Con Alas y Raíces
Calor abrasador, deslumbrante, el
mismo que incluso en la sombra tienes que entornar los ojos porque sigue siendo
cegador. La calima de Agosto. Es sólo pensarlo y creo que puedo sentir calidez
en la piel, aunque es cierto que no en todos los sitios podemos describirlo
así. Que me lo digan a mí, que de máxima he estado a 25 grados. Pero ojo, no me
quejo. Siempre he pensado que el verano estaba hecho para niños y gente
adinerada. Vacaciones, playa, piscina, helados y tumbonas. Si no tienes eso, el
verano se ve distinto ¿no crees?
Por cierto, hablando de niños,
ricos y vacaciones, o más bien dicho, ricos, agosto, Augusto y emperadores.
Vale, te he liado, o quizás no y ha funcionado mi manera de intentar desviarte
al imperio romano y a su primer emperador Cayo Julio César Augusto. Sí, el mes
de Agosto se nombró así por el nombre de éste, y una de las razones fue en
honor a que muchas de las victorias importantes ocurrieron en este mes.
Pero estas victorias no hubieran
ocurrido sin sus militares y sus expediciones. Éstas eran acompañadas de un
botánico civil. Aunque te extrañe no era inusual, colaboraciones así eran muy
apreciadas por los romanos para tener un conocimiento práctico de territorios
alejados.
Así que gracias a estas
expediciones y en especialmente en el mes de Agosto, no era de extrañar que
estos militares o mejor dicho, sus botánicos se toparan con flores como los
Gladiolos. Flor que aparte de ser muy bella es muy resistente a estos tipos de
climas calurosos. Su nombre significa espada (en latín “Gladius”) por su tallo
erguido y la forma afilada de sus hojas. Bueno, y tanto que se toparon con
ella, llegó a ser tan valorada que se le ofrecía a los gladiadores victoriosos
en relación con su símbolo de fuerza, honor y victoria.
Aunque en el imperio romano no
sólo se encontraba el Gladiolo asociado a estos luchadores. También contaban
con el águila con similares valores, aunque con una simbología de fuerza no
sólo física sino espiritual también, libertad y visión clara. Fue un símbolo
imperial, un animal solar que pertenece al cielo de verano. Así que fue marcada
como estandarte en legiones romanas.
Me parece bonito como estos dos
símbolos, que aparentemente a simple vista no los relacionaríamos entre sí,
tienen tanto en común en significado y valores. Como han representado y han
sido objeto de recompensa para luchadores. Los dos una representación de sol,
del calor, de ese brillo cegador que mencionábamos al inicio. Pero cada uno de
un mundo distinto, uno perteneciente a la tierra y otro al cielo.
Quizás te haya hecho el “lío” al
principio para poder explicarte esta historia. Pero pienso que es muy
importante saber las historias para poder comprender ciertas cosas. Los romanos
vieron todo eso, y quiero que vosotros también lo veáis. Así que os dejo con la
ilustración de este mes con un firme Gladiolo a modo de espada contrastada con
el águila feroz, pero libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario