noviembre 01, 2023

Editorial == Revista nº 6 mes de noviembre

Es el número 6 el primer número perfecto. Así llamó Euclides al número 6 por ser igual a la suma de sus divisores (1, 2 y 3).  En lo espiritual el número 6 se interpreta como el signo del amor puro, el altruismo y la responsabilidad. También el número 6 es un símbolo de integridad. Y simboliza la belleza de los altos ideales.

Para nosotros llegar al número 6 de la revista es semiperfecto. Con esto quiero decir que estamos contentos de  la continuidad de la misma aunque anhelamos que tenga más difusión. Y no porque obtengamos ningún beneficio de ella, todo lo contrario. Pero consideramos que nuestra ciudad que desde antaño fue culta y poética, es motivo más que razonable para que todos aquellos que tengan inquietudes culturales podamos expresarlas de un modo u otro.

Nuestra revista está abierta para todo el que quiera participar en la realización de la misma, para aportar aquello que nos quiera transmitir o para mejorar su visualización. Por ello si estás interesado en contribuir con tu relato, poema, ensayo, artículo, fotos, etc. solo deberás enviarlo a:

EMAIL: cabracultaypoetica@gmail.com.

No descartaremos a nadie. Solo hay que tener en cuenta que la revista no podrá tener contenido político, siendo esta la causa por lo que rechazaríamos aquello que se nos enviase. Por supuesto aquel contenido, xenófobo, racista o de cualquier índole que vulnere los derechos de las personas será rechazado y en su caso denunciado, si procediere.

Su publicación sería mensual.

Puedes ver nuestra revista entrando en mi Facebook: escribidor de sueños.

También podemos enviártela en PDF, solicitándonosla a nuestro EMAIL de contacto, o también pueden descargarla aquí:

 Vea en PDF nuestra revista o si prefiere descárguela PULSE AQUÍ


Relatos de Cabra


Título: 7 de noviembre 1938, la barbarie olvidada de un bombardeo inútil.

Por: Antonio Fernández Álvarez
(escribidor de sueños)

El 7 de noviembre es una fecha luctuosa, grabada en el corazón de los egabrenses, cada año conmemoramos el aniversario del bombardeo de Cabra.

Cabra, una ciudad alejada del frente activo, pues éste se encontraba a más de 1000 km., sin medios de defensa y cuando estaba a punto de acabar la guerra, es bombardeada sin piedad por tres aviones republicanos. Sin embargo curiosamente, la masacre sufrida por este bombardeo, es el hecho más desconocido de todos cuantos se produjeron en nuestra última guerra civil española. Siendo sus cifras: 109 muertos, y más de 200 heridos, comparables con las del bombardeo de Guernica. La repercusión mediática del bombardeo egabrense es tan escasa, que incluso parece querer ocultarse, duele las distintas varas de medir según quienes sean los protagonistas de unos u otros hechos.

Esta es mi pequeña aportación para no olvidar un hecho tan luctuoso y de paso recordar a protagonistas reales que como veremos en este relato sufrieron sus consecuencias, eran familiares de mi mujer o míos.

Viviremos con los protagonistas las tres peores consecuencias del bombardeo. La de la muerte, cruel para todos los que la sufrieron como consecuencia del mismo, la de los heridos que de una manera u otra trastocaron su vida, poniendo en peligro no solo su salud, si no su hacienda o su modo de vida. Y por último, aquellos que tuvieron la fortuna de no sufrir en su carnes ni el horror de la muerte ni sufrir mayor herida que lamentar desde la distancia el salvajismo de un bombardeo contra la población civil.

El horror de la muerte

El niño Jesús Ruiz Cuevas, (tío de mi mujer), había acudido a comprar batatas, acompañando de su padre a la plaza del mercado. De saber que serían sus últimos momentos de vida, seguramente hubiese renunciado a ir a por tan delicioso manjar, que le encantaba.

Solo escuchó un ensordecedor ruido, eran las 7,31 minutos de la mañana del 8 de noviembre de 1938, aún no había cumplido los nueve años de edad. El ruido provenía de tres aviones republicanos modelo soviético Tupolev SB-2, más conocidos como “Katiuskas” unos aparatos fabricados desde 1936 y conocidos por su ligereza y rapidez, su tripulación era totalmente española. En escasos cinco minutos Dejaron caer una veintena de bombas, que provocaron no solo su muerte, sino la de 109 personas más, así como 200 heridos. Arrasaron el centro de su pueblo, Cabra (Córdoba) en pleno corazón de lo hoy conocemos como la subbética. Las bombas cayeron sobre la plaza del mercado, y en especial en el barrio obrero de la villa. Casi 2000 kilos de bombas de diverso tamaño: 15, 70, 100, 250 y 500 kilos dejaron caer, lo que provocó la magnitud de la masacre. La bomba de mayor tamaño cayó en el Mercado, la que acabaría con su vida y con las de 35 personas más en el acto y otras 14 posteriores a consecuencia de las heridas causadas. Mujeres, niños, hombres. En el mercado de abastos egabrense en ese momento se hallaban numerosos campesinos no solo de la población sino de toda la comarca, era día de mercado semanal.

El resto de los muertos y heridos se podían encontrar en el destrozo ocasionado por otra bomba similar que detonó en la esquina de las calles Platerías y Juan de Silva, y en las que arrojaron en el barrio de la villa.

Su cadáver como el de otros muchos fue trasladado en carrillos y con capachos a los hospitales donde eran amontonados. Su hermana Angelita que colaboraba con la cruz roja de voluntaria descubrió con horror cuando levantaba las mantas que cubrían los cadáveres, su pequeño cuerpo yacente.

Si el protagonista de ese breve relato sufrió el horror de la muerte, su historia es tan cierta como la que voy a contar ahora. Sus protagonistas reales, en este caso el abuelo de mi mujer y mi bisabuela, así como el resto de más de 200 heridos que sufrieron esta crueldad.

La desventura de los heridos

Mi bisabuela Vicenta Chacón Pérez, tenía un puesto de frutas y hortalizas en el mercado, había madrugado más que otros días ya que era día de mercado semanal y acudirían más gentes de otras poblaciones, mi madre Emilia Álvarez Muñoz que contaba con tres años de su edad y su hermana Vicenta (conocida por todos como Pepa, contaba con nueve años), estaban en el puesto con su abuela. Mi abuelo Antonio Álvarez Escalera, acababa de llevar un saco de calabazas al puesto de su suegra, había venido desde las huertas de alcantarilla con él al hombro. Cogió en brazos a la más pequeña, fueron a comprar churros y salieron del mercado para desayunar en casa. Ésta se encontraba en el número 16 de la calle Norte.

En la esquina de la calle Córdoba con la calle Norte oyeron el ensordecedor ruido, y rápidamente corrieron para refugiarse en la casa. En ese preciso instante, el puesto de mi bisabuela era destruido y ella resultó herida por metralla en su glúteo.

En otro lugar en el mercado, el abuelo de mi mujer Rafael Ruiz López, con un brazo destrozado por la metralla no pudo abrazar a su hijo Jesús de 8 años que yacía en el suelo. Pero su desgracia fue más dramática cuando los facultativos que le atendieron pretendieron cortarle su brazo. Un obrero con trece hijos cuyo medio de subsistencia para toda su familia eran sus manos.

Los protagonistas reales del siguiente relato tuvieron la suerte de poder contarlo. Esta otra historia real créanme, que a modo de crónica del ese hecho tan luctuoso os cuento en este relato, me la contó mi suegra María Isabel Lardín Herrera. Su padre sentenció con dos palabras el salvajismo del bombardeo.

Crueldad y bestialidad  a una ciudad alejada del frente activo

En el cortijo Rivero propiedad de D. Domingo Montes, su mujer Dolores estaba desayunando. El estruendo de los aviones republicanos Tupolev SB-2, que acababan de pasar le hizo levantarse de la mesa y con la taza del café con leche en la mano corría nerviosa de un lado para otro de la casa sin saber muy bien lo que hacía, todo le hacía presagiar lo que unos minutos más tarde sucedió. 

Rápidamente el humo que se veía proveniente de Cabra tras los bombardeos a pesar de que dicho cortijo se encontraba a más de tres kilómetros de distancia, preocuparon enormemente a Don Juan José Lardín Romero que trabaja en el cortijo y que dejando sus aperos de labranza corría hacia la casa diciendo: "Adiós Cabra". "Adiós Cabra".

Poco después mucha gente que despavorida abandonó la ciudad, se refugió en ese cortijo. La masacre ya se había consumado. La barbarie olvidada de un bombardeo inútil que el 7 noviembre de 1938 a las 7,31horas de la mañana dejó 109 muertos y más de 200 heridos. Un bombardeo que no tuvo un Picasso, que ha sido desconocido para gran parte de la opinión pública.

Fotos del bombardeo de Cabra






Antonio Fernández Álvarez

Escribidor de sueños

La soledad 
de los 
cementerios




-Aniceto, ¡Qué alegría nuestro cementerio se está llenando de vida y color!, ¿Ha visto cuanta gente está viniendo a limpiar las sepulturas, los nichos, los panteones?, ¡oh cuantas flores nuevas!

-Sí, pero cada vez  son menos, Señor Martín.

-Ciertamente, algún día ya no muy lejano esto desaparecerá y lo lamentable es que  llegaremos a verlo, la eternidad es mucho tiempo. ¿Qué nos quedará por ver? ¡Nos quedaremos tan solos! Tenía razón aquel poeta sevillano, Bécquer creo recordar que decía: ¡Dios mío que solos se quedan los muertos! Aunque a estas alturas se habrá dado cuenta que al menos nos tenemos nosotros mismos. Aquí Aniceto todos estamos para todos y sabemos que siempre será así.

-Sí, señor Martín pero tenemos un grave problema cada vez crecemos menos

-¿Y eso por qué Aniceto?

-Las cifras de los fallecidos aunque menos, no es un dato apreciable en nuestras estadísticas, lo grave está en que de todos ellos, este año solo un cuarenta y ocho por ciento estará con nosotros y esta cifra señor Martín cada año va bajando. El resto han sido incinerados, esta moda está haciendo estragos, cada vez los cementerios se están quedando más vacíos.

-¡Joder! a este paso acabarán desapareciendo. La verdad que estos mausoleos, al igual que muchas tumbas cada vez están más dejadas. Las nuevas generaciones parecen renegar de sus ancestros.  Mira la mía misma Aniceto, soy el más antiguo que reside aquí, creo que fue allá por el año 1880 cuando vine. Más no recuerdo desde cuando dejaron de venir mis familiares, la cruz está casi derrumbada y la loza de granito partida, y ¿las flores? hace tantos años que no depositan flores sobre ella, siento que me han abandonado.

-Como usted ha dicho antes, nos tiene a nosotros señor Martín, y no se olvide que nosotros le tenemos a usted, por ser el primer depositario le elegimos nuestro mandatario, cuando decidimos crear nuestra congregación y las normas que nos regirán hasta el fin de los tiempos.

-Todos estos años hemos ido creciendo desde que se inaugurara este Campo Santo, pero la verdad en los últimos veinticinco años cada vez menos son los que prefieren realizar el descanso eterno, viven tan de prisa que quieren tener prisa hasta para dejar su cuerpo terrenal, acaban en cenizas como acabaremos nosotros con el paso de los siglos, pero no disfrutan de esta largo reposo. Si supieran lo que se pierden no elegirían la cremación, acaban en una urna que muchos familiares a veces recogen de mala gana y con prisas para deshacerse de la ceniza arrojándola al mar, al campo o vete tú saber dónde, Aniceto.

-Tiene razón Señor Martín, recuerda el vecino que vino el año pasado, dijo que vio a sus hijos tirar las cenizas de su esposa al wáter, estos le habían dicho que habían ido al olivar que tenía en el pueblo. No pudo soportarlo, no, no le dijo nada pero se aseguró que para que cobraran la herencia tenían que cumplir con su voluntad de ser enterrado. Su dolor fue terrible al percatarse de tan canallesco acto, que ciertamente pocas semanas después falleció, pero a menos los desalmados de sus hijos tuvieron que acatar su deseo.

-Bien, basta ya de tanta cháchara Aniceto ¿cómo van los preparativos para celebrar nuestro onomástica? Para el día de los difuntos solo faltan quince días y debemos preparado todo concienzudamente. Además antes debemos convocar al consejo tendremos que renovar algunos cargos y procurar solucionar los problemas que tenemos pendientes antes de dar la bienvenida a los nuevos no se vayan a pensar que aquí somos tan indolentes como aquellos políticos que rigen su vida en la tierra, si algo hemos aprendido aquí es que tenemos todo el tiempo del mundo para hacer las cosas bien y procurar el bienestar de nuestra comunidad. La eternidad es mucho tiempo, el descanso eterno no necesariamente es signo de pereza.

-Todo está en orden Señor Martín, el único problema que nos parecía más irresoluble era el de la tumba del matrimonio Domínguez que está inundada de agua y muy abandonada, temíamos que fueran a sellarla con cemento dejándoles atrapados dentro, les he dicho que pueden mudarse a mi mausoleo así no estaré solo, y la espera se me hará más corta hasta que Dios me envíe a mi esposa.

-Por favor Aniceto, no seas impaciente, ni egoísta parece que estás deseando que venga a hacerte compañía y seguramente ella estará descansando de ti. Jajaja Eres tan pesado.

-Señor Martín, a usted le consiento esas bromas por tratarse de quien es, pero le ruego que no lo diga delante de los demás, hay quienes me preguntan qué porqué aún sigo solo. Sé que no es mi voluntad ni la de ella pero a veces me asalta la duda, debe de tener unos noventa y cinco años terrenales, no entiendo que apego le tiene a la vida.

-Ves Aniceto, va ser lo que yo te digo, Dios me ha condenado a mí a soportarte aquí y ha liberado a ella de tus manías y tus pamplinas. Pero, está bien lo retiro, no te enfades pongámonos mano a la obra, dame el listado de los nuevos, deseo conocerlos a todos y darles la bienvenida. Ordenaremos la recepción como siempre cuando acabe la misa de difuntos que como todos los años celebrarán aquí en la explanada del Campo Santo. Primero saludaremos a los más mayores para acabar con los más pequeños.

-Este año señor Martín, solo han venidos dos niños tan pequeños que aún son de pecho.

-Genial, Aniceto, la señora María se hará cargo de ellos hasta que puedan andar y valerse por sí solos, así paliaremos el sufrimiento que padece por haber tenido que dejar a su hijos cuando parió.  Aquella infección por culpa de la negligencia de un médico, y ese maldito virus, Covid, creo que lo llamaron, acabó con su vida. Dejaron en su vientre unas tijeras cuando le practicaron la cesárea, que mira que hay ser inútil para dejar una tijeras dentro del cuerpo de un paciente y además fue infectada por el  virus en el mismo hospital. En fin por una causa u por otras todos tendrán un final terrenal. Lo cierto es que todos serán llamados. Nadie nacido en este mundo podrá librarse de este ciclo que es la muerte.

-Señor Martín ya lo decía Platón la muerte es un cambio de lugar para el alma y cuando una persona muere, el alma se libera de la cárcel del cuerpo, para después ir al mundo divino y eterno de las ideas.

-Qué razón tenía Platón, Aniceto, la muerte como tú y yo hemos podido comprobar no es algo malo, o algo por lo cual asustarse, ya que simplemente es una transición del alma.

-Aniceto ¿a qué huele?, ¡oh no!,  ¿Es lo que me temo?

-Sí, señor Martín, mire hacia allí, donde se encuentra el edificio en el que se halla el horno crematorio, ¿está encendido, ve el humo?

-Sí, ya lo veo, otro desdichado que están incinerando, lo dicho a este paso nos quedamos solos Aniceto.


Día de los difuntos

José Fernández Álvarez

Jota Efe A


A propósito de ...
Beleñas, cerros y otros
fósiles: Misión Rescatee


Durante mucho tiempo la conciencia que hoy en día se tiene sobre el cuidado y la conservación del patrimonio arqueológico era mucho más limitada. Bienes culturales procedentes de civilizaciones anteriores eran desenterrados sin miramiento, maltratados o expoliados, sin que mediara ninguna acción para su protección.

 

Frente a esta situación en los años 70 RTVE española impulsó una iniciativa a través de un programa televisivo llamado “Misión Rescate”. El objetivo era la recuperación del patrimonio arqueológico a través de grupos de acción local. Para ello se promovía, a través de la escuela primaria y de los institutos de segunda enseñanza, la creación de grupos de alumnos que trabajaban en arqueología bajo la tutela de un profesor.

 

El 16 de enero de 1967 saltó al aire por las antenas de Radio Nacional de España el primer espacio de una serie de emisiones que alertó a los escolares en un lenguaje directo, juvenil, castrense, hacia una hermosa tarea: la de reconquistar para la Patria los tesoros artísticos e históricos perdidos, olvidados o soterrados bajo la piel de España. Una convocatoria de fuerte motivación, potenciada por el vehículo de las ondas, fue ganando audiencia y encendiendo ilusiones de maestros y alumnos. Había nacido Misión Rescate.

 

Se trataba de un programa que arrasaba entre los niños y jóvenes que seguían la tele en blanco y negro de hace 40 años. (España era un inmenso yacimiento por explorar).

Era necesario escuchar el programa semanal de radio (más tarde emitido por TVE) y enviar comunicados de las actividades realizadas. Prefijada una posible grabación de algún programa, detallando los objetivos. No se podía hacer ningún tipo de excavaciones y ante un posible descubrimiento había que dar a conocer los primeros datos justificadas en el museo más cercano. El último trabajo consistía en presentar una memoria completa de todas las actividades realizadas: descripciones, fotografías, dibujos; para cerrar la investigación había que presentar unos avales de personas o entidades culturales adecuadas que conformaban la certificación oficial de su descubrimiento, que era totalmente desconocida.


En cada campaña se otorgaba 1 trofeo de oro (viaje por España), varios de plata (viaje a Madrid de todo el grupo, visitas importantes y un acto solemne de entrega de premios con algún detalle cultural) y menciones de honor. Al final de cada campaña, se publicaba una revista con los proyectos que se estaban realizando e información detallada de los grupos premiados.    

 

Yo fui BATIDOR de esta MISIÓN RESCATE con el nº 16627, credencial que me fue enviada desde RTVE a petición personal que realicé cuando contaba con 14 años de edad. Mi padre trabajaba en el campo y yo le acompaña ansioso de encontrar algo fuera de lo normal. Nunca hallé nada, ni una triste moneda, ni una pieza significante aunque fuera troceada, pero soñaba con encontrar a lo mejor otro Mitra como el hallado en 1951 en la huerta de Francisco Castro.




Desconozco si en Cabra funcionó o no, ya que como he dicho solicité mi adscripción a título particular como batidor comprometido según las normas o código del batidor que figura al dorso de la citada credencial.

La estructuración consistía en la creación de Patrullas de Batidores que fueron grupos escolares nacionales promovidos por la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural del Ministerio

de Educación y Ciencia y por este programa de Radio Nacional de España y Televisión Española, "Misión Rescate", dirigidos por Aníbal Arias Ruiz. Tenían como objetivo "la recuperación del patrimonio arqueológico a través de grupos de acción local. Para ello se promovía, a través de la escuela primaria y de los institutos de segunda enseñanza, la creación de grupos de alumnos que trabajaban en arqueología bajo la tutela de un profesor". El programa estuvo funcionando y emitiéndose por RNE y TVE desde finales de la década de los 60 hasta principios de los 80 (siglo XX), durante 15 años aproximadamente.

 

Los trabajos en arqueología bajo la tutela de un profesor, a los que se alude anteriormente, atendiendo a lo establecido en el Punto 6º de las Bases del Programa consistían, entre otros y a modo de resumen, en "la investigación de cualquier yacimiento arqueológico, con elaboración de informes acompañados de fotografías, planos y fragmentos que se encuentren en superficie, quedando rigurosamente prohibida toda excavación o cata". Consecuencia de ello fue que la mayor parte de las piezas procedían de excavaciones efectuadas por operarios que desempeñaban labores y tareas agrarias en los campos mediante el uso del arado con grandes rejas de tracción mecánica, labriegos que en ocasiones donaban los hallazgos y en otras no.

El fin era la concienciación ciudadana en materia de patrimonio arqueológico, el estudio de la historia local y la salvaguarda de todos aquellos bienes arqueológicos que se encontraran

desperdigados o en manos de particulares. Fue una muy importante labor y un gran ejemplo de cómo la juventud fue capaz de trabajar para la recuperación de su patrimonio.

 

Hoy sería impensable además de completamente ilegal ya que la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español y la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico Andaluz, protegen los bienes arqueológicos y le otorgan el carácter de bienes del dominio público que han de salvaguardarse y entregarse por ley para su custodia por parte de un museo. Antes de esa fecha cualquiera podía jugar a ser arqueólogo.

https://archivos.wikanda.es/cordobapedia/Sinton%C3%ADa_Inicial_Programa_MISI%C3%93NRESCATE_de_RNE_y_TVE_en_MP3.mp3                                               

http://www.rtve.es/alacarta/videos/te-acuerdas/acuerdas-jugando-arqueologos/1441181/

 http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-1277/1487108/


Francisco de Asís Granados Mellado (Paco Granados)

Paco Granados


Demonios





Me encontraba  mal,  no  sé  por qué  esta noche no  dormí bien, quizás tuve una pesadilla, pero no me acuerdo  de  mi sueño. Tengo  una  sensación  como  de  rabia  y  tristeza,  no  sé, algo  muy raro. Me ha venido  de  pronto  un olor  fatal,  nauseabundo, no  sé de donde  vendrá. Hay  muchas  moscas, nunca  había olido  así ni había  visto  tantas  en  mi cuarto. Cerré  la ventana e intenté matar todas las moscas que pude, pero  parecía que si  mataba  a una, salían  diez más, algo increíble, decidí bajar a mi salón y pedirle a mis padres el insecticida para acabar con ellas, lo cogí, subí y cuando entré a mi cuarto el olor y las moscas habían desaparecido. Me sentí aliviado, pero seguía con esa sensación de rabia y cabreo.

Bajé a desayunar, tenía un hambre brutal, cuanto más comía más hambre tenía, mi madre se quedó extrañada ya que yo no era de mucho comer, pero seguía y seguía.  Mi madre decidió quitar la comida del medio, no era normal la forma que tenía de comer, me entró tanta rabia que me levanté y con solo tocar la mesa la lancé por los aires con una fuerza nada común en mí. ¡Dios! ¿Qué me pasa?, esto ya me está asustando. Me subí a mi cuarto a ver si se me pasaba toda la rabia que tenía dentro, tenía miedo de perder el control y hacerle daño a mis padres. Al cabo de una hora mis padres subieron a ver cómo me encontraba, pero yo iba a peor, el mal genio iba a más. Volvió el mal olor y las moscas, muchas más que antes, pero ya no me afectaba  al contrario, me encontraba bien con aquel ambiente. Mi padre entró a mi habitación y para su sorpresa lo vio todo destrozado, y miles de moscas alrededor mío, lo miré y le dije:

 -”¿Te gusta papá?”

 Mi padre se quedó blanco y rápidamente cerró la puerta lleno de terror, mi madre le preguntó.

 - ¿Qué pasa?

 - “no sé cariño, pero el que está ahí dentro no es nuestro hijo, su voz, su voz, es como de otro mundo”.

Ya caía la noche, y mis padres no sabían qué hacer, escuchaban ruidos extraños que salían de mi habitación. Cuando más se asustaron fue cuando yo empecé a aullar como un lobo furioso, el sonido era aterrador, ahí ya se asustaron tanto que decidieron llamar a un amigo suyo que era sacerdote a ver si él les podía dar una explicación de aquello, y ayudarles. El sacerdote era el padre Fran, era experto en exorcismos y en demonios, conocía a todos.

El padre Fran acudió rápido a la llamada de la familia, se presentó con dos sacerdotes más por si hiciera falta que lo ayudaran, no sabía a lo que se podría enfrentar. Subieron a la habitación, entraron y el olor era insoportable y muchísimas moscas, pero no me veían, miraron por todos lados, cuando de pronto me tiré sobre ellos insultándolos y agrediéndolos. Los tres no podían conmigo, una vez que me pudieron reducir y atar a la cama les dije:

 -“Hola padre Fran, te estaba esperando”.

 Pero mi voz no era mi voz, era una voz demoníaca. El padre empezó a rezar, y a mí cada vez me daba más rabia. Empecé a gritarle y aullarle, por mi boca salieron miles de moscas dirigidas al padre. Los otros dos sacerdotes me sujetaban, las cuerdas no eran suficientes por mi fuerza, mientras, el padre Fran me echaba agua bendita y rezaba una y otra vez, yo quedé tranquilo, cansado, y me dormí. Mientras los dos sacerdotes velaban por mí, el padre Fran salió a hablar con mis padres, para comentarles lo que me pasaba.

Les dijo que yo estaba poseído por tres demonios de los más jerárquicos de la cadena de demonios, mis padres se quedaron sin palabras y comentaron que como habría sido eso posible, pero el padre no les pudo dar explicación, lo único que les comentó fue que los demonios que yo tenía  eran estos:

 -Astarot: Tesorero General de los Infiernos. Es el Diablo de la Posesión. Se presenta a caballo de un dragón horripilante y blandiendo una víbora a modo  de cetro; su mal olor es insoportable. Belcebú: El Señor de las Moscas. Maestro de la calumnia y la gula. Portador de una enorme  sabiduría. Se sienta sobre un trono con la frente ceñida por una banda de fuego. Aúlla como un lobo y vomita llamas. Ammón. El Demonio de la Fuerza y la Violencia. Señor de los Bosques. Toma la forma de un lobo negro y sólo aparece de noche.

 El padre Fran les dijo que nunca se había enfrentado a un caso igual, que lo iba a intentar pero no sabía qué resultado tendría. Volvió a subir a la habitación, y cuando entró, se encontró a los dos sacerdotes completamente quemados pero yo seguía atado, el padre cogió su biblia rápidamente y empezó a rezar, yo lo miraba y me reía

 -“¿crees que un simple mortal puede con nosotros?“, y más reía.

El padre empezó a echarme agua bendita, los demonios dentro de mí se retorcían. Empecé a blasfemar y escupir fuego, de pronto mis ojos eran completamente negros y mi lengua se hizo bífida como la serpientes, mi fuerza, era cada vez más grande, me sentía poderoso, cuando sin saber de dónde, apareció una gran serpiente que se lanzó sobre el padre Fran asfixiándolo hasta la muerte y luego se lo comió, yo sonreí al ver mi victoria, y caí desplomado a la cama.

Desperté al poco tiempo y bajé al salón donde estaban mis padres, mi madre me vio y se lanzó en busca mía besándome y abrazándome diciendo:

 -gracias dios, lo has salvado gracias”.

 Yo la miré y sin decir palabra le sonreí, mi padre preguntó por los sacerdotes, yo le dije que estaban arriba y que no tardarían en bajar. Cuando, de repente, mis padres empezaron a oler

ese olor que no les dejaba respirar, y cientos, miles de moscas se lanzaron sobre ellos causándoles la muerte.

Desde aquel día me buscan por asesinato múltiple y nadie sabe dónde estoy.

 ¿QUIERES SABERLO TÚ?


José Carlos Ortiz de Galisteo

Carlos Delg.

¡Desolados
y
abandonados!

¡Qué tristeza más grande
verles!…
Mendigando…
y vagar asustados…
¡A esos perrillos
y gatos…
y mascotas
de cualquier tipo…!
A los que sus infames
dueños dejaron…
¡Como si nada de ellos
permaneciese!…
Y jamás su conciencia
Les remordiese…
Al dejar de ser
meros muñecos…
y compañeros
más fieles…
porque crecieron…
¡Dándoles un puntapié…
Y echándolos a su suerte!…
Con ese mal pago
que solemos tener
los humanos…
Casi siempre…
¡Qué pena de verdad
da verles!…
cada noche
rebuscando
entre los contenedores
grises y verdes
un desecho,
una migaja…
un trozo…
de cuanto tiramos…
Y no ser capaces
de atenderles
como se merecen!...
¿Qué daño habrán hecho…
Y qué triste trato…
Tan sólo por haber caído
en tan míseras manos?...
¡Ayudémosles!...
¡Y saquemos de esa pesadilla
a todos cuantos podamos!...

¡¡¡Por desgracia hay tantos!!!...
Es un ruego…
que a tod@s os hago…
¡Ser capaces de darles
otra oportunidad!...                                                


¿Es eso tan malo?...
¡Se me llena la cara
de lágrimas y vergüenza
pasar a su lado…
sin darles
una mínima muestra
de afecto
y
pan y de ánimo!…
Y al instante…
me viene el recuerdo
feliz y nostálgico…
de mi perrito Wisky,
del que ahora hace
7 años y medio,
me desprendió el destino,
arrebatándome al mejor
amigo que nunca he tenido…
Y que hasta el final estuvo a mi lado…
¡Va por él este recuerdo diario!...
Y mi total incomprensión…
con los que maltratan,
vejan y dejan…
¡Deseándoles a ellos…
Así se vean…!
¡¡¡No les hagamos tanto daño!!!...
¡¡Por lo que más quieran!!...
(Esto no pretende ser un Poema…
Sólo el término de una realidad…
para acabarla…
Dios me guarde de no actuar…
lo mejor posible siempre…)


Rafael Rodríguez Muñoz

Rafael Rodríguez
(Patillas)


Poderosa y
Santísima muerte





Cuando la gente llega al campo santo, las puertas están cerradas dentro un fraile con la capucha en la cabeza, tiene en las manos un escrito enrollado.
Las demás Ánimas estarán en distintos lugares del cementerio. Cuando se abren las puertas: el fraile o Ánima ya no está solo, hay otro alumbrando con un farol con una vela. Se abre la puerta.
 
ÁNIMA PRIMERA (La llegada)
 
(Lee en voz alta) Poderosa y Santísima muerte,
Ángel de Dios todopoderoso y Omnipotente, creedor del cielo y la tierra,
Santísima que veneras por todos los que acudimos a ti, que cuidas y proteges
con tu santa bondad. Al arrepentido enfermo y consuelas al triste, ángel que
está siempre escuchándonos que con tu manto nos cubres y nos liberas
de todo lo que nos atormente.
¡Escúchame Santa muerte! Me arrodillo ante ti. ¡Oh Santísima muerte!
Con tristeza y angustia de algo que no me permite estar tranquilo y por eso
acudo a tu luz para buscar consuelo en ti, deja pasar a estos visitantes
pero que no se perfumen de ti. ¡Prometido! ¡Pueden pasar!
 
ÁNIMA SEGUNDA (Ánima del silencio)
 
Aquí todo es silencio
aquí todo es paz
aquí sobran los gritos,
aquí nadie pide más
aquí rodeados de cipreses
y de flores para adornar,
aquí son todos, y los que no son nada
aquí todos son difuntos con sus nombres
en lápida.
 
ÁNIMA TERCERA (Ánima del desengaño)
 
Ánimas del purgatorio
que en dos mil penas andáis batallando
si mi mal os es notorio,
bien veréis que en gloria estáis descansando.
Las Ánimas del purgatorio,
a por ti vienen amor,
tú que para mí has muerto
que te lleven al sueño eterno,
yo viviré con mi desengaño
y las Ánimas del purgatorio
que mi muerte siga esperando
porque en este desvarío
que por ti estoy pasando
y así quiero que pase año tras año
 
ÁNIMA CUARTA (Ánima del mensaje)
 
Un mensaje me ha dado
las Ánimas del purgatorio
que antes que recibamos
la llamada del sueño eterno
antes de ser solo eso
cenizas… o hueso…
que la memoria sea de los gusanos
y el baúl de la muerte
juegue con nuestros recuerdos,
gastemos el amor
puliendo cada rincón
de placer y organos
de nuestros cuerpos,
antes de que seamos
solo eso… cenizas… o hueso…
os lo dice un Ánima del purgatorio,
no hagáis el memo
que después de la vida
solo somos eso: cenizas… o hueso…
 
ÁNIMA QUINTA (Ánima de la ceguera)
 
Venid a mí que yo llevo por vosotros
 la venda de la ceguera, esa que no deja ver
 los ojos de la vida.
Y es que entre la vida y la muerte hay un abismo
tan profundo que es mejor no verlo.
Yo llevo la venda del amor ciego
llevo la venda de los que no ven más allá de la frente
llevo la venda de los que tropiezan dos veces
en la misma piedra y después les sirven de lápida,
llevo la venda para no ver las barbaridades
que hacen la humanidad, para no ver el desprecio
de unos hacia los otros, yo llevo la venda de todos esos
perdedores que son muertos vivientes,
y es que hay tanto mal en la vida,
que llevo una venda en el corazón
para no ver su sufrimiento, pero os recuerdo una cosa:
que yo seré vuestro lazarillo, aunque tenga una venda
yo ando por los campos santos porque llevo tanto
tiempo en ellos, qué me los sé al dedillo.
La muerte tiene una venda para que no vean
Los vivos lo que es la muerte.
 
ÁNIMA SEXTA (Ánima de la balanza y el tiempo)
 
En una balanza hay dos pesos: un peso la muerte
otro la vida, el peso de la vida es un peso doloroso, amargura,
sufrimiento, dolor, pero es la vida, y la vida también
es gozo, amor, amistad, libertad, todo es vida desde el agua,
el aire, la tierra todo lo que es en sí, es la vida.
Pero cuando se termina la vida se termina todo lo anterior dicho,
la balanza se inclina hacia el otro lado del peso,
y este peso aunque no pesa nada, pesa más que la vida
os lo digo yo que soy la balanza de la vida y su Ánima,
y Ánima del tiempo, y mi peso la oscuridad, la tiniebla ceniza
polvo, cuando se llega a este peso la balanza se inclina
hacia la muerte, y entonces llega la hora del tiempo, como
este reloj de arena, cuando la arena está arriba es el tiempo
de la vida, que es el tiempo que duran los granitos de arena
en caer en la parte de abajo, que es la muerte. Observaréis
que jamás la arena sube hacia arriba tienes que inclinar
el reloj y vuelta a empezar, como la vida y la muerte
y siempre lo mismo.
 
(Al público señalando el reloj de arena)
Aprendeos esta máxima:
Todas la horas cuenta, la última mata.
 
ÁNIMA SEPTIMA (Ánima de la guadaña
 
(Esta ánima llevara una guadaña al hombro)
 ¡Ay! La muerte que yo represento es la peor de todas,
 porque tengo que llevar la guadaña
 que siega la vida, la guadaña bien afilada:
que hay un enfermo terminar, con la guadaña al hombro
 y sobre él me tengo que pasear,
la tengo que llevar bien visible por todo el mundo.
Huelo un accidente, una epidemia, una desgracia,
todo lo que huelo, huele a muerte, y allí tengo que estar
con la guadaña presente.
Procuro que no me vean, pero es imposible hacerme invisible,
yo, que soy el Ánima con menos ánimo tengo que ir siempre
con la guadaña al hombro, en busca de vidas sin consuelo,
errante camino. (Al público) ¿Quién será el próximo?
(Marchándome con la guadaña al hombro.) Tener en cuenta
Una cosa: que la vida es un espejismo guadañera.
 
 ÁNIMA OCTAVA (Ánima de los cipreses)
 
 ¡Y el trabajito que me han encomendado a mí!
Ser el Ánima de los cipreses, ¡claro como yo en vida fui jardinero!
Tengo que estar en todo momento vigilante, el ciprés
símbolo de cementerios, si ustedes supieran como silban en pleno invierno
 y sobre todo por la noche, que a mí mismo me da miedo,
(¿Al público? ¿Si alguien quiere tener esa experiencia?
yo les invito a ello. (Miro a los asistentes) ¡Bueno mejor no!
Los cipreses tienen su simbología mística, y un poco de mágica
de tiempos remotos, parece ser que los cipreses se plantaban
en los cementerios porque su raíz va hacia abajo recto y no
para los lados, y las almas de los difuntos trepaban por las raíces
hacia la copa de los cipreses y de ahí al cielo.
Pero yo creo que eso son historias para no dormir, yo que soy
el Ánima de los cipreses y su jardinero, los cipreses se plantaron
a mí parecer porque son muy altos, hojas perennes
y necesitan muy poca agua, dicho esto sigo con mi tarea.
(Me marcho haciendo el silbido del viento)
 
ÁNIMA DE LAS LÁPIDAS (Ánima novena)
 
Ay si ustedes supieran de todos los dichos que hay en las lápidas,
¡para todos los gustos! Yo mismo que soy el Ánima de las lápidas
voy haciendo un registro sobre ellas, …y me encuentro cada cosa…
y en cada cementerio, desde tumbas comunes hasta tumbas y columbarios
lujosos, y no se dan cuenta que a los muertos les sobra todo eso.
Hay ejemplos por nombrar algunos: no te lloro amigo querido
que muchos momentos gozaste con porción de penas, Filetas de Cos
poeta griego escribió este epitafio: A quien jamás ofendiera la pura justicia
divina mato el rey de los persas arqueros, no abiertamente con lanza
en sangriento combate más mediante un traidor que engañarle supiera.
Aristóteles le escribió a un amigo este epitafio para conmemorar a un amigo:
Esta sepultura contiene todo lo que fue mortal. Otro poeta inglés escribió
esto para el mismo: que mudos pasos traes ¡Oh muerte fría! Pues
con callados pies todo lo igualas, que verdad dijo este poeta, días pasados
pusieron este: no me traigan gusanitos, ya tengo. Como es imposible
escribir todos los epitafios, me voy buscándolos por doquier y que
la muerte quiera que tardéis muchísimo tiempo en leer el vuestro.
(el Ánima de las lápidas se marcha).
 ÁNIMA DE LA DESPEDIDA. (Ánima décima. Canto a la muerte)
Diluirse como azúcar en el mar inmenso de tu gloria
es lo que anhela impaciente e inquieta el alma mía
marchitando así la muerte su poder y su victoria
alcanzar con ello una vida más alta y menos fría.
Alejarse así de una vida fugaz e intransitable
donde no se halla ni una senda segura y conocida
ni camino sereno, tranquilo y agradable,
que nos lleve a alguna dicha que sea apetecida.
¡Oh muerte! No te goces si me hundes con tu lanza;
con tu zarpa, si me hundes no te goces, no te goces
pues con ello me elevas a otra vida que es más alta,
que, por un atisbo, tú ni sospechas ni conoces.
¡Oh insigne eternidad! ¿Qué me deparas? (Se marcha del lugar)
 
(Cuando va a salir el público del cementerio todas las Ánimas en fila.
Una en el lado derecho, y otra fila lado izquierdo, con la capucha.
Sobre la cabeza y una vela encendida en la mano)