![]() |
Paco Granados |
Me encontraba mal, no sé por qué esta noche no dormí bien, quizás tuve una pesadilla, pero no me acuerdo de mi sueño. Tengo una sensación como de rabia y tristeza, no sé, algo muy raro. Me ha venido de pronto un olor fatal, nauseabundo, no sé de donde vendrá. Hay muchas moscas, nunca había olido así ni había visto tantas en mi cuarto. Cerré la ventana e intenté matar todas las moscas que pude, pero parecía que si mataba a una, salían diez más, algo increíble, decidí bajar a mi salón y pedirle a mis padres el insecticida para acabar con ellas, lo cogí, subí y cuando entré a mi cuarto el olor y las moscas habían desaparecido. Me sentí aliviado, pero seguía con esa sensación de rabia y cabreo.
Bajé a desayunar, tenía un hambre
brutal, cuanto más comía más hambre tenía, mi madre se quedó extrañada ya que
yo no era de mucho comer, pero seguía y seguía.
Mi madre decidió quitar la comida del medio, no era normal la forma que
tenía de comer, me entró tanta rabia que me levanté y con solo tocar la mesa la
lancé por los aires con una fuerza nada común en mí. ¡Dios! ¿Qué me pasa?, esto
ya me está asustando. Me subí a mi cuarto a ver si se me pasaba toda la rabia
que tenía dentro, tenía miedo de perder el control y hacerle daño a mis padres.
Al cabo de una hora mis padres subieron a ver cómo me encontraba, pero yo iba a
peor, el mal genio iba a más. Volvió el mal olor y las moscas, muchas más que
antes, pero ya no me afectaba al
contrario, me encontraba bien con aquel ambiente. Mi padre entró a mi
habitación y para su sorpresa lo vio todo destrozado, y miles de moscas
alrededor mío, lo miré y le dije:
-”¿Te gusta papá?”
Mi padre se quedó blanco y rápidamente cerró
la puerta lleno de terror, mi madre le preguntó.
- ¿Qué pasa?
- “no sé cariño, pero el que está ahí dentro
no es nuestro hijo, su voz, su voz, es como de otro mundo”.
Ya caía la noche, y mis padres no
sabían qué hacer, escuchaban ruidos extraños que salían de mi habitación.
Cuando más se asustaron fue cuando yo empecé a aullar como un lobo furioso, el
sonido era aterrador, ahí ya se asustaron tanto que decidieron llamar a un
amigo suyo que era sacerdote a ver si él les podía dar una explicación de
aquello, y ayudarles. El sacerdote era el padre Fran, era experto en exorcismos
y en demonios, conocía a todos.
El padre Fran acudió rápido a la
llamada de la familia, se presentó con dos sacerdotes más por si hiciera falta
que lo ayudaran, no sabía a lo que se podría enfrentar. Subieron a la
habitación, entraron y el olor era insoportable y muchísimas moscas, pero no me
veían, miraron por todos lados, cuando de pronto me tiré sobre ellos
insultándolos y agrediéndolos. Los tres no podían conmigo, una vez que me
pudieron reducir y atar a la cama les dije:
-“Hola padre Fran, te estaba esperando”.
Pero mi voz no era mi voz, era una voz
demoníaca. El padre empezó a rezar, y a mí cada vez me daba más rabia. Empecé a
gritarle y aullarle, por mi boca salieron miles de moscas dirigidas al padre.
Los otros dos sacerdotes me sujetaban, las cuerdas no eran suficientes por mi
fuerza, mientras, el padre Fran me echaba agua bendita y rezaba una y otra vez,
yo quedé tranquilo, cansado, y me dormí. Mientras los dos sacerdotes velaban
por mí, el padre Fran salió a hablar con mis padres, para comentarles lo que me
pasaba.
Les dijo que yo estaba poseído por
tres demonios de los más jerárquicos de la cadena de demonios, mis padres se
quedaron sin palabras y comentaron que como habría sido eso posible, pero el
padre no les pudo dar explicación, lo único que les comentó fue que los
demonios que yo tenía eran estos:
-Astarot: Tesorero General de los Infiernos.
Es el Diablo de la Posesión. Se presenta a caballo de un dragón horripilante y
blandiendo una víbora a modo de cetro;
su mal olor es insoportable. Belcebú: El Señor de las Moscas. Maestro de la
calumnia y la gula. Portador de una enorme
sabiduría. Se sienta sobre un trono con la frente ceñida por una banda
de fuego. Aúlla como un lobo y vomita llamas. Ammón. El Demonio de la Fuerza y
la Violencia. Señor de los Bosques. Toma la forma de un lobo negro y sólo
aparece de noche.
El padre Fran les dijo que nunca se había
enfrentado a un caso igual, que lo iba a intentar pero no sabía qué resultado
tendría. Volvió a subir a la habitación, y cuando entró, se encontró a los dos
sacerdotes completamente quemados pero yo seguía atado, el padre cogió su
biblia rápidamente y empezó a rezar, yo lo miraba y me reía
-“¿crees que un simple mortal puede con nosotros?“, y más reía.
El padre empezó a echarme agua
bendita, los demonios dentro de mí se retorcían. Empecé a blasfemar y escupir
fuego, de pronto mis ojos eran completamente negros y mi lengua se hizo bífida
como la serpientes, mi fuerza, era cada vez más grande, me sentía poderoso,
cuando sin saber de dónde, apareció una gran serpiente que se lanzó sobre el
padre Fran asfixiándolo hasta la muerte y luego se lo comió, yo sonreí al ver
mi victoria, y caí desplomado a la cama.
Desperté al poco tiempo y bajé al
salón donde estaban mis padres, mi madre me vio y se lanzó en busca mía
besándome y abrazándome diciendo:
-gracias dios, lo has salvado gracias”.
Yo la miré y sin decir palabra le sonreí, mi
padre preguntó por los sacerdotes, yo le dije que estaban arriba y que no
tardarían en bajar. Cuando, de repente, mis padres empezaron a oler
ese olor que no les dejaba respirar, y
cientos, miles de moscas se lanzaron sobre ellos causándoles la muerte.
Desde aquel día me buscan por
asesinato múltiple y nadie sabe dónde estoy.
¿QUIERES SABERLO TÚ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario