julio 01, 2024

Editorial == Revista número 14 mes de julio 2024

 Estamos muy satisfechos de haber cumplido un año. No, nos han pesado las horas de trabajo que hemos dedicado, para que mes a mes ustedes pueda disfrutar de una revista que pretende mostrarle el trabajo de gentes sencillas, con inquietudes literarias y que bien mediante sus artículos, sus relatos, sus poesías, sus reflexiones o sus fotografías, buscamos entretenerles y de paso promover la cultura dentro de nuestras posibilidades.

Nuestra revista, inicia en nuevo año en su andadura, visualmente hemos cambiado un poco su apariencia tanto en el formato PDF, como en el formato del blogs.pot, pero obviamente no cambiamos el contenido, si no es para mejorarlo en aquello que podamos hacerlo. Quizás no todo lo publicado es literatura, no pretendemos creernos que somos lo que no somos, solo buscamos darles a conocer aquello que hacemos, con ilusión, producto de nuestra fantasía, de nuestros sueños más anhelados o simplemente aquello que conocemos y sabemos, para el disfrute de todos los que nos lean.

Como siempre expongo estamos abiertos a que ustedes participen en la misma, por lo que si están interesados solo deberán enviar su trabajo a:

EMAIL: cabracultaypoetica@gmail.com.

No descartaremos a nadie. Solo hay que tener en cuenta que la  revista  no  podrá  tener  contenido  político,  siendo esta la causa por lo que rechazaríamos aquello que se nos enviase. Por supuesto aquel contenido, xenófobo, racista o de cualquier índole que vulnere los derechos de las personas será rechazado y en su caso denunciado, si procediere.

La revista no se hace responsable del contenido del trabajo que nos envían los colaboradores.

Su publicación sería mensual.

También podemos enviártela en PDF, solicitándonosla a nuestro EMAIL de contacto o también  pueden descargarla desde nuestro blogs.

Vea en PDF nuestra revista, o si lo prefiere descárgela. Pulsando aquí

Véala también en formato revista digital, queda muy original. Aquí

Relatos de Cabra

El viejo puente San Marcos
Por: Antonio Fernández Álvarez
(escribidor de sueños)


Si hablamos del puente San Marcos todos tenemos claro que es el puente que al trazar la línea de ferrocarril a finales del siglo XIX se hizo a su paso sobre el camino viejo de Priego. Estamos hablando de unas instalaciones que fueron construidas por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces y puestas en servicio en 1891.  Sin embargo este puente toma el nombre como recuerdo de una ermita y en homenaje al desaparecido templo de la Virgen de la Cabeza y San Marcos.

Teniendo en cuenta que la devoción de Cabra a la Virgen de la Cabeza cuenta con más de cuatro siglos y medio de historia, nos encontramos que por las crónicas de esta cofradía, hay quienes afirman que existía un puente San Marcos, que nada tiene que ver con este que hoy conocemos.

Cuentan que allá por el siglo XVI y XVII  la Romería de la Virgen de la Cabeza se hacía cerca de dicho puente, que estaba próximo a la fuente de la Teja, de la cual se decía que su agua era milagrosa y servía para refrescar a los romeros.

La ermita de San Marcos se encontraba situada en el llano de San Marcos y Fuente del Río, distante a una cuarta de legua, lindando por oriente con el arroyo del camino de Priego y fuente de la Teja. Se trata por tanto del terreno existente entre el camino viejo de Priego y la actual carretera de la Fuente del Río. Su fundación debió ser muy antigua.

En el año 1740 se inicia la edificación de una ermita nueva sin embargo en 1839 la ermita está casi en ruinas y en los primero días del año 1844 acaba destruyéndose definitivamente. Sus imágenes titulares, la de San Marcos se trasladan a la ermita de la Soledad y no tenemos noticias del destino final de la imagen primitiva de la Virgen de la Cabeza.

¿Existió pues un puente San Marcos?

Las imágenes que os pongo dicen que son los restos que quedan de dicho puente. Los escasos vestigios que se aprecian, apenas son visibles por las zarzas y arbustos.


Por mi parte mi pretensión solo ha sido contarles una historia, que a mí me ha llamado la atención y creo que era digna de ser conocida. Yo solo les narro aquello que he conocido, verdad o mentira, quédense cada cual con lo que consideren en su caso.


Miguel Blancas Calzado

 



José Córdoba Reyes







CAPÍTULO PRIMERO
VIDA Y ANÉCDOTAS DE

JOSÉ CÓRDOBA REYES
“GITANO CABAL”
 

José Córdoba Reyes, nació en Cabra (Córdoba) en la calle Huertos nº 19, el día 18 de febrero de 1925. Sus padres fueron Antonio Córdoba y Encarnación Reyes, progenitores de una familia de doce hermanos, donde todos saben cantar.

Contaba José Córdoba que la primera vez que cantó en público tenía 8 años y fue un Sábado Gloria, a la Virgen de la Soledad. En aquella época el Hermano Mayor de la Cofradía era don Carlos Escofet, y sucedía la anécdota de que ningún cantaor llegaba a terminar de cantar su saeta porque siempre se llevaban a la Virgen.

Decía José: “Estaba yo en un balcón con el “Chato de Jerez” que era un gran cantaor de flamenco y un gran saetero, cuando empezó a cantarle a la Soledad, y dijeron que se callara y que cantara el niño. El niño era yo, que estaba a su lado y que solo me veían por los barrotes del balcón. Cuando empecé a cantar don Carlos, se reía que la gente buscara de donde salía aquella voz tan fresca y tan bonita, yo no había cantado nunca saetas, y el Chato de Jerez me dijo que cantara:

Virgen de la Soledad
               quien es tu hermano mayor
               que te pasea tan hermosa
              para darle envidia al Sol

Al bajar del balcón me dieron dos pesetas de plata, y me preguntaron de quien era. Contesté; de Antonio el gitano, y comentaron del más honrado. Cogí las monedas, y salí corriendo para entregárselas a mi madre, que bastante falta les hacía, para darles de comer a tantos como éramos en casa. Mi familia sólo ha visto la cárcel cuando han pasado delante de ella”.

Para entender la honradez y el respeto que tenía y tiene en Cabra, la familia Córdoba, solo habría que referir que cuando nació José, su padrino fue el teniente de la Guardia Civil don José Prieto, hermano del capitán Prieto, y por si fuera bastante también sería su padrino de boda, ¡con esto está dicho todo!

Los cantes los aprendió de su padre que cantaba muy bien, al igual que todos sus hermanos, él les enseñó a ser tan honrados con el cante como en la vida. Con 6 años, pedía permiso en su casa para poder cantar en dichos, bodas y algunas reuniones familiares, algunas veces le daban algunas perrillas y cuando no, un cesto con comida. Como en aquellas fiestas también iban cantaores mayores, siempre aprendía de ellos

Con 10 años, Juan González “Zoilo” decía que era su representante, le llevó a cantar a la plaza de toros de Lucena. Allí daban una corrida nocturna en la que toreaba Ramón Cortés “Faraón”, y Manuel Sánchez Terrones de Cabra. En el intermedio de la corrida cantó José Córdoba. Cantó flamenco acompañado a la guitarra por Antoñito Cañero, donde actuaba Cayetano Muriel “El Niño de Cabra” ya bastante mayor. Entonces los llamaron “Los Niños Precoces”. Ya que ambos comenzamos a cantar con la misma edad.

En esta ocasión, cantó el Niño de Cabra y como cantaba cantes antiguos, algunos no les gustaba mucho, a pesar de estar considerado como una de las grandes figuras del cante. Cuando salió José, con unos pantaloncillos cortos, la voz tan fresca y cantando los fandangos del Sevillano, el público se volcó haciéndole repetir varias veces dicho fandango.

Cuando terminó le llamó Cayetano Muriel, y le dijo de quien era, de Antonio “el Gitano del Cerro”, se le llenó la cara de alegría, y le dijo: un hombre honrado y formal. Lo bautizó con el nombre de “El Gitanillo del Cerro”.

 

Catorce años tenía cuando cantó en la plaza de toros de Cabra. Con un cartel de lujo: Pastora Pavón, “Niña de los Peines”, Pepe Pinto, Canalejas de Puerto Real y el Sevillano, las guitarras fueron El Niño Ricardo y Manolo Moreno. Aquel día de dijo Pepe Pinto a su padre, que le firmaba 40 actuaciones y el padre de José le dijo que no.

Cantó con Cayetano varias veces, la última fue en Rute donde le dieron a Cayetano Muriel “El Niño de Cabra” un homenaje, era el año 1945, lo proyectó Juanito Maqueda siendo Alcalde, y su compadre Andrés Garrido “El Gallero”, los cuales repartieron las localidades del Teatro entre 50 personas,  como la mejor forma para que nadie perturbara a Cayetano de Cabra, que es como allí le llamaban, le acompañaron: José Córdoba, Pepe Feria y Antoñito Cañero. Poco después murió aquella reliquia del cante.

Con 20 años, participó en distintos espectáculos: “Caravana Andaluza”, “Galas Egabrenses” y “Arte Andaluz”, contaron con la participación de los siguientes artistas: Gloria Romero, Andrés Córdoba, Pepe Feria, Angelita Calzado, Maruja Jurado, Pedrín, Fernando de la Rosa “Curro”, Carranas, el Cabrerillo, Maruja de los Ríos, Elías Guzmán, Vicente Verdú, el guitarrista Antonio Cañero y la orquesta del Maestro Rodríguez. Todos estos artistas participaron entre 1945 y 1946.

En el 1947 se encuentra realizando el servicio militar, su destino fue el Regimiento Mixto nº 1 de artillería de Cádiz. Cantó en el Teatro Falla celebrando el día de la Patrona Santa Bárbara. Actuaron: Murgas Gaditanas, José Córdoba, el Niño de Utrera, el bailarín Yoni Peña, el caricato Pompey. Las guitarras Servando Rosa y Antonio el Herrero. Por el éxito alcanzado le dieron un mes de permiso.

José, contrajo matrimonio dos veces. Su primera mujer, María de la Sierra Moral López, falleció muy joven. Fruto de ese matrimonio fueron dos hijas que llevan por nombre María de la Sierra y Araceli. Su segunda esposa se llama Josefa Castro Bueno. Su matrimonio fue bendecido por Dios, con otras dos hijas que llevan por nombre Rocío y Pepita.

CONTINUARÁ ……………


Antonio Fernández Álvarez (escribidor de sueños)

 



Charlas con
Don Juan Valera







Su mayor orgullo, cuando le llamaban poeta

-Buenos días don Juan.

-Buenos día joven, ¡ha madrugado!

-Don Juan, con este calor que no se puede estar en la calle a partir de las horas centrales del día, es mejor ya irse a casa, por lo que he considerado que esta es una buena hora para visitarle. Cierto es que son las siete de la mañana, ideal porque hace una temperatura agradable y prácticamente conversamos casi en solitario. En la tarde noche el parque se llena de gente y si me ven dialogar con usted pensarán que no ando bien de la cabeza. No es algo que me importe pero recuerde usted lo que dijeron el pasado mes aquella pareja que pasaba por esta plazoleta donde se ubica su efigie, cuando me vieron aquí plantado parlamentando con usted. La chica no se cortó un pelo y hasta creo que rayó en la grosería cuando le comentó al chico que le acompañaba: otro viejo chocho que está "más para allá que para acá".

-Joven, ¿y a usted le preocupa lo que piensen?

-No, claro que no, pero la verdad, empiezo a cuestionarme que esto de conferenciar con una efigie no es de muy cuerdos.

-Ande, déjese de naderías y ahora que me ha ilusionado no se le ocurra dejarme al menos hasta que pase este año ya que como usted dice me está agasajando por el doscientos aniversario de mi nacimiento.

-La verdad es que no pienso hacerlo y deseo que mis charlas con usted se prolonguen hasta octubre, y no será por falta de materia, porque con usted hay mucha tela que cortar.

-Joven, ya ha dado un somero repaso de mi vida y algunas de mis novelas, ¿por dónde llevará hoy su plática?

-Don Juan, hoy traigo un pequeño tesoro que me han dejado, son seis libros de una colección de sus obras completas, compuestas por 35 tomos. La fecha de edición de estos libros comprende desde MCMV (1905) que es el primero de los tomos, con el título: “Discursos académicos”, a MCMXIII    (1913  tomo 35  “Estudios  críticos  sobre   Filosofía  y  religión”.   Una  joya  que  es  una verdadera pena que solo tenga los tomos I, VIII, XVII, XVIII, XIX, XXXV. Por cierto, estos libros son de la edición de las obras completas que su hija preparó y que publicó la Editorial Alemana. Ah, como curiosidad, el precio de cada tomo era de tres pesetas. ¡No eran baratos los libros en su época, como tampoco lo son en la actual! Sabe, tres pesetas de su época más menos podrían ser 23,10 euros actuales. 

Una verdadera joya,. Libros de la edición de 1905
-Cierto joven, tres pesetas en aquella época para gastar en un libro no estaba al alcance de cualquiera.

-Don Juan, hoy un libro recién publicado, según la editorial y la encuadernación que tenga puede oscilar entre diecisiete y veintidós euros de media. Cierto es que incluso con las nuevas tecnologías, un libro electrónico baja considerablemente el precio en torno a siete u ocho euros. Pero a los que disfrutamos con los libros, nos gusta el libro de papel.

-No me hable en la jerga de su actualidad, ya me contará en otro momento qué es un libro electrónico. Dígame joven esa edición de mis obras completas ¿que abarca?

-Permítame que le lea la relación que he copiado de sus obras completas de esta edición y que aparece en la contraportada de uno de los tomos de poesía que estoy leyendo.

 


TOMO I Discursos Académicos I
TOMO II              Discursos Académicos II
TOMO III             Doña Luz
TOMO IV            Pepita Jiménez
TOMO V              Las ilusiones del Doctor Faustino I
TOMO VI            Las ilusiones del Doctor Faustino II
TOMO VII           El Comendador Mendoza
TOMO VIII          Pasarse de listo
TOMO IX             Juanita la Larga
TOMO X              Genio y Figura
TOMO XI             Morsamor
TOMO XII           Dafnis y Cloe. Leyendas del antiguo Oriente
TOMO XIII          Mariquilla y Antonio. Elisa la Malagueña. Don Lorenzo Tostado.
TOMO XIV          CUENTOS.  Parsondes.  El pájaro verde. El Bermejino prehistórico. 
                                                 El espejo. El pescadorcito Urashima. El hechicero. La
                                                 muñequita. La buena fama
TOMO XV           CUENTOS.  El caballero del azor. El doble sacrificio. Los
                                                cordobeses en Creta. El Duende beso.  El último
                                                pecado. El San Vicente Ferrer de talla.
                                                El cautivo de Doña Mencía.  El maestro
                                                Riumundico.  Garuda o la cigüeña blanca.  Cuentos y
                                                chascarrillos andaluces.
 
TOMO XVI          TEATRO. La venganza de Atahualpa.  Asclepigenia.  Lo mejor del
                                             tesoro. Gopa. Los telefonemas de Manolita. Estragos
                                             amor y celos. Amor puesto a prueba.
 
TOMO XVII y TOMO XVIII.  POESÍAS.
 
TOMO XIX, XX, XXI, XXII, XXIII, XXIV, XXV, XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX, XXXI, XXXII, XXXIII, XXXIV y XXXV.  CRÍTICA LITERARIA.

Del romanticismo en España y Espronceda. Sobre los cantos de Leopardi. De la poesía del Brasil. Las escenas andaluzas de El Solitario. Obras poéticas de Campoamor. La Bola Nieve, de Don Manuel Tamayo y Baus. Consideración sobre el Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Don Felipe Monlan. Revista de Madrid.

-Verdaderamente recogen todo mi trabajo literario. La verdad es que cuando me retiré de la vida política y a medida que me iba haciendo viejo, más receloso estaba que me sorprendiera la muerte y todo lo que pensaba escribir se quedara en el tintero. Sentía que allá en el centro de mi espíritu había un almacén, revuelto y confuso de tela ya cortada, para coser y formar con ella no pocos escritos, que no quería que se me quedasen ocultos y embuchados en mí cuando me llevasen a la sepultura. Así que casi invidente, pero en plenitud de facultades me vuelco plenamente en mi producción literaria. Estaba terminando un discurso para la Real Academia Española para la conmemoración del tercer centenario del Quijote cuando una “congestión cerebral pasiva” acabó con mi vida, no cabe duda de que el hombre propone y Dios dispone. 

-Don Juan, le dije en una anterior conversación que he de releer aquellas novelas que leí en época de estudiante, y por supuesto su epistolario, pero ahora que tengo dos tomos de sus poesías, y dado que desconocía su obra poética me he puesto a leer sus poemas. ¿Sabe que en esta edición se publican poesías que usted omitió en la publicación de 1886, también figuran las de la edición de 1858 y un volumen inédito impreso en Granada en 1844 y que usted condenó al olvido y que calificó de “inocentadas de chiquillo”?

-Verá joven, cuando se publicaron por vez primera mis poemas, mi tío don Antonio Alcalá Galiano, que propendía dudar de todo, y que, a pesar del cariño que me profesó, dudaba también de mi mérito como poeta, dijo “que lo probable sería que alguna furiosa avenida del río del olvido se llevase para siempre mis copias, como otras mil insulsas composiciones de esta edad, sobrado parlera, y en qué tanta tontería se da a la estampa”, tal cual literalmente eso plasmó en un prólogo que me hizo.

-¡Ay don Juan!, el primer libro de poesías, que escribió, Ensayos poéticos publicado en Granada en su etapa como estudiante fue retirado a los pocos días porque no se vendía.

-Joven, este desengaño marcaría mi trayectoria, siempre me sentí frustrado por no ser considerado “un buen poeta” a pesar de reintentarlo en otras ocasiones, porque siempre me sentí poeta y ese sentimiento queda plasmado, quizás mejor que en los versos, en la construcción de mis novelas. Por cierto, toda la edición de este primer libro de poemas mío fue recogida por mí y confinada en un desván de la casa de mi padre en Doña Mencía.

-Es indiscutible que su obra poética no fue bien comprendida, porque era “poesía sabia”, fruto de su erudición y del conocimiento reflexivo de los autores clásicos. Quizás también porque no es de la escuela romántica moderna ni de la clásica ordinaria, sin embargo, de lo poco que leído he de coincidir con aquellos que lo que más se aprecia en sus poemas es un ingenio agudo y claro y una instrucción en que compite lo vasto con lo profundo. 

-¡Gracias joven! Permítame comentarle que mis versos valen lo que vale mi prosa, ya que en ellos está en germen, en cifra, en lírico y conciso resumen, todo lo que he sentido, pensado y escrito en prosa, más tarde, con mayor amplitud. Y echando la modestia a un lado ¿por qué no declarar también que en algunos de estos versos, principalmente en El fuego divino, en el idilio del viejo rabadán y A Gláfira, la nitidez, la elegancia sencilla y la atinada limpieza de la forma son notables, lo cual de sobra se conoce que no se consigue sobando y limando, sino por dichosa inspiración? 

Añadiré todavía a mis versos ciertas buenas prendas de que la prosa carece: el candor, la lozanía y la frescura de la juventud, y propósitos más puros, porque los versos están hechos sin la vana y egoísta esperanza de ganar con ellos dinero, influjo o al menos fama inmediata, sino sólo por amor entrañable de la misma poesía y con anhelo cariñoso de vivir en lo futuro en algunas almas afines a la mía, donde despierte o suscite mi voz simpática resonancia, cuando ya no pueda mover con impulso material las ondas del aire.

-Como usted bien sabe don Juan, la composición más ligera, si está bien, es manifestación de la luz interior del alma, que ilumina al mundo del arte, como el sol al mundo real. Y toda obra enseña, sin que el autor aspire a enseñar. 

-Cierto joven, y si me lo permite y ya que hablamos de poemas déjeme declamar éste. De los ciento treinta poemas que según calculo habré dejado, y seguro hallará publicado en alguno de los dos tomos de poesías que me ha comentado que componen estas obras completas y que si no recuerdo mal publiqué en Granada allá por el año 1841 con el título:

                                                    Mi lira

                                        Las cuerdas de mi lira
                                        despiden bandos sones,
                                        de armónica dulzura
                                        henchidas y de amores.
                                        Mi garganta modula
                                        tiernísimas canciones
                                        y el sonido del harpa
                                        languidece de amores;
                                        los aromados céfiros
                                        sus alillas veloces
                                        no extiendan tan suaves
                                        sobre la gayas flores:
                                        ni tan dulces lamentan
                                        con arrullos acordes
                                        las palomas gemelas
                                        que se mueren de amores.
                                        Pero el genio sublime
                                        no inspira mis canciones,
                                        ni despliega sus alas
                                        sobre mi frente pobre.
                                        Sólo me inspiran ¡Cintia!
                                        tus ojos seductores,
                                        tus nudos cabellos
                                        más negros que la noche,
                                        de tu voz melodiosa
                                        los dúlcidos acordes
                                        y de blando sueño
                                        los inocentes goces.

-Muy bello don Juan, el sentimiento lírico aflora en todo su esplendor. Verdaderamente usted fue un poeta aunque haya sido más conocido por sus novelas.

-Joven, en 1886 en el prólogo a mi libro Canciones, romances y poemas escribí: Mi escritura no tendría perdón de Dios, ni yo mismo me perdonaría aunque soy indulgente para con todos y para conmigo, si yo fuese o si a menos no me creyese poeta.

-Gracias don Juan aquí terminaré esta agradable charla por hoy, el calor del verano hostiga ya tan de mañana, pasaré en otro momento.

-Pase cuando quiera joven, no me voy a mover de aquí a no ser que apriete tanto el “Lorenzo” que derrita esta piedra con la que mi efigie se ha hecho. Ja,ja,ja.

CONTINUARÁ …………

José Fernández Álvarez (Jota Efe A)


 


JUGLARES, TROVADORES,
MINISTILES Y GOLIARDOS






I - TROVADORES Y TROVEROS 

Pertenecientes a la etapa monódica de la música, estos “poetas-músicos” medievales representan otro aspecto de la misma: el de la profana. En efecto, pues sus poemas emplean formas, melodías y ritmos, originales o copiados de la música popular. Por otra parte, el término “trovar” procede del latín “tropare”, de “tropus”: melodía; por extensión hacer versos, imitar una composición métrica, aplicándola a distinto asunto.

Con ellos nos encontramos directamente ante los primeros compositores, pues tomado este vocablo en su sentido moderno, son personas que hacen de la creación musical un medio de comunicación espiritual. Fueron dentro de la comunidad medieval una especie de núcleo romántico que en muchos aspectos podemos considerar constituyó la primera bohemia artística.

Aun disponiéndose de algunos textos de aquellas primitivas canciones que entonaban e incluso siendo posible reconstruir los instrumentos de que se acompañaban, pues muchas pinturas del siglo XV los reproducen, lo que no ha llegado hasta nosotros es su música. Bien es cierto que la mayoría no eran músicos, o mejor, no leían música: tocaban “de oído”.

Con distintos nombres y con un ligero desfase temporal, el ciclo trovadoresco surge y se desarrolla en los principales países del universo feudal. Así, en el Sur de Francia (Provenza) florecieron desde 1090 hasta 1290 los trovadores que componen sus obras en el antiguo occitano (lengua oc), en tanto que en la parte norte, en la Borgoña, comparecieron años más tarde los troveros (en lengua d´öil). Los alemanes, aunque con tradición propia, se dejaron influenciar por la práctica de los trovadores: el género musical que ellos cultivaban de denomina minessinger. Estos trovadores germánicos, generalmente de noble linaje, caballero o príncipe, desarrollan su actividad durante los siglos XII a XIV, empleando con preferencia el dialecto suabo. El más destacado de estos “cantores de amor”, pues esa sería la traducción del vocablo del antiguo alemán, fue Walter de Wogelweide.

Por lo que se refiere a la península ibérica la contribución a este movimiento cultural, por parte de las distintas cortes que integraban por aquellas fechas el complejo político hispánico, fue cuantiosa y brillante, si bien la actividad se centra en la personalidad de Alfonso X el Sabio autor de un monumento de la máxima importancia como son las Cantigas de Santa María: Colección de 430 composiciones, escritas en gallego que relatan, sobre todo, los milagros de la Virgen.

El primer trovador de que se tiene noticia fue Guillermo IX de Aquitania. La mayoría fueron nobles o reyes para quienes componer e interpretar canciones era una manifestación más del ideal caballeresco. Así, originariamente cantaban sus poemas en la corte, celebrando a menudo competiciones o torneos musicales. Sus temas predilectos: el amor, la caballería, la religión, la política, la guerra, los funerales y la naturaleza eran versificados en distintas formas poéticas como la cansón (por lo general de amor cortés), la tensón (diálogos o debates), el serventesio (de política o satírica), el planto (lamento fúnebre), el alba (matinal), la serena (nocturna) o la pastorela (encuentros entre un caballero y una pastora), acompañándose generalmente con instrumentos de cuerda como la viella (violín medieval) o el laúd. El corpus melódico constaba de breves composiciones monofónicas a repetir en cada estrofa del poema.

Sin lugar a dudas, el arte de los trovadores influyó de manera decisiva en el desarrollo tanto de la música profana medieval como de la poesía culta de los pueblos latinos.

La obra de los troveros incluye además canciones de gesta y poesía cortesana y, por lo general revelan un mayor interés por la organización formal que las de los trovadores, si bien estaban muy influidas por aquellos, enviados al norte de Francia en torno a 1137 por Leonor de Aquitania, nieta del mencionado Guillermo de Poitiers. Allí los troveros desarrollaron un género propio, similar en su temática y su forma musical al de los trovadores, aunque con carácter más épico. Diferencia a destacar es quizá la práctica de la utilización de estribillos, más característica de los troveros que de los trovadores. Así, esta técnica alcanza un momento de su desarrollo especialmente notable con las conocidas como chansons avec refrains, donde se adapta cada estrofa para ajustarla a un estribillo diferente.

Por último, también en el estilo musical, aún reflejo del de los trovadores, se manifiesta cierta diferencia principalmente cuando alejándose de sus raíces cortesanas comienza a manifestar cada vez con más fuerza un estilo melódico más simple y espontáneo. En esta fase final de la música de los troveros destaca Adan de Halle y no sólo por sus composiciones monofónicas, sino también por su contribución a la historia de la polifonía y del teatro.

II - JUGLARES Y MINISTRILES

En todas las culturas hay algún tipo de música con elementos populares que ha servido para el entretenimiento. En la edad media unos profesionales interpretaban canciones profanas con textos frívolos o galantes, compuestas por los trovadores y lo troveros de Francia o por los minnnesingers de Alemania. Son los “juglares”, personajes, mitad poetas, mitad saltimbanquis, transmisores de la música popular no litúrgica. Mientras que los trovadores componían y cantaban sus propias obras, el juglar sólo interpretaba por no tener formación para más.

El término juglar es la derivación castellana de la palabra latina “jocularis”. Por su uso vemos que el término latino, empleado ya desde el siglo VII, junto con otra de idéntica raíz, joculator, nos revela una clara referencia a la persona que divertía, al rey o al pueblo. Muchos autores, Adolfo Salazar entre ellos, aventuran la hipótesis de que el juglar es un tipo de creador, la existencia del cual, por falta de pruebas documentales, no puede ser atestiguada hasta comienzos del siglo XII, pero cuya presencia anterior se adivina en centurias mucho más remotas. El juglar es realmente el depositario y transmisor, a  través de las generaciones, de un caudal de cultura pagana semipopular eclipsada durante mucho tiempo por la hegemonía espiritual de la Iglesia y que comparece de súbito en el escenario de la historia en la hora en que las cortes medievales empiezan a gustar de los placeres derivados de las manifestaciones del espíritu. La figura del juglar sale de la oscuridad y consigue situarse rápidamente en un escalafón no muy alto, pero sí muy definido y concreto, dentro de la sociedad feudal a la que distrae con sus bromas y ocurrencias. Como dice Antonio Roldán en su libro La Tradición Oral (I): “Salvar el legado”: “el juglar brotó del pueblo, de su manantío bebió la esencia cultural, se entremetió en él. El pueblo le sustentó”. Dotado de singular ingenio, fácil en agudezas y rápido en sus respuestas, el juglar, con sus dotes de bufón y de cómico, es además un hábil improvisador musical. La música y la gracia de su genio son sus herramientas de trabajo.

Son muchas las definiciones que sobre el juglar se han dado, desde el benedictino Fray Liciano Sáez en el siglo XVIII hasta Menéndez Pidal, quienes insisten en tal o cual aspecto de su rica fisonomía, pero para el historiador de la música, fundamentalmente es un intérprete musical. Un hombre hábil y con cualidades para la música que sabe cantar y tocar algún instrumento. Generalmente de extracción humilde, pero que realiza su actividad en los diversos estratos de la sociedad: ante gentes de clase baja, en los palacios de los nobles y reyes, a requerimiento de trovadores, en los caminos o en cualquier lugar. 

La diversidad de funciones que podía hacer el juglar y los ambientes tan dispares en los que desarrolló su actividad determinaron un progresivo distanciamiento entre los que frecuentaban las cortes y los palacios de los nobles o eclesiásticos y los que permanecieron como artistas vagabundos.

Se ocuparon también, (figuran reflejados en algunas miniaturas de las Cantigas del Rey Alfonso X el Sabio) de instrumentistas al servicio de la capilla real o catedrales, acompañando a los clérigos cantores, donde fueron designados, a partir del siglo XIV, con el nombre de ministriles, menestreles en Cataluña. Denominación esta, sin duda para evitar la carga peyorativa que el oficio de juglar habría acumulado. Así, serían o tomaban la condición de personas adscritas a la corte o al servicio del señor, como los restantes servidores o “ministrantes”.


En la sociedad feudal según el instrumento que interpretaban los ministriles cumplían diversas funciones, incluso ocupaban distinto puesto social: los de más elevado nivel, los heráldico tocaban instrumentos o de viento como trompetas, trompas, o timbales y acompañaban a sus señores al campo de batalla; los de carácter estrictamente musical o artístico, tocaban solos o acompañando a los músicos de cuerda o a los cantores en canciones, motetes  y otras piezas polifónicas profanas o sacras y los bajos o de cuerda, en el final del escalafón, que cumplían una función estrictamente cortesana.

El musicólogo catalán Felipe Pedrel escribe que “llamábanse ministriles o menistriles los que tocaban en las iglesias las chirimías, bajones, bajoncillos, serpentones, cornetas tuertas, etc., ejecutando música compuesta ad hoc (tocatas de ministriles) o doblando las partes vocales de las composiciones litúrgicas”.

III - GOLIARDOS

Casi paralelamente al desarrollo de la poesía de los trovadores, y directamente relacionados con el mundo juglaresco, se propaga en gran parte de Europa un género de poesía profana en latín que recibe el nombre de goliárdica. Es un movimiento que se extiende por Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y España, desde el siglo XI al XIII. Sus autores son altos dignatarios de la Iglesia, clérigos y estudiantes perfectamente conocedores de la retórica latina y los autores clásicos. En gran medida y apoyándose en la música, los goliardos parodian la solemnidad de los himnos eclesiásticos y centran su temática en el canto elogioso de la taberna, el juego y la mujer.

Se les llama “clerici vagantes” o clérigos vagabundos, que van de una ciudad a otra, principalmente donde había una universidad, para pasar el tiempo y distraerse oyendo a maestros nuevos o por el mero gusto de llevar una vida andariega y libre. Se produce un desplazamiento temático, pues de la cátedra a la taberna, de la escuela o templo a la plaza o calle, al modo juglaresco, llevan sus cantos alegres, y despreocupados, cargados de ingenio para satirizar el ambiente que les rodea.

El origen de la palabra goliardo, procede del Concilio de Nicea, donde se condenó a los clérigos que andaran errabundos, sin someterse a la disciplina eclesiástica. En su evolución, pasó a designarse con este nombre a las gentes rebeldes, de vida poco ordenada. Más tarde en el siglo XIII, con la aparición de las universidades y el auge de las ciudades, muchos estudiantes, pícaros y clérigos encontraron en el deambular de un lugar a otro un modo de vida. De estas gentes habría de surgir la literatura goliárdica, unas obras profanas, generalmente en verso, cuyos temas eran los aspectos placenteros de la vida, las relaciones amorosas, licenciosas, los juegos de azar, el vino y las tabernas y a menudo las burlas sobre la ignorancia de los clérigos.

Para otros autores, el término goliardo deriva de “Golías”, personaje que a veces se identifica con el gigante bíblico Goliat, símbolo, en algunos escritos de hombre soberbio y vano. Hay también quien lo hace derivar de la gula y designaría al hombre dado a los placeres en exceso.

En todo caso los goliardos son poetas cultos de la época, algunos de ellos muy conocidos, que escribían sus poemas en latín (en ningún caso se trata de poesía popular), aunque la temática abordada en los mismos fuera de lo más atrevida: cantos anticlericales, blasfemias, cantos a la hermosura femenina con marcado carácter erótico, cantos a la naturaleza, a la “potencia” de la juventud y especialmente cantos de alabanza báquica.

Estas poesías eran acompañadas por instrumentos musicales y el ritmo rápido y alegre de muchas de ellas, adecuadas a juveniles y desenfadados ambientes universitarios, desarrolla una música totalmente alejada del tono solemne o litúrgico.

La más famosa colección de versos goliárdicos es la denominada Carmina Burana. Se trata de una recopilación de cancioneros (“carmina” es canción en latín y en español podría traducirse por el término medieval de cantiga), realizada por un clérigo alemán, hacia mediados del siglo XIII y guardada en el monasterio benedictino de Beuren, de donde toma el nombre. Descubiertos en 1803, en estos textos escritos en gran parte en latín medieval, pero también en antiguo alemán con mezcla de latín y de francés proliferan combinaciones rítmicas aportando una flexibilidad poética muy distinta a la de la poesía clásica latina.

Por supuesto se trata de canciones de taberna, de amor, satíricas, en términos picantes, procaces y muy atrevidos.

El compositor alemán contemporáneo Carl Orff, escogió 25 canciones de los Carmina Burana y los ordenó de modo que pudieran ser representados en un escenario. En cuanto a la música, se amoldó a la sencillez de los textos, repitiendo en algunas de las piezas la melodía en cada estrofa, casi sin variantes.

Entre estas canciones la más conocida es la que entona el coro de borrachos y que dice:

“Cuando estamos en la taberna
no nos preocupamos de lo terrestre,
sino que nos precipitamos al juego,
en lo que nos afanamos siempre”.

Por último, mencionar las colecciones Carmina Cantabrigensi, en la que se incluyen canciones escritas en el valle del Rin en el siglo XI y Carmina Rivipullensa, repertorio completo, carente de escritura musical, de alto valor erótico-amoroso, escritos tanto dentro del monasterio catalán de Ripoll como en los aledaños y atribuidos a un solo poeta conocido como el “monje enamorado”.

Francisco Asís Granados Mellado (Asís Granados)

 



Aunque no me veas existo







Hoy hace diez años de aquel verano, en el que decidimos jugar a la ouija. Teníamos demasiada juventud y bastante desconocimiento. Aunque sabíamos que no era un juego cualquiera, no terminábamos de creernos las consecuencias de aquel juego. Después de tanto tiempo, nos quedó claro todo.

Todo comenzó la noche de San Juan. Teníamos entre dieciocho y veinte años. Hacíamos lo que cualquier joven de nuestra edad; bebíamos, reíamos sin parar. Decidimos jugar a la ouija, pues no estaban nuestros padres y no podrían controlarnos. Ninguno de nosotros sabíamos el manual de instrucciones de la ouija y mucho menos creíamos en ella. Lo único que sabíamos era lo poco que habíamos visto en las películas. Nos movía la diversión y un poco el desconocimiento. Nos dispusimos a jugar y comenzamos a invocar a los espíritus en tono jocoso. En ese momento el vaso comenzó a moverse por el tablero. Al ver aquello nos entró una risa nerviosa que hizo que pensáramos que alguno de nosotros estaba moviendo el vaso. El vaso iba señalando una a una cada letra formando una frase.

- “Aunque no me veas existo”

La situación hizo que nos animáramos más. Por un momento el vaso se paró y seguidamente volvió a señalar otras letras… En ellas ponía…

- “SOY SATANÁS”

Mi amigo al escucharlo en tono de burla contestó “y yo el ESPÍRITU SANTO”. Seguidamente le dio una patada al tablero, cayendo el vaso y rompiéndose en mil pedazos.

Al año siguiente habiendo llegado el verano dos de los amigos con los que jugué a la ouija murieron en un accidente de motocicleta. Desde aquel momento, ninguno de los que nos encontrábamos en aquel lugar aquel día volvimos a juntarnos para pasar el verano. Siempre mantuvimos el contacto. El año pasado llamé a mi amigo Oscar, su madre respondió a la llamada… Su voz tenía un tono triste y desolador. Le pregunté qué pasaba y me dijo que Oscar había muerto en un accidente laboral el día de San Juan. De pronto comencé a entender todo… Mis tres amigos habían fallecido en un día señalado: el día de SAN JUAN… No me lo podía creer, pues el día que decidimos desafiar a la OUIJA había sido ese mismo día; el día de SAN JUAN. ¿Simple casualidad o realmente Satanás nos perseguía para matarnos?

Hoy hace justamente diez años de aquel verano. He quedado con mi amigo Toni para tomarnos algo, pues somos los únicos que quedamos de la pandilla. Estuvimos recordando a nuestros amigos entre risas y llantos. Habían muerto muy jóvenes… Le comenté a Toni sobre la fecha en la que habían muerto y justo coincidía en el día en el que nos encontrábamos. Tony le restó importancia.

Nos fuimos a casa, ya era tarde. Yo me subí a la habitación, pero no podía conciliar el sueño. Bajé a beberme un vaso de agua y cuando lo cogí un papel cayó sobre el suelo. En él ponía: “Aunque no me veas existo” No me lo podía creer. De pronto comencé a escuchar el llanto de una mujer, junto a un grito desesperado. De repente sonó el teléfono… Era Tony muy angustiado. Comentaba que no encontraba a su mujer por ningún lado. Yo intenté tranquilizarlo. Le dije que no se preocupara, que en breve iría hacia su casa. Cuando me disponía a salir volví a escuchar los llantos de aquella mujer… Al mirar al suelo, vi que había un charco de sangre. En el suelo había pisadas y decidí seguirlas… Conducían hacia mí habitación. Al abrir la puerta me encontré a la mujer de mi amigo colgada del techo. Tenía un puñal clavado en el corazón. En ese momento salí despavorido. Me dirigí a casa de Tony. La puerta se encontraba abierta. Allí estaba él, tirado en el suelo del salón. Había fallecido. Sus ojos permanecían abiertos, parecía como si hubiese visto al diablo. En su pecho había una inscripción que decía: “No debisteis haberos reído”. En ese mismo instante caí desplomado al suelo. Al despertar me encontraba en el hospital. Sé que el próximo San Juan SATANÁS vendrá a por mí.


José Carlos Ortiz de Galisteo (Carlos Delg.)


 

Inquietudes del alma






                        ¡Es maravilloso
                        e increíble…
                        saber…
                        que detrás
                        de esta fastuosa Red…
                        en apariencia…
                        oculta, fría y distante!…
                        ¡Capaz de unirnos…
                        en cualquier
                        instante…
                        A parejas,
                        amigos,
                        desconocidos,
                        socios,
                        familiares,
                        confidentes…
                        Y a tantos…
                        Y tantos millones
                        de seres…
                        Desde puntos
                        tan lejanos!…
                        ¡Acercándonos…
                        como si estuviésemos
                        frente a frente…
                        o al lado justo…
                        unos de otros…
                        Sin esfuerzo alguno…
                        gasto o impedimento…
                        natural
                        físico
                        moral
                        humano
                        o extraño!…
                        ¡Posibilitando…
                        el intercambio,
                        Información,                                                       
                        Civilización,                                                  

                        Historia,
                        Cultura,
                        Arte,
                        Conocimiento,
                        Ciencia,
                        Talento,…
                        Fraternidades,
                        Amores…
                        Y buenos
                        Y malos
                        sin sabores!…
                        ¡Sabiendo
                        en todo momento…
                        controlarlo…
                        Y usarlo!…
                        ¡Para nó dar dañino
                        uso de ello..
                        Ni estallarnos
                        jamás…
                        entre las manos!...
                        ¡¡¡Nó tuviesen la suerte
                        de conocerla
                        nuestros abuelos
                        y los padres de ellos!!!...
                        ¡Pareciéndoles…
                        de seguro…
                        Incluso “dantesco”..
                        el invento!...
                        ¡De someternos
                        con él…
                        o atraparnos!...
                        Como al principio…
                        temíamos…
                        (Ignorándolo)…
                        Dejándolo un poco
                        apartado un tiempo…
                        por miedo innato…
                        ¡Sobre todo si un Ente
                        o Pais Soberano…
                        nos espiase
                        a través de él…
                        O nos enfrentase..
                        a su yugo y mando…!
                        Traicionándonos…
                        ¡¡¡Y soberbio…
                        que a cualquier
                        hora podamos
                        saber qué pasa
                        en el Mundo…
                        Leer un buen Libro..
                        Escuchar una Canción…
                        Estudiar y Prepararnos…
                        Comunicarnos de inmediato…
                        Sin movernos del sitio…
                        ni tener que desplazarnos!!!...
                        ¡Sólo viéndonos en un Dispositivo
                        cada vez más nuevo,
                        moderno
                        y más cambiado!...
                        ¡¡¡Avanzando tanto en tan pocos años!!!...
                        ¡Es por cuanto me arranco…
                        en estos versillos traviesos…
                        Comparándolos
                        con los que nó hace mucho
                        con sorna y disgusto…
                        expresaba alegremente
                        con celo…
                        (Y a que continuación
                        al margen detallo)…
                        Para contrastar
                        los distintos pensamientos…
                        Sorprendiéndome
                        y sorprendiendo…
                        del cambio y efecto!…
                        ¡¡¡Dá satisfacción…
                        disponer de esas amistades
                        lejanas…
                        Nada más contactar…
                        cuando a uno le viene en ganas…
                        Hasta en distintas lenguas…
                        Y ser correspondido!!!...
                        ¡¡¡Que satisfacción
                        Plena…
                        tener amig@s...
                        sin limitaciones
                        prejuicios
                        ni espacios!!!…
                        ¡A todos cuantos
                        les dedico estos versillos…
                        afectuosos y sencillos…
                        Agradeciéndoles…
                        su atención
                        y existencia!...
                        ¡¡¡Viva la Ciencia…
                        Si es para progresar…
                        de verdad…
                        Acercarnos…
                        Y apoyarnos!!!...
                        ¡¡¡Y estar todos unidos!!!
                        ¡¡¡Cada vez más!!!...
                        Que es de lo que debería tratar…
                        Siempre…
                        Cualquier cosa,
                        Estamento...
                        Estado o Entidad…
                        ¡¡¡Y en la mayor Igualdad!!!...
                        ¡Que es el quid final…
                        Para el que aquí estamos
                        tod@s!...
                        Nó desistiendo en vida de intentarlo…