enero 01, 2024

Ángeles Espejo Cañete

 



El origen pagano del
árbol de Navidad



Antes de que finalice la Navidad, quiero contaros la leyenda del origen pagano del árbol que tanto nos gusta en estas fechas, comencemos.
La historia del árbol de Navidad comenzó en el estado alemán de Niedersachsen (Baja Sajonia) Ahí vivía una comunidad de no creyentes que aprovechaban el invierno para rendir tributo al dios del trueno, Thor.
Por lograr esto, los habitantes seleccionaban a tierno infante y lo ofrecían en sacrificio en un árbol al que consideraban sagrado: “El roble del trueno“. En vísperas de Navidad del año 723 d.c, Bonifacio de Maguncia, enviado de la Iglesia Católica para evangelizar la región de Geismar, decidió interrumpir el acto y salvar la vida del menor. Armado con un hacha y proclamando el nombre de Jesucristo, Bonifacio cortó el árbol y lo sustituyó con un abeto. “Que este árbol sea el símbolo del Dios verdadero, sus hojas son siempre verdes y no morirán,“ exclamó el religioso, proclamado santo en 1805.
El origen de los adornos que se colocan en el árbol de Navidad también proviene de las acciones de San Bonifacio, pues poco después de cortar el roble sagrado de la comunidad pagana de Baja Sajonia, adornó el abeto en su lugar con elementos que recordaban a las historias de la Biblia: manzanas para simbolizar el pecado original cometido por Adán y Eva; velas que encendidas referían la gracia de Dios e incluso representaciones de ángeles.
Para cerciorarse que la comunidad había olvidado los sacrificios humanos, representantes de la Iglesia regresaban cada invierno a revisar el árbol y adornarlo.
Con el tiempo, las civilizaciones al rededor del mundo comenzaron a aceptar la tradición del árbol de Navidad y la adoptaron dentro de sus fiestas decembrinas. Por supuesto, los adornos han cambiado a través de los siglos, sin embargo estos siguen teniendo un espíritu religioso.
Esta es la razón por la que la Iglesia Católica ha permitido que el árbol de Navidad sea colocado al centro de los festejos por el nacimiento del “Hijo de Dios“. El fuerte significado que carga, así como la historia que lo originó, es para los religiosos una muestra del triunfo de la luz sobre la oscuridad de lo pagano.
En las culturas nórdicas a fin de año, se coloca un árbol para recordar al dios Frey, signo de la fertilidad, de la luz del sol y de la lluvia. Pero no olvidemos que en la Biblia no encontramos ninguna mención al árbol de Navidad. Por lo tanto, el árbol o pino con el que se suele adornar los hogares de muchas familias en estas fechas no tiene ningún significado Bíblico.


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