diciembre 01, 2023

Fracisco Asís Granados Mellado (escritor)

 


ALERTA ZOMBI








Las calles estaban desiertas, la gente se refugiaba en sus casas porque tenía miedo a salir fuera, debido al mal que le acechaba.

Todo comenzó hará unos dos años, una extraña enfermedad se apoderaba de las personas causándoles la muerte inmediata, pero algo raro les pasaba a las dos horas de morir, despertaban en un estado como de zombis, eran totalmente diferentes de lo que eran en vida y se alimentaban de animales y sobre todo de personas. Estos zombis no eran como estamos acostumbrados a ver en películas, estos tenían inteligencia, se juntaban en grupos para organizarse y cazar. Las personas más débiles las guardaban como comida y a los más fuertes los convertían como ellos.

La familia de Jon era de las pocas que quedaba con vida en el pueblo, estaba Mery, su esposa; Jimmy, su hijo y Érica, su hija. Resistían en su vieja casa con todas las puertas y ventanas tapiadas con listones de madera para evitar que los come-carne (como ellos los llamaban) entrasen en la casa. Solían atacar cuando caía la noche, pero por el día se paseaban en torno a las casas,  al acecho, vigilando por si veían a alguien para poder atraparlos.

Jon era un ex marine muy bien preparado en supervivencia y artes de lucha. Mery trabajaba como maestra en el pueblo y cuando tenía que pelear, peleaba. Jimmy, un joven de veinte años que había aprendido muchas cosas de su padre. Érica, la más chica y la que entre todos protegían, solo tenía ocho años.

Jon escucho un golpe en la parte de atrás de la casa y fue a ver qué pasaba. Había dos come-carne intentando entrar a la casa, no podía hacer mucho ruido para evitar que los demás acudieran al sonido, entonces Jon decidió enfrentarse a ellos cuerpo a cuerpo, salió con mucho cuidado de la casa, se escondió detrás de unos cubos grandes de basura y con su machete atacó a los dos come-carne, la única forma de matarlos era cortándoles la cabeza o disparándoles en la cabeza con balas rellenas de sal. Jon ya había matado a unos cuantos y sabía cómo hacerlo. Mery llamó a sus hijos y les dijo que se agacharan y no hiciesen ruido, había otros dos en la puerta principal intentando mirar por las pequeñas rajas que había entre las tablas de madera que cubrían las ventanas. Silencio, dijo Mery, mientras Jimmy le tapaba la boca a Érica, la pequeña, estaba muy asustada. Pasaron unos minutos y los come-carne decidieron irse. Mery  respiró aliviada, entró Jon y le dijo que se tenían que marchar de allí, que posiblemente ya los habían descubierto y no estaban seguros. Allí además se estaban quedando sin comida ni bebida y tenían que salir sí o sí.

Jon llevaba días observando que los zombis al escuchar una especie de sirena todos se iban hacia un punto, era como si alguien los llamara y ellos acudían. La familia esperó  hasta ese toque para poder salir de su casa, a pocos metros se encontraba un supermercado y una tienda de armas, tenían que armarse bien para poder sobrevivir, Jon cogió de su casa todo lo que le podía servir, y se dispusieron a salir. Salieron corriendo sin hacer ruido hacia el supermercado, Jon cogió un trapo y se dirigió hacia una pequeña ventana se lió el trapo en su mano y rompió el cristal, primero entro él para asegurarse de que no hubiera ningún peligro y después entro la familia. Estaba todo destrozado, pero aún quedaba comida que ellos podían coger. De repente, Mery escuchó un ruido que venía del fondo del pasillo. Se escondieron, Jimmy se acercó a ver, y sí, al fondo había alguien. Estaba escondido entre las estanterías, Jimmy lo agarró fuertemente del pie y lo sacó de debajo de la estantería y le apuntó con su pistola en la cabeza.

- No, no dispares por favor.

- ¿Quién eres?, dijo Jimmy.

- Soy Kevin, no dispares, no soy un come-carne, estaba aquí  para conseguir comida, no dispares por favor.

Jimmy se aseguró de que Kevin no tuviera ninguna mordedura y lo llevó con su familia. Kevin tenía una radio con la cual había contactado con gente en su misma situación y que habían hecho una especie de cuartel donde estaban seguros de los zombis. Kevin les propuso a Jon y a su familia ir con aquellas personas, pero lo malo era que el cuartel estaba a unos cien kilómetros de donde ellos se encontraban y tendrían que atravesar el bosque. Jon pensó que era una locura pero que sería mejor que quedarse allí esperando que los come-carne los cazaran.

Comenzaron a coger todo lo que pudieron del supermercado. Jimmy y Kevin fueron a la tienda de armas y cogieron también todas las armas y munición que pudieron, lo cargaron en el coche y empezaron a alejarse de allí, pero Jon antes de marcharse quería ver donde se reunían los zombis y quien era el o los que tocaban esas sirenas que controlaban a los come-carne. Vieron a dos zombis que se dirigían hacia una gran nave que había en las afueras del pueblo, decidieron seguirlos con sigilo. Jon apagó el motor del coche, y junto a Jimmy y Kevin, decidieron asomarse a aquella nave, Kevin encontró unos pequeños agujeros en la pared de la nave donde podían ver el interior de la misma. Había cientos, miles de zombis en aquel sitio, tenían que ir con mucho cuidado para no ser oídos ni vistos, cuando de pronto vieron aparecer a un hombre de raza negra, se subió a lo alto como de un escenario que allí había y todos los zombis se arrodillaron ante su presencia, aquel hombre era grande de unos dos metros de altura y gran espalda, su cara la llevaba pintada de blanco y alrededor de su cuerpo llevaba una especie de símbolos, también pintados de blanco. Lo que les extrañó a los tres es que no parecía zombi, era un hombre normal, más parecido a un chamán que a un zombi. Aquel hombre les empezó a hablar y les decía algo de venganza.  No pudieron escuchar bien, cuando, de repente, a Kevin se le cayó la radio que llevaba, dando la alerta a los zombis. Tenían que salir corriendo, el coche estaba a unos cien metros, los zombis empezaron a correr rápidamente a por ellos, pero Mery al verlos correr, cogió el coche y acelerando se dirigió a por ellos antes que les dieran caza. Consiguieron subir al vehículo y salir de allí, pero uno de los come-carne se agarró al capó y no había forma de que se soltara. Jimmy cogió su pistola y le voló la cabeza, y pudieron continuar su marcha.

Pasados unos treinta kilómetros, ¡puf!, el coche se les quedó parado y aún estaban muy lejos del cuartel general. Jon que sabía de mecánica miró el motor del coche pero se dio cuenta que el problema no era el motor, el problema era la gasolina, justo en la entrada del bosque, así que, tendrían que continuar su camino a pie hasta que pudieran coger otro vehículo. Cogieron lo justo para poder atravesar el bosque sin complicación y sin ninguna carga innecesaria, tendrían que aligerar para encontrar un refugio y pasar la noche sin sobresaltos.

Encontraron una pequeña cueva donde podrían pasar la noche y refugiarse del frío y del agua que estaba cayendo. Todos dormían menos Jon, que decidió hacer guardia por si algún mal se les venía encima. Mery empezó a tener un sueño de cuando su vida de maestra era normal con su marido e hijos, cuando, un fuerte golpe la despertó a ella y a todos. Jon les dijo que mantuvieran el silencio, parecía ser que una manada de lobos merodeaban cerca de ellos, no podían descubrirlos porque si no sería su final, uno de los lobos se acercó a la cueva y empezó a olisquear por allí cuando de pronto una serie de disparos los ahuyentaron. La familia y Kevin respiraron aliviados, perooo, ¿de quién provenían aquellos disparos?, se preguntaban. Jon y Jimmy salieron a ver quién era mientras Kevin se quedaba protegiendo a Mery y Érica. Al poco tiempo escucharon otro disparo cerca y vieron a una persona acercándose a ellos y preguntándoles si se encontraban bien. Sí, respondieron ambos, cuando llegó a la altura del padre y del hijo se presentó, era Peter, un viejo granjero que se había criado en aquellos bosques.

Peter se había quedado solo, toda su familia la habían matado los zombis y un hijo de él estaba convertido en uno de ellos. Jon le invitó a que hiciera el camino con ellos, Peter se unió al grupo, él podría ayudarlos bien por aquel bosque. A la mañana siguiente reanudaron el viaje, aún le quedaba un largo camino por delante. Consiguieron salir de aquel bosque y llegaron a un pequeño pueblo, estaba desolado y arrasado por los zombis, había muchos cadáveres en el suelo víctimas de los buitres y otros carroñeros, tenían que ir con mucho cuidado por si los come-carne estuvieran cerca de allí. De pronto, Mery empezó a sentirse mal con mareos y vómitos, cayó al suelo desmayada, Jon la cogió entre sus brazos y se metieron en un edificio, no sin antes asegurarse que fuera seguro. Mientras Jon y Peter buscaban donde dejar a Mery, Jimmy y Kevin subieron a la planta de arriba por si hubiera peligro, pero no, todo parecía tranquilo. Al  cabo de unos minutos, Mery reaccionó y despertó, Jon la abrazó y Mery le dijo que se temía lo peor, que seguramente estaba embarazada y por supuesto no era el mejor momento para tener un hijo en aquellas condiciones. Jon la tranquilizó y le dijo que no se preocupara que todo saldría bien, Mery se echó a llorar. Cuando, de pronto y sin que ellos se lo esperaran, del sótano del edificio empezaron a sonar unos golpes muy fuertes, y salieron decenas de zombis, Jon y Peter se defendían como podían, pero eran muchos para ellos dos, Mery estaba aún débil y Jimmy y Kevin se encontraban en la planta de arriba, Jon defendía a Erika de un grupo de come-carne. Los zombis se llevaron a Mery de allí y se alejaron, Jon intentó correr detrás de ellos para rescatarla pero fue inútil. Él quería seguir pero Peter lo paró y le dijo que era una locura, que lo sentía mucho por Mery pero que ya no había nada que hacer.

 Caía la noche y escucharon unos golpes en la puerta y una voz llamándolos, era Mery que había podido escapar de los zombis, le abrieron rápidamente la puerta, la entraron deprisa y volvieron a cerrar la puerta por si los come-carne le hubieran seguido. Jon le preguntó a Mery que como había logrado escapar de ellos, ella le dijo que de pronto se escucharon esas raras sirenas y la dejaron tirada en mitad del bosque y acudieron a la llamada. Mery se retiró un momento al baño y debajo de su camiseta, justo a la altura del pecho vio como tenía unos profundos arañazos producidos por los zombis, Mery pensó que sería mejor no decir a los demás nada de aquellos arañazos y ocultarlos, porque ellos tenían bien claro que cualquiera de ellos que hubiera sido  mordido lo quitarían del medio antes de convertirse en un zombi, se curó como pudo y salió con el resto del grupo. Allí los demás estaban preparando un plan para poder salir de allí y llegar hasta el cuartel general de la resistencia. Jon y Peter habían visto una furgoneta no muy lejos de donde ellos se encontraban, y estaban dispuestos a ir a por ella para continuar su viaje, pero esa noche decidieron  quedarse allí en aquel edificio y salir al día siguiente.

Estando todos descansando, menos Jon que hacía guardia, empezaron a escuchar las sirenas llamando a los come-carne. Mery empezó a sentir una sensación algo extraña, era como si aquel  ruido le atrajera cada vez más fuerte, pero ella se resistía, no quería escucharlo, salió corriendo y se cerró en el baño para evitar la tentación. Al cabo de unos minutos el ruido cesó, Jimmy y Kevin fueron a por Mery a ver lo que le pasaba, entraron los dos al baño y no estaba. De pronto, apareció detrás de ellos y como si fuera un animal salvaje se abalanzó sobre ellos destrozándolos y matándolos, Mery ya era una come-carne hambrienta. Bajo las escaleras estaba su hija, se dirigió hacia ella con la intención de devorarla, Érica al ver a su madre convertida en aquella cosa empezó a gritar. Jon y Peter corrieron a su ayuda, Jon con todo su dolor al ver a su mujer cogió su machete y antes de que mordiera a Érica le cortó la cabeza cayendo desplomada al suelo, cogió a su hija e intentó calmarla. Cuando Peter llamó la atención de Jon.

 -“ven, mira Jon, asómate”

Jon echó un vistazo por la ventana y había cientos y cientos de zombis que se dirigían hacia ellos. Jon cogió a su hija y la escondió en un lugar seguro detrás de la casa, era una especie de caja de hierro que allí se encontraba, le echó el candado y fue a por Peter para ver cómo podían salir de aquella situación. Buscaron por aquel lugar algo que les pudiera ayudar, Jon bajó al sótano y allí encontró unos veinte bidones de gasolina, decidieron colocarlos por varios puntos del edificio. Los tenían todos ya repartidos y de repente, escucharon una voz, se asomaron por la ventana y era aquel hombre negro que parecía controlar a los zombis que decía:

 - mi venganza esta cada vez más cerca, os convertiré a todos en zombis por maltratar y matar a mi pueblo. Jon miró a Peter, no entendiendo que quería decir, Peter le dijo que no estaba seguro, pero que había países africanos que convertían a la gente en zombis, y aquel hombre sería uno de esos locos. Decidieron hacer mucho ruido para que todos los zombis entraran al edificio, lo consiguieron, estaban todos allí dentro y se dirigían hacia ellos hambrientos y llenos de odio, cuando estaban a punto de abalanzarse y devorarlos, Jon y Peter contaron hasta tres, sacaron sus mecheros, y todos volaron por los aires, todos incluso ellos dos, dieron su vida para salvar a la humanidad.

Desde el cuartel general escucharon aquella impresionante explosión, se dirigieron allí varios coches, la escena era terrible, había trozos de cuerpos por todos lados, escucharon un ruido que venía de la caja de hierro, era Érica, estaba viva, rompieron el candado la sacaron y se la llevaron al cuartel. Una vez allí todos, celebraban la destrucción de los zombis, pero lo que no sabían era que Érica estaba infectada, y que se estaba convirtiendo en come-carne, poco a poco.


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