agosto 01, 2023

Editorial == Revista nº 3 mes de agosto

 No hay dos sin tres. Llegados a este punto, podemos decir que iniciado el camino. Editamos ya el tercer número. Como decía Machado, se hace camino al andar.

Nos hemos marcado un nuevo objetivo, ver la revista en papel. Ojala podamos contar con publicidad o patrocinadores que estén dispuestos a ayudarnos a realizar este sueño.

Además cualquiera puede participar en la realización de la misma, para mejorar, su visualización.  Si estás interesado en participar  o colaborar con tu publicidad puedes contactar en nuestro correo:

EMAIL: cabracultaypoetica@gmail.com

No descartaremos a nadie. Solo hay que tener en cuenta que la revista no podrá tener contenido político, siendo esta la causa por lo que rechazaríamos aquello que se nos enviase. Por supuesto aquel contenido, xenófobo, racista o de cualquier índole que vulnere los derechos de las personas será rechazado y en su caso denunciado, si procediere.

Su publicación sería mensual.

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Si te quieres publicitar en ella puedes hacerlo enviándonos tu texto publicitario. Gratuito, solo admitimos donaciones voluntarias para el sostenimiento del trabajo de realización de la revista. En ningún momento se cobrará tarifa alguna y el tamaño de logo publicitario se adaptará a las necesidades de publicación de la revista.                                                                 

Relatos de Cabra

 Ermitas de Cabra                   Por:  Antonio Fernández Álvarez
                                                  (escribidor de sueños)

Viejas crónicas nos dicen que hubo en Cabra seis ermitas, dos dentro de la villa  y las otras cuatro cerca de ella y en su término, que son: San Sebastián, San Cristóbal, Santa Ana, Nuestra Señora de Belén, Nuestra Señora de la Sierra y Nuestra Señora de la Esperanza y San Marcos.

El historiador cordobés Luis María Ramírez y las Casas-Deza decía a mediados del siglo XIX, refiriéndose a las ermitas del término municipal de Cabra: “Fuera de la Villa están: Nuestra Señora de Belén, San Marcos y San Cristóbal de cuyas fundaciones no se sabe más sino que estaban fundadas en 1550”.

La ermita de San Sebastián estaba detrás del cementerio viejo, en una pequeña altura que hay a la derecha de la carretera Lucena. Hoy está totalmente desaparecida.

La ermita de San Cristóbal se localizaba en un cerro de 477 metros de altitud,  próxima a los caminos de Lucena y Rute. Antiguamente se decía misa en determinados días del año. Hoy es un cortijo privado. Si descendemos este cerro nos encontraremos en la laguna San Cristóbal. Laguna que recibe tal denominación por la ermita, así como el propio cerro es conocido por este nombre.

La ermita de Santa Ana. Sobre los restos de esta ermita del siglo XVI, se construyó un pequeño templo que nos es otro que la actual Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios.

La ermita de Nuestra Señora de Belén. A finales del siglo XIX y quizás principios del siglo XX aún estaba dicha ermita, que existió inmediata al puente llamado de Belén, fue construida en el año 1621, según consta en actas del Cabildo del mes de Junio de ese año. Hoy está totalmente desaparecida.

La ermita de Nuestra Señora de la Sierra, es el Santuario de la Virgen de la Sierra (Patrona de nuestra ciudad). Enclavado en la Sierra de Cabra en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Su construcción comenzó en el año 1260, sufriendo una gran remodelación en el año 1591 conservando prácticamente su estado actual de conservación.

De la antigua ermita de Nuestra Señora de la Esperanza y San Marcos no quedan vestigios de ellas, incluso la nueva ermita de San Marcos que se construye en 1740,  queda destruida totalmente en 1844.

Por completar este escrito habría que destacar también la ermita del Calvario  y la más alejada del Cabra, como es la ermita de la Esperanza.

La ermita del Calvario. Está en lo alto de un cerro, entre las carreteras de Baena y Nueva Carteya. Es de sólida construcción, y en el camino que conduce a ella, hay varias cruces de piedra.

Actualmente se ha restaurado.  En la Cuaresma se realiza un Vía Crucis donde el Cristo del Calvario es llevado hasta la Parroquia de la Soledad, desde donde hará su desfile procesional en Semana Santa junto con la imagen de Nuestra Señora del Rosario.

La ermita de la Esperanza se halla a unos catorce kilómetros de Cabra, se erigió en parroquia en 1735. Fue construida modestamente. A la espalda de esta ermita había un pequeño cementerio. Hoy está destruida.

Como final una curiosidad, que me comentaron cuando publiqué este artículo en Facebook. Me dicen: ¿Sabías que una antigua puerta de la ermita del Calvario miraba hacia la puerta de la ermita de San Cristóbal?

¡Sorprendente, verdad!

Pero ahí no acaba la cosa, igualmente me manifestaron que en realidad todas las ermitas de Cabra tenían una conexión de esta manera.

¿Vosotros que pensáis?

José Carlos Ortiz de Galisteo (Carlos Delg,)

Carlos Delg. / José Carlos Ortiz
 

Poemas de su libro
"Inquietudes del alma"


El amor

"EL AMOR no es una ofrenda 
hecha a una figura
de un pedestal cualquiera...

¡Él es por sí solo capaz...
de ocupar un espacio mucho mayor!...
Sutituyendo Catedral, culto y oración..
por enorme y seria entrega dual...
sin yugo ni sumisión...
entre dos personas...

¡Pero verdaderas y honestas!...

¡Una equilibrada convivencia!...

¡Sin más títeres ni exigencias terrenas!...

Siendo la religión...
de hasta los más escépticos...
eclépticos y agnósticos...
cuando éste llega!...

¡Y no sujeto al entendimiento externo!...                         

¡Ni falta... que lo sea..."


Entre tu corazón



“Entre tu corazón
y el mío…
hay ciertamente
un puente
que cruzar…
Un vado…
Un pequeño rio…

Que da
a un manantial
más grande…
más potente..
más vivo…
y fluido…

Y a un Océano…
Un mar…
de esperanza…
¡En el que juntos remar…
hasta la infinidad!…

¿Te animas conmigo…
a enfrentarlos?...                                                                                      





Francisco de Asís Granados Mellado (Paco Granados)

Paco Granados

 

LA MUERTE DE 
UN ÁNGEL








Mónica era una niña de diez años alegre, simpática, divertida y llena de vida. Su madre la llamaba mi pequeño Ángel, quizás porque tenía un rostro angelical, una sonrisa llena de ternura y una mirada dulce. Podría ser amor de madre, pero no, allí donde fuera Mónica trasmitía alegría y paz.

Un día como otro cualquiera, Sara la madre de Mónica, la llevó al colegio como siempre, pero Sara no sabía que ese sería el último día que vería a su pequeño Ángel. Sara llegó tarde a recogerla a causa del trabajo. Mónica no estaba donde solía esperarla y Sara entró al colegio y preguntó a su profesora por ella, pero esta le dijo que había salido con los demás compañeros como todos los días a esperar a sus padres. Sara empezó a ponerse nerviosa y salió corriendo hacia la calle pero seguía sin verla. Buscó por tiendas, portales, parques cercanos, pero nadie la había visto. Cogió su coche y comenzó a buscarla por todos lados. Volvió a su casa pensando que se pudiera haber marchado con alguna amiga. Pero al llegar a casa allí no estaba Mónica. Miró en su cuarto, y no había rastro de ella. Sara estaba desesperada, y comenzó a llamar a todas las madres del colegio, pero ninguna sabía nada. Sara se derrumbó y decidió llamar a su madre para contarle lo sucedido.

 Sara no tenía mucho apoyo, pues su madre vivía a 500km de distancia y su marido hacía dos años que había muerto en un accidente de trabajo. Llamó a la policía y respondió a la llamada Juan, el inspector de policía que intentó tranquilizarla para que no se preocupara. A lo mejor se había marchado con alguna amiga. Sara interrumpió a Juan y con voz temblorosa contestó que no, pues Mónica jamás se iba sin decirle a su madre donde iba y descartaba que se hubiera ido con alguna amiga, pues ya había buscado y preguntado por todos lados. El inspector colgó el teléfono y se fue directo hacia la casa de Sara. Al llegar a la casa, Sara le abrió la puerta bastante compungida. Comenzó a preguntarle para ver si podía tirar de algún hilo para encontrarla. Habían pasado diez horas desde que Mónica desapareció y Juan estaba organizando un grupo de personas para empezar a buscarla.  Sara empezó a tomarse tranquilizantes que el médico le había recetado para que pudiera dormir algo. Era una medicación muy fuerte y no tardó mucho en dormirse. Comenzó a tener sueños extraños. Veía a su marido consolándola y diciéndole que estuviera tranquila, pues Mónica estaba bien y él la estaba cuidando. Pudo ver a su hija acercándose hacia ella y dándole un beso. Rápidamente despertó de aquel sueño algo nerviosa. Al bajar al salón allí se encontraba Juan el inspector con el grupo de personas que saldrían a buscar a Mónica. Comenzaron la búsqueda. Estuvieron buscando durante horas, pero no encontraban a Mónica.

Cerca de allí había un pequeño bosque, y cuando ya llevaban varios kilómetros andando vieron una vieja cabaña que parecía estar abandonada.

Juan y un par de hombres decidieron entrar. Estaba todo derrumbado, parecía no haber nadie. Al salir de la cabaña escucharon un golpe que provenía del suelo. Se volvieron para mirar a ver si había una trampilla que los llevara a algún sótano. De pronto Juan encontró en el suelo una especie de aro, al tirar de él se abrió una compuerta. Había unas escaleras que llevaban a algún lugar. Al bajar se quedaron impactados, pues las paredes estaban llenas de símbolos escritos en sangre. Por el suelo había muchas calaveras y huesos. Parecía como si hubieran hecho un ritual satánico. Al adentrarse más en el lugar, les pareció ver que en el suelo había dos cuerpos sin vida. En el pecho tenían un símbolo tatuado, era la cruz invertida. Al mirar hacia el altar, una luz blanca les deslumbró. Juan corrió hacia la luz, y al acercarse quedó estremecido. Encima del altar se encontraba el cuerpo de Mónica que yacía muerto. Sara estuvo un buen rato esperando noticias de su hija, ya no podía más. Decidió entrar a la cabaña. En ese momento se acercaba Juan, que traía el cuerpo sin vida de su pequeño Ángel. Sara se desmayó al ver aquello. Los otros dos hombres seguían con el registro del sótano y dentro de él, encontraron una video cámara. En ese momento avisaron a Juan de aquello y le hicieron entrega del material que acaban de encontrar. Quién podría haber matado a aquellos hombres y a Mónica…

Juan llegó a comisaría y conectó la cámara al ordenador para ver que podía contener aquel aparato. Al darle al play, lo primero que vio fue a los dos hombres que llevaban a Mónica hacia el altar. Se veía como la ataban de pies y manos. Seguidamente comenzaban a hablar en un lenguaje un tanto difícil de entender. Uno de ellos comenzaba el ritual pronunciando unas palabras, a la vez que apretaba fuertemente el cuello de Mónica hasta asfixiarla y dejarla si vida. Juan lloraba de impotencia, a la vez que seguía viendo las imágenes. En el vídeo se apreciaba como aquellos dos hombres cogían un cuchillo y se disponían a sacarle el corazón a Mónica. De pronto una luz se abalanzó sobre ellos, empujándolos al suelo. De ellos salía un humo negro que se iba desvaneciendo por aquella sala. Aquella luz blanca comenzó a coger forma y se fue transformando en la silueta de un hombre, que se acercaba al cuerpo sin vida de Mónica. Al tocarla otra luz salió de ella. Parecía que el alma de Mónica ya había salido de allí. Las dos luces blancas se juntaron y desaparecieron. Cuando de pronto se vio una gran luz blanca que se abalanzo sobre ellos arrojándolos al suelo.

Sara se encontraba en su casa totalmente derrumbada, ya no le encontraba sentido a la vida. Se dirigió hasta su cochera, y cogiendo una cuerda la ató por los extremos de la viga que había y se colocó la soga en su cuello. Ya no podía más… En ese momento dos luces blancas salían del techo parándose en el suelo.

Aquellas luces fueron formando el cuerpo de su hija Mónica. Sara se quedó atónita al ver aquello. Era su hija muerta, la tenía delante. Mónica le habló pidiéndole que no lo hiciera…

-        “Mamá, no lo hagas, pues Dios no quiere eso para ti. Se fuerte, pronto estaremos juntas, pero si te suicidas jamás podremos volver a vernos. Yo cuidaré de ti, seré tú ángel. Te quiero mamá”

Desde entonces, Mónica se aparece a todas aquellas personas que por algún motivo deciden quitarse la vida e intenta ayudarles y así poder evitar que sean condenados por Satanás. Mónica ahora es un Ángel de Dios.                                    

Antonio Fernández Álvarez (Escribidor de Sueños)

Antonio Fernández
(escribidor de sueños)
 

Entrevista, charla con
José Luis "Pepe"
(BORDÓN 4)




José Luis "Pepe"
(Bordón 4)
Charlamos con nuestro paisano José Luis Porras Fernández. Nacido en Cabra en 1958.  Contaba con tan solo cuatro años, cuando sus padres para sacar adelante a sus tres hijos, que serían los mayores de  la prole que el matrimonio tuvo, emigraron a Barcelona. Una vez establecidos allí nacerían el resto de sus hermanos. El matrimonio tuvo un total de once hijos. Su padre trabajaba de conductor de autobuses, y él mismo con catorce años ya empezó a trabajar. Llegó a ejercer de mecánico tornero.

Es la voz característica desde sus inicios del grupo Bordón 4. Un grupo de música  que en el año 1978 fue un referente de la canción española en nuestro país.

Y es que la música de este grupo encantaba, porque era especial, envolvente, romántica, cautivadora y de un estilo original y propio.

Como original y propio lo es también en nombre de grupo. Bordón es la sexta cuerda de la guitarra española. En un principio quisieron llamarse Sonanta (“guitarra” en caló). Terminaron decantándose por el nombre que les catapultó a la fama.

Después de muchos años de ensayos en 1976 arrancan su carrera musical en Barcelona. De esta manera, Antonio Sánchez “El rubio” (de Las Cabezas de San Juan), Antonio Platero “Toni” (de padres malagueños), José María Rodríguez (de Almonte) y José Luis “Pepe”, nuestro paisano, ven nacer el sueño que ha marcado toda su adolescencia. La oportunidad les llega de la mano del sello Ariola.

Emi Odeon, se fija en estos cuatro jóvenes y con este sello discográfico. En 1981 en el Parque de Atracciones de Madrid, retransmitido a nivel nacional ganaron el primer Certamen de la Canción Popular Española, esto les otorgó bastante popularidad, el éxito más conocido por todos fue “Qué cara más bonita”

Han trabajado con varios sellos discográficos a lo largo de su carrera, habiendo publicado en total veintitrés discos.

Sus canciones son universales dirigidas a todas las clases sociales, llenas de humanidad y sentimiento. Y es que, Bordón 4, nunca ha estado encasillado con un estilo: son sus historias contadas a través de canciones llenas de fuerza y pasión, con un alto grado de calidad y un alto nivel musical. Siendo una fuente de inspiración para grupos como Estopa.

En este punto Pepe me comenta que Alejandro Sanz llegó a decir que en sus comienzos se inspiraba escuchando la música de Triana, Paco de Lucía y Bordón 4

En el 2009 Bordón 4 tras haber hecho un parón de 6 años aunque siguieron muy vinculados al mundo de la música reaparecieron.

La primera pregunta obligada es:

Pregunta -¿Cómo se formó la banda y cuál fue vuestra historia?

Respuesta -En mi barrio en San Adrián del Besós cuando mi padre me compró una guitarra, cantaba temas de los Amaya para pasar el rato. Conocí a Antonio Sánchez “el rubio”, Antonio Platero “Toni” y a José María Rodríguez hicimos una maqueta que  pagamos nosotros mismos y ahí comenzó nuestra andadura. 

Pregunta -¿Cuáles eran vuestras principales influencias musicales?

Respuesta -Lole y Manuel, Triana, Paco de Lucía, los Amaya, Los Chichos

Pregunta -¿Cómo describirías vuestro estilo y sonido musical?

Respuesta -Nunca nos ha gustado que nos llamasen grupo rumbero, entendemos nuestra música como baladas flamencas sin perder nuestras raíces.

Pregunta -¿Cuál es el proceso creativo que utilizabais para componer vuestras canciones?

Respuesta -Cantamos aquello que vivimos o sentimos, nuestras canciones son románticas, y nos tocaban la fibra al cantar a nuestra tierra. Ay de mi tierra, o Golpes de taberna, temas compuestos por nosotros son una muestra de esto que te digo. Además de temas de latente realidad como la canción: rosa de abril y de mayo

Pregunta -¿Qué opinas sobe la escena musical actual?

Respuesta -La juventud actual tiene tantos escaparates para dar a conocer sus trabajos que eso era impensable en nuestro tiempo. Pero la música que se hace hoy no parece que las letras nos lleguen al alma como lo hacía cualquiera música de nuestra época sea cual fuere su estilo. Los Ángeles, Formula V, Miguel Gallardo, Camilo Sexto, Lorenzo de Santamaría y aquí lo vamos a dejar porque nos dejaríamos a muchos atrás

Pregunta -¿Qué desafío importante en la trayectoria de la banda os enfrentasteis y como lo superasteis?

Pregunta -La vida no suele ser fácil. ¿Llegar a la cima del panorama musical le ha costado algún sacrificio personal? 

Respuesta -¿Sacrificio? No, no. Hacíamos aquello que nos gustaba, y eso no suponía ningún sacrificio, claro  que  los  conciertos  sobre  todo en verano que era cuando nosotros mayormente trabajábamos nos alejaba de la familia pero nunca fue un sacrificio ya que como te he dicho quedaba más que compensado por hacer aquello que habíamos soñado.

Pregunta -Y para terminar, en la actualidad, Bordón 4 ¿qué recorrido tiene?

Respuesta -De aquellos cuatro jóvenes que empezamos en 1976 solo quedo yo. En la actualidad el grupo está formado por mi sobrino Antonio (con casi 20 años ya con el grupo) ambos procuramos mantener viva la esencia del grupo. Siendo uno de los grupos con más años sobre los escenarios de manera continua en el panorama musical español después de cuarenta y cinco años

apreciamos el cariño de la gente. (Esto lo pude comprobar, en nuestra charla en la terraza de una cafetería céntrica una chica joven se paró a saludar a Pepe y a pedirle si había subido algún tema nuevo a Tiktok).

Pregunta -¿Ha actuado alguna vez Bordón 4 en Cabra? 

Respuesta -En 1984 en la Feria de San Juan cuando se celebraba en “el campo de futbol chico” actuamos, además ese año fue un año extraordinario para nosotros, la verdad es que no pude disfrutar de estar en casa ya que rápidamente salimos para cantar en otro sitio (Huelva, creo que era).

Cierto es que hará unos ocho años se programó un cartel para un concierto en el Auditorio junto a La Húngara, los Chichos y Bordón 4. Nunca nos dijeron exactamente porque se suspendió pero no llegó a realizarse a pesar de que se había anunciado e incluso se hicieron los carteles publicitarios, en fin cosas que pasan. 

Ha sido un placer conocer a Pepe un enamorado de Cabra, que aunque se marchó con cuatro años, en cuanto se casó volvió a su tierra, de la cual se siente un apasionado y presume con orgullo haber llevado el nombre de Cabra a todos los lugares que ha actuado. Se emocionó contándome que él escribía las cartas que su madre mandaba a su abuela y ese lazo de unión con sus raíces, con su Cabra natal hizo que deseara volver y aquella idílica imagen de su tierra me asegura que no le ha defraudado.

Contar una charla de algo más de hora y media con Pepe, en solo unas líneas es realmente difícil, por su edad son tantas las vivencias que para cerrar este artículo contaré una anécdota de un amigo de su infancia. Pepe, ilusionado con la música y centrado en su trabajo y conseguir realizar sus sueños, en su memoria permanece el recuerdo de Ángel un amigo de su infancia de su barrio un amigo que cuando cantaba en la calle en su barrio del Besós solía acompañarle y ciertamente lo hacía bastante bien. Pero un mal día apareció por el barrio “El Vaquilla” un tristemente famoso delincuente, era apenas un crío que ponía dos ladrillos para llegar con los pies a los pedales de los coches que robaba. Un delincuente que simbolizó la generación perdida por la heroína. Ángel y “El Vaquilla” entablaron amistad, años más tarde, su amigo Ángel sería tristemente conocido como “El Torete” un delincuente que protagonizó la trilogía de Perros Callejeros. Ángel pidió a su amigo Pepe que su grupo Bordón 4 realizara la banda sonora de su última película.

Y como colofón final les pongo los enlaces de algunos de los temas que hemos mencionado en el artículo. Y algunas fotos de los integrantes del grupo en diferentes etapas

Bordon 4 - Qué cara más bonita - YouTube Music

Ay de mi tierra (2015 Remastered Versión)                        Golpes de taberna

https://youtu.be/rGqP4T20410                                             https://youtu.be/VX17noHOzds


Fotos de Bordón 4

Bordón 4 en su primera etapa, cuatro son los componentes:

Antonio Sánchez “El rubio”, Antonio Platero “Toni”, José María Rodríguez y José Luis “Pepe”, nuestro paisano) Foto 1 y 2


FOTO 1









Bordón 4 en su segunda etapa

El grupo que en sus inicios tenía cuatro componentes, durante buena parte de los años 2000 fueron tres. Foto 3 y 4

FOTO 3


En la actualidad Pepe nuestro paisano, (la voz característica del grupo desde sus inicios) y Antonio, su sobrino con  casi  20  años con  el grupo son los componentes que mantienen viva la esencia de uno de los grupos con más años sobre los escenarios de manera continua en el panorama musical español y siguen haciendo disfrutar al público.





GRACIAS "PEPE"

José Fernández Álvarez (Jota Efe A)

José Fernández Álvarez 
(Jota Efe A)
 


"DIOS GUARDE A OSTE"       




Muchos hemos usado en alguna ocasión está fórmula de saludo y muchos empleamos esta u otras frases de salutación, las más de las veces, rutinaria o protocolariamente aun cuando quizá sin observar y/o atender tácitamente al hecho de que saludar a otros con el deseo de bendición individual o colectiva (buenos días nos dé Dios) es acaso expresión suprema de la solidaridad, virtud evangélica por antonomasia.

Fernando Díaz Plaja en su humorística obra “El español y los siete pecados capitales”, radiografía incomparable de los usos y costumbres de los españoles, nos dice que “la familiaridad de los españoles con la religión deja estupefactos a muchos extranjeros. Para empezar, el segundo mandamiento “no emplearás el nombre de Dios en vano” parece totalmente inútil al católico español, que casi nunca lo emplea de otra forma. Pero la confianza llega a más y los españoles usan la nomenclatura de la religión para las más profanas de las situaciones”.

La emigración latinoamericana ha traído a España el saludo directo de “¡Bendiciones!”. Bueno, lógicamente aceptable y similar en cuando al mismo deseo colectivo de atribuir a Dios la bondad del día que amanece o encomendarnos a Él para la jornada que nos vendrá por delante. Pero para nuestra cultura, más allá de la imparable incorporación de extranjerismos en todas las lenguas, siendo discutible su enriquecimiento o empobrecimiento, semejantes expresiones no cuelan ni con calzador, resultando más bien una burda banalización.

Atendiendo al objeto de este artículo-reflexión sin ánimo de catequizar (adoctrinar, evangelizar, predicar, convencer, persuadir, enseñar, instruir), me admira, como dice Beinhauer en su prólogo a El Español coloquial de Dámaso Alonso, “el número de expresiones que utilizamos en el habla coloquial” y en particular la cantidad de expresiones “religiosas”, que utilizamos, tan enraizadas en nuestras vidas, expresadas gratuita e ¿irreverentemente? O no, a lo mejor solo irreflexivamente. 

Y es que partiendo del sencillo “Buenos días”, tópico y típico donde los haya, incrementando hasta el “Buenos días nos dé Dios”, muletilla que puede sonar de cartilla de urbanidad, donde puede incluso percibirse cierta musicalidad, hasta “A la paz de Dios”, fórmula arcaica o más propia de ambientes campesinos, podemos encontrarnos con una gran cantidad de saludos y despedidas de carácter “religioso”, bien por su significado, por la intención del que las emplea o de alguna manera relacionados con lo espiritual, fruto del inmenso caudal de giros y formas que componen el lenguaje conversacional con el que nos comunicamos habitualmente. También se pueden incluir en tal relación las que se formulan con alguna profundidad piadosa, las que se pronuncian mecánicamente y, ¿por qué no?, las pretendidamente humorísticas mientras no rayen la blasfemia. 

Cierto es que en ocasiones los “Buenos días”, “Buenas tardes” o “Buenas noches” son proferidos como expresiones rituales habiendo perdido todo contenido religioso, expresando las más de las veces la calidad de la mañana, del atardecer o de la noche que se aproxima, esto es, afirmando que son espléndidos, al menos para quien así se lo dice a un interlocutor al que a lo mejor pueda parecerle todo lo contrario. A este respecto hay que añadir que este conjunto de palabras, admitido como pretendido saludo (a veces solo se usa el “Buenas” como salutación), es incluso sustituido según en qué ambientes y/o familiaridad por una simple elevación de la cabeza, de los ojos o de cualquiera de las manos. En definitiva, no siempre saludamos de la misma forma, ni a todas las personas por igual.

Y de los adioses, ¿qué decir? Está el simple “Adiós”, categórica despedida sin más pretensiones ni ostentación. Pero también el “Con Dios”, ya con marcada intención de carácter religioso; la más extensa y completa expresión “Adiós, hasta mañana, si Dios quiere”;  el “Ve con Dios” o el “Dios te guarde”.  Parece significativo que si en las locuciones de saludo se formulaba un deseo suplicatorio, en las de despedida se expresa la sumisión del hombre a la voluntad divina, o se invoca la protección de Dios. Pudiérase decir, un poco apurando, que en las despedidas hay un sentimiento quizás más profundo que en los saludos y que, cuanta más familiaridad nos una con quien o de quien nos despedimos, más se nos mueve el alma, asumiendo todo lo que de poético ello pueda suponer.

Pero no solo de saludos y despedidas vive el hombre en su relación con los de su especie. Y así, a lo largo de un día y según vayan surgiendo los acontecimientos de la jornada, proferimos una serie de tópicos también de carácter religioso de extraordinaria riqueza y variedad que nacen espontáneamente por fuerza del sentimiento.


Situémonos en ambiente: supongamos que nos ocurre un revés inesperado como por ejemplo que bajamos a la cochera, abrimos el coche (a distancia), nos sentamos en el lugar del piloto, nos 

se pueden incluir en tal relación las que se formulan con alguna profundidad piadosa, las que se pronuncian mecánicamente y, ¿por qué no?, las pretendidamente humorísticas mientras no rayen la blasfemia. 

Cierto es que en ocasiones los “Buenos días”, “Buenas tardes” o “Buenas noches” son proferidos como expresiones rituales habiendo perdido todo contenido religioso, expresando las más de las veces la calidad de la mañana, del atardecer o de la noche que se aproxima, esto es, afirmando que son espléndidos, al menos para quien así se lo dice a un interlocutor al que a lo mejor pueda parecerle todo lo contrario. A este respecto hay que añadir que este conjunto de palabras, admitido como pretendido saludo (a veces solo se usa el “Buenas” como salutación), es incluso sustituido según en qué ambientes y/o familiaridad por una simple elevación de la cabeza, de los ojos o de cualquiera de las manos. En definitiva, no siempre saludamos de la misma forma, ni a todas las personas por igual.

Y de los adioses, ¿qué decir? Está el simple “Adiós”, categórica despedida sin más pretensiones ni ostentación. Pero también el “Con Dios”, ya con marcada intención de carácter religioso; la más extensa y completa expresión “Adiós, hasta mañana, si Dios quiere”;  el “Ve con Dios” o el “Dios te guarde”.  Parece significativo que si en las locuciones de saludo se formulaba un deseo suplicatorio, en las de despedida se expresa la sumisión del hombre a la voluntad divina, o se invoca la protección de Dios. Pudiérase decir, un poco apurando, que en las despedidas hay un sentimiento quizás más profundo que en los saludos y que, cuanta más familiaridad nos una con quien o de quien nos despedimos, más se nos mueve el alma, asumiendo todo lo que de poético ello pueda suponer.

Pero no solo de saludos y despedidas vive el hombre en su relación con los de su especie. Y así, a lo largo de un día y según vayan surgiendo los acontecimientos de la jornada, proferimos una serie de tópicos también de carácter religioso de extraordinaria riqueza y variedad que nacen espontáneamente por fuerza del sentimiento.


Situémonos en ambiente: supongamos que nos ocurre un revés inesperado como por ejemplo que bajamos a la cochera, abrimos el coche (a distancia), nos sentamos en el lugar del piloto, nos ponemos

el cinturón de seguridad, colocamos la llave en su lugar correspondiente y, ¡Adiós!, el coche no arranca. Pues eso ¡Adiós! o ¡Vaya por Dios!, esta última como más de resignación, la primera de fastidio o “cabreo”. Y eso si no decimos un ¡Por Dios, otra vez al taller! o ¡La Virgen!,  expresado como una jaculatoria sólo en el mejor de los casos. Otras veces, según devoción o estado de ánimo se acompaña al nombre de la Virgen alguna advocación de lugar o de especial veneración: ¡Virgen Santísima!, ¡Virgen de la Sierra! o ¡Anda, la Virgen, pero si no tiene gasolina! A veces, quizá las más de las veces, la expresión utilizada tiene un puntito de irreverencia, a lo mejor no catalogable como blasfemia pero sin duda mal sonante para según qué oídos y en todo caso empleada como para indicar mayor contrariedad: ¡Hostia! o ¡Anda, la hostia! Esta interjección tratada lingüísticamente de la manera oportuna suele también emplearse cuando la contrariedad ha consistido en un golpe dado o que se recibe, y en aumentativo: “hostiazo”. Ah, similar expresión se usa pero con un sentido más apreciativo o indicando calidad: ¡Eres la hostia!

Siguiendo con un día cualquiera, al llegar al trabajo, por ejemplo, las gestiones realizadas a lo mejor no resultan todo lo correctas que debieran y observado el craso error cometido, ¡Santo Dios, está mal la suma!, ¡Dios nos valga, toda la mañana y a empezar de nuevo!, ¡que Dios nos coja confesados, como se entere el jefe! Expresiones de admiración, que imploran salvación o protección no necesariamente todo lo pías que puedan parecer, pero ahí están y se usan.

Como se usa también a modo de exclamaciones interjectivas aquellas que pudiéramos decir de atribución por aquello del reforzado gramatical que produce la preposición: ¡por el amor de Dios!, ¡por todos los santos! (o ¡por todos los demonios!), ¡por la Virgen!, ¡por Dios, por Dios!

Por otra parte, cuando al compañero de al lado de nuestra mesa de trabajo le da por estornudar, ¿a quién no se le escapa un ¡Jesús!, o ¡Jesús, María y José!? tan tópicos y frecuentes en el lenguaje coloquial como un ¡Válgame Dios, otra vez! o ¡Bendito sea Dios, Bendito sea Dios!, cuando pudo ser peor y no fue. Pero es que incluso el demonio entra a formar parte con frecuencia en el lenguaje coloquial ya que con mucha facilidad enviamos algo ¡al infierno! si no nos favorece o pudiera perjudicarnos o simplemente por desprecio, o nos deshacemos de algo por fútil o intrascendente ¡qué demonio, ya no vale!

Cuando sobrellevar el trabajo por gravoso, complicado o difícil nos causa congoja y sufrimiento, a veces, claro, sin pensarlo, solo por decirlo, nos acogemos ha sagrado ya que es lo más socorrido y cómo no, tanto padecimiento nos hace exclamar: ¡qué cruz! Exagerado por supuesto, pero recurrente.

De aquellos que nos rodean o con quienes nos relacionamos durante un día, un solo día, no somos capaces de sustraernos de calificarlos por sus hechos, por su forma de hacer las cosas, por su aspecto, por su aura, o porque sí y, a nuestro parecer, fulanito ¡es un ángel!, menganito ¡es un demonio! y, a lo mejor zutanita ¡es un cielo!, depende.

La medida del tiempo, de alguna manera también se vincula a lo espiritual o religioso. Todo buen cocinero sabe o por lo menos habrá visto en alguna receta la sugerencia de dejar hervir tal o cual caldo o guiso durante el tiempo justo de rezar bien un padrenuestro, tres avemarías o un credo. Hay otras medidas o unidades de tiempo que empleamos a diario aunque no sea en la cocina, por ejemplo cuando referimos que algo quedará ejecutado en un santiamén. Es muy frecuente asimismo marcar un tiempo mayor (aun cuando sea desconocido) para indicar que algo quedará  o habrá de estar hasta que San Juan baje el dedo, o que esto o aquello perdurará hasta la eternidad. Y eso cuando no empleamos el latinismo per secula secularum, que para el caso es lo mismo que decir por los siglos de los siglos.

Juramos o prometemos e igualmente las referencias o tópicos religiosos son de lo más socorrido: Voto a Dios (arcaico, sí), para ponerlo como Testigo; haciendo la cruz con los dedos al tiempo que pronunciamos un “por ésta”, o “por todos los santos”. 

Comporta pues mucha riqueza este lenguaje coloquial unido al ingenio y sagacidad de quien lo usa, que aprovecha el sustrato religioso tradicional y/o distintas referencias litúrgicas (otra cosa es que las iglesias no se llenen). Pura imaginación del pueblo y la familiaridad con los elementos religiosos que dan pie a:

-       Ponerle a alguien un sobrenombre: bautizarlo

-       Tragar o aguantar lo indecible: comulgar con ruedas de molino

-       Estar constantemente de festejo y sin preocupación: ser un viva la Virgen

-       No escuchar atentamente al interlocutor: como quien oye misa

-       Tener una vida de apariencia plácida: vivir como un cura

-       Estar siempre de súplica: pedir más que un fraile

-       Estar muy aburridos y sin conversación: como en un velatorio

-       Ser malvado: ser un Caín

-       Sufrir en abundancia: pasar las de Caín

-       Al finalizar una faena: ¡Ea! Santas pascuas

-       Traicionar la amistad: dar el beso de Judas

-       Recurrir a algo en el último momento: acordarse de Santa Bárbara cuando truena

-       Andar despreocupado: fíate de la Virgen y no corras

-       Establecer un orden: primero la obligación y después la devoción

-       Estar en constante riesgo: tentar a Dios

-       El principio de algo o lo más grande: la Madre del Cordero

-       Ser excesivo en lágrimas: llorar como la Magdalena

-       Algo refinado y extenso: la Biblia en verso

-       Fastidiar grandemente a alguien: hacerle la Pascua

-       Hablar para nada porque no es aprovechado: predicar en el desierto

-       Exquisitez para el paladar: bocado de cardenal

-       Reprender grande y expresivamente: sermonear

-       Estar triste y compungido: vagar como alma en pena

-       Tener excesiva prisa: ir como alma que lleva el diablo

-       Complicarse una situación hasta el extremo: se armó la de Dios

-       Crearle problemas acuciantes a alguien: llevarle por la calle de la amargura

-       Confirmar titularidad para bien o para mal: a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga

-       Desear descrédito: maldita sea su estampa

-       Desear mala suerte o algún mal: permita Dios que...

-       Realizar una faena o un trabajo según norma: como Dios manda

-       Estar malherido, maltrecho o desaliñado: estar echo un Cristo

-       Ser muy tranquilo y paciente: tener más paciencia que el Santo Job

 Después de este acopio de tópicos religiosos solo espero que esta colaboración no resulte impía, pidiendo disculpas como se dice en Carnaval (que es cuando la empecé) si a alguien ofendí. Espero también no sea calificada en exceso de carácter pío, (la terminé en Cuaresma).

Y ahora sí, aun cuando al comienzo no sabía muy bien cómo plantearía el tema que ya termino, gracias a Dios, he llegado al último párrafo que reservo obviamente para la despedida: queden ustedes con Dios.

¿Hasta luego?

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA:

(1)   “Tópicos religiosos en el español coloquial”. RUBIO GONZÁLEZ LORENZO.

            Revista FOLCKORE, nº 23, año 1982

-       “Buenos días nos dé Dios”. MANUEL LÓPEZ.

            http://www.lupaprotestante.com/blog