Relatos: La Hora del Miedo
KILÓMETRO 13
Fran
era un joven conductor de autobús que debido a las vacaciones de sus compañeros
tuvo que cubrir una ruta nocturna que se solía hacer diariamente. Normalmente
eran unos 50 km todas las noches.
Las
primeras veces Fran las pasó tranquilo. Era una ruta que apenas recogía gente,
solo unos diez viajeros por noche. Personas que salían de trabajar o jóvenes
que venían de pasarlo bien y que decidían no coger el coche.
Había
tres chicos que solían coger ese autobús y siempre se bajaban en el KILÓMETRO
13. A Fran le extrañaba, pues allí no había parada de bus y estaba en medio de
la carretera. Pensó que vivirían en algún cortijo cercano y vendrían de ver a
sus parejas o algo así.
Una
de las noches solamente iban en el bus los tres chicos. Fran intentó mantener
cierta conversación con ellos. Pero los jóvenes no estaban por la labor.
Mirando Fran por el retrovisor se dio cuenta que los muchachos se encontraban
totalmente inmóviles, con la mirada algo perdida… Parecían estar mirando algo
en la carretera. En ese momento a Fran se le pasó por la cabeza que hubieran
podido tener algún altercado entre ellos y decidió no comentarles nada. Uno de
ellos se dirigió hacia él, para decirle que parara como siempre en el KILÓMETRO
13.
A
la noche siguiente a Fran le extrañó que los muchachos no hubieran cogido el
autobús.. Ésta vez iba solo. La carretera estaba tranquila, como era habitual.
Hacía mal tiempo, a punto de ponerse a llover. Era una de esas noches de
invierno en donde no te apetece salir a ningún lado. Fran estaba deseando
llegar a su destino para finalizar su jornada laboral. De pronto en medio de la
calzada le pareció ver a un chico pidiendo ayuda
-
“Pare el autobús, por favor. Acabamos de tener un accidente”
Fran
paró el autobús y bajó rápidamente para poder ayudarle.
-
“¿Qué ha pasado?”
-
“No lo sé, nos hemos salido de la calzada y el coche ha volcado”
Fran
impactado vio que el coche estaba a unos metros de la carretera y que en efecto
estaba en el fondo de un barranco. Al mirar al chico se dio cuenta que era uno
de los muchachos que solía ir todas las noches en aquella ruta nocturna. De
pronto vio subir a los otros dos jóvenes que iban subiendo por el barranco
cubiertos de sangre, debido al impacto que tuvieron. Fran decidió llamar a una
ambulancia para socorrerles. Cogió su móvil, pero no le funcionaba. Entonces
fue al autobús para pedir ayuda por la emisora, pero nada, tampoco funcionaba.
Fue en busca de los chicos para llevarlos él mismo en el autobús hacia el
hospital. Para su sorpresa los muchachos ya no se encontraban en el lugar allí.
Intentó buscarlos, pero fue inútil. Miró al barranco y tampoco vio ningún
coche. Fran asustado cogió su autobús y como alma que lleva el diablo aceleró
para irse de allí
-
“No puede ser, esos chicos estaban ahí y el coche también. No puede ser”.
Mientras
iba a toda velocidad se dio cuenta que el lugar donde todo había transcurrido
era el KILÓMETRO 13. Llegando ya a la cochera aparcó el autobús, cogió sus
cosas y se fue rápidamente a su casa a descansar. No podía dejar de pensar en
lo que vio y lo raro de todo aquello. Ya ha amanecido y ha decidido coger su
coche para ir al lugar donde transcurrió todo. Aún le costaba creer aquello y
quiso comprobar si lo que vio había sido real o no. Cuando llegó, para su
sorpresa lo primero que encontró fue tres ramos de flores y una cruz en el
arcén de la carretera. Justo al lado se encontraba un hito, en el estaba
escrito el KILÓMETRO 13. Acercándose para curiosear se dio cuenta que había tres
fotos con una fecha simbólica. No podía creer lo que estaba viendo y del mismo
impacto su cara se había quedado pálida. Eran las fotos de aquellos tres
muchachos que todas las noches viajaban con él. La nota tenía inscrita la
fecha: 15 de agosto de 2004.
-
“No puede ser. Estamos en el año 2013 y yo vi a estos chicos ayer”
Desde
entonces, Fran decidió no volver a hacer más aquella ruta.
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