebrada por la Peña Flamenca, se pensó y se organizó unos Mochileros, para que salieran este día, fue pensado y ejecutado. Saliendo por las calles de Cabra, ataviados con sus azaleas y demás vestimenta. Montados en su mulo y burro, también enjaezados para el momento, el Rubio Montilla y José Cobo, Manuel Polo y Antonio Chirana, el que se cuidó de prepararlo todo y en tan poco tiempo. Fue la persona más decidida y servicial, un gran éxito como  se puede comprobar en la foto.

9 de mayo 1992 —Gran Noche Flamenca en Cabra. Lugar Círculo de la Amistad, homenaje de los cantaores locales, a Cayetano Muriel “El Niño de Cabra” en el 45º aniversario de su muerte. Y la presentación de la I Romería de la Peña Flamenca. Cantaron: José Cobo, Tomás Pavón, Pepe Pavón, Vicente Alcántara, José Barrano (hijo), Alfredo Martínez, Fernando de la Rosa, José Córdoba, Fernando Urbano, Manuel Lama, Francisco Castro “el Castreño”, Toni Jurado, Fernando Asensio, Manuel Jiménez “Marcial” y José Gersol de Jaén. Guitarristas: Rafael Corpas, Enrique Córdoba, Luis Vargas y Enrique Maldonado.


 2 de mayo 1993 —Inauguración por el Alcalde don José Calvo Poyato, de la remodelación de la Glorieta de Cayetano Muriel, poniéndole la locería donada por la Sra. Dolores Gutiérrez “Piedras Gutiérrez”, acompañado de los componentes de la Peña. Varios cantaores dieron un recital como Rafael Ordóñez, José Cobo, Tomás Pavón y Fernando Urbano. Guitarrista Manuel Flores de Córdoba.

12 de marzo 1994 —50º Aniversario de la Agrupación de Cofradías, “La Saeta” por la Hermandad de Sto. Cristo de la Expiración, con Manuel Lama, José Cobo, Tomás Pavón, Antonio Castillo, Fernando de la Rosa, Alfredo Martínez, José María Barranco (hijo), y Fernando Urbano.

5-6-7 de septiembre 1994 —Patio de Cristales de Instituto Aguilar y Eslava, por primera vez, Exposición de la vida y obra de Cayetano Muriel “El Niño de Cabra” de Manuel Camacho Aranda, asistiendo las autoridades locales. Pasaron todos los Colegios de Cabra y Manuel Camacho les explicaba el contenido de la Obra. El último día hubo una conferencia del Presidente de la Federación de Peñas Flamencas y cantaron: Tomás Pavón,

José Cobo, “El Pele” de Córdoba, José Córdoba, Rafael Ordóñez, al baile Inmaculada Aguilar.

25 de marzo de 1995 —Homenaje póstumo a Tomás Pavón por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración, le dedicaron sus cantes: Manuel Lama, José Cobo, Antonio Castillo, Manuel García, Fernando de la Rosa, Alfredo Martínez, José María Barranco y Fernando Urbano. Presentó Eustasio Moreno. 

1 de marzo 1997 —Homenaje a José Cobo por la Hermandad y Cofradía del Cristo de la Expiración, Saeteros que le acompañaron: Manuel Lama, Antonio Castillo, José María Barranco, Fernando de la Rosa, Alfredo Martínez, Manuel García y el homenajeado José Cobo Puerto “El Niño de la Fuente de las Piedras”.

Antonio Fernández Álvarez (Escribidor de sueños)

 



Entrevista sui generis







Una tarde con Antonio Esquivias 

Hoy quiero descubrirme ante todo un señor: Antonio Esquivias, un hombre que me ha encantado por su profunda sencillez y su inmensa humildad.

El pasado 28 de octubre de 2018, durante la tercera edición de South Manga, celebrada en Montilla (Córdoba), tuve el privilegio de compartir una tarde con esta reconocida figura. Pude atestiguar que, a pesar del cansancio generado por la marea de gente, Antonio nunca tuvo ni un mal gesto ni una mala cara para los jóvenes que se acercaban a pedirle un autógrafo o una foto. De hecho, su generosidad era tal que no tenían ni que pedírselo: él gustosamente interpretaba las voces, como la del actor secundario Bob, entusiasmando a todos los que le rodeaban.

Su voz es, hoy por hoy, inmediatamente reconocible por una serie que lleva veintiocho temporadas y que nos acompaña los 365 días del año en nuestras casas: la voz del inolvidable «actor secundario Bob» de «Los Simpson». Antonio comentó que este personaje le aporta mucho como actor por las divertidas transiciones que realiza, pasando de la dulzura fingida a la malicia pura.

Transición vocal que realiza con «Bob»

—¿Cuantos niños? (cara de bueno del dibujo)

—Me encantan los niños. (cara de bueno del dibujo)

—¡Como me gustan los niños! (cara de bueno del dibujo)

¡Hola Bart! (cara de malo)

Sin embargo, su carrera se sostiene sobre una dualidad fundamental. Si bien el criminal de Springfield le da la popularidad actual, Antonio es también la voz del icónico Dr. Frasier Crane, al doblar a Kelsey Grammer en la exitosa serie de televisión «Frasier».

El registro de su voz, principalmente grave y con carácter, le ha llevado a interpretar casi siempre papeles de malo. Es una divertida paradoja, la de ser el villano, que él mismo se toma con humor, señalando el hándicap que esto implica: o los matan o se mueren.

Además de actor de doblaje, Antonio imparte clases, y su consejo a los jóvenes fue contundente y lleno de experiencia. Para hacerse un hueco en este mundo, la voz no es lo más importante; lo crucial es ser actor y aprender bien la técnica. Una filosofía que él mismo aplica, animándoles a realizar cuantos cortos pudieran, pues lamentaba no haber potenciado más su faceta de actor fuera del atril. Esto explica su participación en series de éxito como «La que se avecina», «El ministerio del tiempo» o «Cuéntame».

Finalmente, me sorprendió su comentario sobre el futuro. Entre risas, Antonio compartió su opinión de que el doblaje podría desaparecer de este país ante la creciente idea de ver películas en versión original para "aprender inglés". Eso sí, aseguró que, debido a la edad, ni él ni yo veríamos ese cambio.

Una tarde, un personaje memorable, y toda una lección de sencillez, humildad y profesionalidad. Gracias, por aceptarme como amigo y por una tarde inolvidable.

José Fernández Álvarez (JotaEfeA)

 



RESEÑA DE LA NOVELA:







El Juicio del agua 

Son muchos los ingredientes que Juan Francisco Ferrándiz ha puesto en esta novela, pero muy bien colados y en su justa medida para dar cuenta, por una parte, de las tropelías que se desarrollaban en aquella época y por otra de la historia del Derecho, así con mayúsculas, aquel Derecho romano al que se hubo de retornar para avanzar como civilización.

Entre aquellos componentes: una iglesia que se posiciona por encima del rey, una nobleza que se cree ama y señora de todo, una época marcada por la infamia y la superstición, el uso y abuso de privilegios por parte de los señores feudales sometiendo a sus siervos. En fin, nos sumergiremos en aguas tormentosas con intrigas, conspiraciones, aventuras, misterios, secretos familiares, odios, celos, venganzas y amor, claro que amor, ¿no es eso acaso lo que dicen que mueve al mundo? Amor filial, amor al prójimo, amor carnal, pero también amor a la especie humana, tanto como para luchar en su favor, por su evolución positiva, borrando costumbres denigrantes y acercándose a los derechos humanos, a la vida, a la igualdad como personas y ante todas las personas.

Ese será el quehacer del protagonista Robert de Tramontana a lo largo de casi toda la novela, después de que naciera al conocimiento de lo que de pequeño hubo de padecer siendo objeto de una de aquellas ordalías que se realizaban como acto de determinación de “justicia” de Dios, donde unos pequeños de apenas meses de edad sufrirían en sus carnes (porque los dos sufrían, sí o sí), las heladas temperaturas de una gélida poza de agua adonde irían a parar sus débiles cuerpecitos. Pero he ahí que se esperaba con ello que la divina justicia del supremo hacedor diera la razón a aquella familia cuyo infante no emergiera. Sí, ganaba el que no emergiera. Ello significaba que el agua aceptaba al ganador y rechazaba al perdedor de la lid que las familias se traían entre sí. Así comienza la novela, con este cruel relato, que hará que Robert emprenda una lucha con los ojos puestos, con el objeto de alcanzar la abolición de estos crueles tormentos, de aquellos “juicios” sin sentido. Sus pasos hacia la renovación, en busca de lo justo, de otra justicia más humana, con acercamiento a la igualdad y alejamiento de las supersticiones, lo guiarán hacia el Derecho Romano.

En aquella fría poza también hubo otra criatura, Blanca Corviu, la que no emergió. Aquella agua que los abrazó durante unos instantes de crueldad, les otorgó una unión especial e inquebrantable. Durante  muchas  páginas  de  la novela habrán de volver a encontrarse y conocerán que tarde o temprano el abrazo en el líquido elemento acabaría uniéndolos como hombre y mujer y en la misma lucha por una justicia sin ordalías.

Así las cosas, con ansia de saber si el uno alcanzará su meta y cómo la otra colaborará con el uno, se sumerge el lector en un relato de aventuras donde los Tramontana y los Corviu seguirán siendo protagonistas de otros enfrentamientos, de grandes aventuras. El autor Juan Francisco Ferrándiz nos traerá y nos llevará de Barcelona a Bolonia, a Lérida, a Jaca, a León, y el lector, ávido de comprender y de aprender leyendo cuanto de leyes es relatado, se deja “zarandear” con los mejores vientos, los de una novela con profusa y exhaustiva documentación, viendo y viviendo los hechos históricos y los ficticios que el autor va pintando página a página, capítulo a capítulo.

Aun cuando son muchos los personajes referidos en la novela: señores feudales, siervos, sarracenos, judíos, juglares, maestros, estudiantes, todos están lo suficientemente matizados y definidos como para que el lector los conozca incluso por lo que dicen casi sin referencia al mismo, tal es el grado de caracterización y presentación de dichos personajes en las distintas escenas.

No voy a contar mucho de lo que ocurre en la novela. Para un acercamiento a los hechos a más de lo antes citado respecto a la ordalía, está la sinopsis en la contraportada de la novela. Antes bien me gusta expresarme siempre en qué me ha aportado la novela y tengo que decir en primer lugar que muchísimo respecto al mundo del derecho aún con los latinismos, mejor aún, por la abundancia de latinismos pues aportan la pertinente etimología para mejor comprensión.

Me ha encantado la estructura lineal: una introducción y seis partes con sus respectivos títulos: La promesa, La iniciación, Una nueva ley, Alma mater studiorum, El regreso y Paz y tregua, que se complementa con un Epílogo y una Nota del autor de lo más reflexiva y clarificadora.

Por todo lo dicho y sin duda, por lo que me callo, por aquello de no aventurar lo que no ha de contarse, me atrevo a recomendarla a todo lector de novela histórica porque además de disfrutar de una exquisita narrativa, de prosa ágil, sencilla pero nítida, aprenderá sin conocimientos previos, mucho en relación con el mundo del derecho. Yo, por mi parte, lo único que lamento es no haberla leído antes, cuando la tenía en mi biblioteca desde la fecha de su publicación.

Por último, quiero destacar algunas de las muchas “sentencias” que he subrayado a lo largo de la novela y que invitan a reflexionar:

· A veces Dios entrelaza los destinos de un modo extraño. (Pág.130)

· Los tribunales deberán juzgar en consideración siempre a las pruebas bien fundadas. (Pág. 227)

· Dejemos las batallas judiciales y hagamos perquisición. (Pág. 237)

· Allá donde vayas ama, y que el sendero de estrellas te señale la ruta. (Pág. 244)

· La justicia se emancipó de la fuerza bruta. (Pág. 251)

· El mal siempre existirá, pero hay que repararlo mediante la justicia. (Pág. 251)

· La Ley es la voluntad común del pueblo (Pág. 295)

· Después de la Biblia y de la obra de Aristóteles, nada hay más trascendental para el pensamiento humano que el Corpus Iuris Civilis (Pág. 297)

· No hay peor oscuridad que dejar que cada uno [ ] decida por su cuenta… (Pág. 321)

· Sólo la iustitia y la aequitas pueden traer concordia (Pág. 383)

· BROCARDO: “La libertad es cosa inestimable” (Pág. 395)

· La paz da sed de futuro (Pág. 413)

· El ius commune es superior a toda ley porque no busca un culpable y un castigo, sino compensar y reparar el daño, y eso requiere razonar y ser ecuánime (Pág. 461)

· ¡No se puede jugar con Dios! (Pág. 491)

· La existencia humana podía verse desde muchos ángulos y ser igual de intensa desde todos ellos (Pág. 532)

· No había [hay] fuerza más imparable que el amor de una madre (Pág. 627)

- La libertad es nuestro estado genuino por derecho natural (Pág. 655)


Francisco Asís Granados Mellado (Paco Granados)

 



Asesinos en serie:





LUIS ALFREDO GARAVITO

 

Clasificación: asesino en serie.

Característica: violador.

Número de asesinatos: 172 o más.

Periodo de los asesinatos: 1992-1999.

Fecha detención: octubre de 1999.

Fecha nacimiento: 25 de enero del 1957.

Perfil de las víctimas: niños entre 8 y 16 años.

Forma de matar: con arma blanca.

¿Por dónde se movía?: Colombia, Ecuador.

Actualmente: condenado a cadena perpetúa desde el año 2000.

Luis Alfredo Garavito, confesó dejando sorprendidos a los jueces cuando dijo que había matado a 140 niños en 7 años, él también les habló que de pequeño había sido víctima de malos tratos por parte de su padre.

Garavito dijo:

“Pido perdón a Dios, a ustedes y a todos a quienes yo haya hecho sufrir, yo soy responsable de matar a esos niños entre 8 y 16 años de edad”.

¿Pero, porque este hombre llego a cometer tantos crímenes, quizás por sus problemas de alcohol, quizás por pasar por dos hospitales psiquiátricos, o tal vez por su infancia atormentada?...

 Luis Alfredo era el mayor de sus hermanos, sus padres Manuel Antonio y rosa delia formaban una familia de siete hijos, pero en esta familia se implantó el odio y la violencia donde el padre pegaba palizas constantes al pequeño Garavito.

En 1969 dos hombres cogieron brutalmente a Garavito y lo violaron, el joven a partir de aquel hecho cargo con una secuela para siempre, era incapaz de eyacular… convirtiéndose en un chico retraído, muy agresivo, y dispuesto a declarar la guerra al mundo.

Muchos años después empezó a merodear las escuelas de su ciudad, donde entablaba amistad con los pequeños, este hombre delgado, con cejas pobladas y mirada penetrante, entablaba conversación con ellos, les preguntaba sus nombres, le regalaba dulces, caramelos, y los invitaba a dar un paseo…cuando esta bestia se aseguraba que no lo veía nadie, cogía a su pequeña víctima y los ataba, los desnudaba y con sus sucias manos los acariciaba por todo su cuerpo, los niños gritaban y lloraban, y él para sentirse más fuerte y poderoso se emborrachaba, una vez bebido los acuchillaba, los violaba y al final los degollaba.

Este especie de rito lo repitió al menos en 140 ocasiones según el declaro.

Garavito fue dejando victima allá por donde pasaba, hasta llego a pasar la frontera de su país, cometiendo asesinatos en, ecuador y Venezuela, es decir que Luis Alfredo Garavito era más temible que el famoso asesino londinense Jack el destripador que llego a matar a unas 30 mujeres, Garavito solo se le puede comparar con Herodes que mando matar a cientos de niños, de ahí se celebra el día de los santos inocentes.

Al principio los crímenes de este monstruo pasaban inadvertidos, hasta que ya empezaron a descubrir a cuerpos de niños en posición fecal, amarrados y con sus órganos cercenados, todos estaban desnudos y con heridas de arma blanca, “no había duda se trataba de un mismo asesino”.

En 1997, se intensificó la búsqueda y en poco tiempo hallaron 118 huesos y algunas prendas de los pequeños.

Seguir la pista de Garavito era tarea difícil, él se cambiaba de nombre y se hacía pasar por otras personas hasta de sacerdote.

El día de su detención hubo un golpe de suerte por parte de la policía, en un control a Garavito se le halló una mochila de lana color rosado y negro, en su interior había, unas gafas grandes oscuras, billetes de cambio, tiques de bus que confirmaban su paso por Urabá justo en el tiempo en que allí habían ocurrido varias desapariciones y muertes de niños, lo más contundente fue…que también llegaba dentro de la mochila unas cuerdas de nylon y una caja de vaselina. Después de estas pruebas, una fiscal lo interrogó, primero Garavito se mostró frio y tranquilo, pero tenía ya muchas pruebas en su contra.

Unos testigos lo vieron escapar cuando violaba a un niño, Luis Alfredo Garavito, se hizo elcojo pero los testigos lo identificaron por las grandes gafas.

Las autoridades no tenían dudas, estaban delante del psicópata más  temible de la historia de Colombia, y del mundo diría yo. Un hombre peligroso que finge emociones, se excita con el riesgo y le encanta la sensación de dominio.

Agotado por el cansancio y ante la contundencia de las pruebas, Alfredo Garavito decidió confesar a la fiscal María Lily Naranjo el asesinato de 140 niños.

La fiscalía lo acusaba de 114 asesinatos, Garavito aceptó haber cometido esos crímenes y sumó 26 asesinatos más, en el curso de la investigación se le sumaron 50 muertes más que el también aceptó, sumando un total de 190 víctimas.

Fue condenado a 1853 años que fueron reducidos a 40 años y tiene 48 condenas más que cumplir.

“practiqué ritos satánicos con los menores que asesine, lo hice a mi manera pero no quiero explicar cómo lo hice: yo hice un pacto con el diablo”.

“El satanás…me decía que los matara”.

Isabel Natalia García Ruiz

 


Cuando escasea la luz,
los lobos acechan





Sé que quizás es un poco desusado comenzar de esta manera, pero lo tengo que decir: con el dibujo que os traigo este mes he sentido mucho enfado, frustración y exasperación.

Ahora que estamos cerca del invierno, apenas hay luz natural. Aquí, en Escocia, amanece a las ocho de la mañana y anochece a las cuatro de la tarde. Pero para cuando estéis leyendo esto en diciembre, amanecerá a las nueve y anochecerá a las tres de la tarde; es el mes más oscuro. No sé si con decir esto comprenderéis de lo que hablo, pero para alguien que disfruta dibujar con luz natural es muy frustrante. Prácticamente no se ve la realidad de lo que se dibuja, y la luz amarilla artificial del interior de una casa no ayuda: cambia los colores y la percepción del dibujo. Y sí, por eso me enfadaba: porque, aunque era de día cuando dibujaba, la luz era escasa debido a los nublados.

Pensaréis que ahora mismo estoy usando este espacio para desahogarme, y no. Porque después de la frustración venía un pequeño ratito de alegría cuando una nube dejaba pasar un rayo de luz por mi ventana. Lo que quiero decir con esto es que, a veces, un proceso creativo no es maravilloso y agradable, aunque al artista le guste crear. Sí, estoy contenta con el resultado del dibujo, pero a veces pienso que se romantiza mucho este mundo, cuando muchas veces no es color, líneas y alegría. Uno disfruta, por supuesto, pero a veces la idea que quieres plasmar no sale, te equivocas en una línea o, como en mi caso, el ambiente no ayuda.

Ahora bien, ya que os he dado un toquecito de realidad, aquí va otro. Además, ya lo he mencionado al principio: es diciembre y estamos a oscuras. No me malinterpretéis: a pesar de que la falta de luz me frustre para dibujar, me gusta el hecho de que combatamos esta oscuridad con luces navideñas en las calles, árboles decorativos en las casas, velas, películas, libros, mantas y chocolate caliente. Dicho así, todo suena maravilloso.

Pero la oscuridad no solo trae a una artista frustrada acompañada de chocolate caliente, sino que también trae a los lobos. En diciembre, las presas escasean, por lo que los lobos se acercan más a los pueblos y los rebaños están más vulnerables. Por eso, diciembre para muchas culturas rurales es el inicio de la temporada de lobos, y es conocido como «el mes en que el lobo baja».

Esto hizo que se desarrollaran rituales, protecciones y remedios para proteger al ganado. Aquí es donde interviene el acónito. A pesar de ser una planta que florece en verano, su raíz y tallo conservan sus toxinas durante todo el invierno. De hecho, se decía que su poder aumentaba cuando la luz decrece. Para la herbología y la brujería popular, era una “hierba negra”, y además se puede encontrar en varias zonas montañosas de España.

El acónito también es conocido con el nombre de matalobos (wolfsbane en inglés, un término que quizás os suene más). Una de las maneras más comunes de utilizarlo en la antigüedad era preparar un ungüento con esta hierba negra para untarlo en las flechas que darían caza al lobo. En muchas historias se decía que la flecha que contenía acónito dormiría al lobo antes de matarlo, y que estos preparados además eran realizados por brujas.

Todo esto ha dado lugar a historias y mitos, como los de hombres lobo y cazadores que usaban esta planta para romper maldiciones. Además, ha inspirado la ilustración que os muestro finalmente, donde vemos a un lobo atravesado por el acónito, como si fuera la flecha impregnada de esta hierba. De esta manera, se unen la historia, el folclore y el simbolismo provocado por las noches largas, la oscuridad, el frío y un mundo rural rico en supersticiones.