Las calles estaban desiertas, la gente
se refugiaba en sus casas porque tenía miedo a salir fuera, debido al mal que
le acechaba.
Todo comenzó hará unos dos años, una
extraña enfermedad se apoderaba de las personas causándoles la muerte
inmediata, pero algo raro les pasaba a las dos horas de morir, despertaban en
un estado como de zombis, eran totalmente diferentes de lo que eran en vida y
se alimentaban de animales y sobre todo de personas. Estos zombis no eran como
estamos acostumbrados a ver en películas, estos tenían inteligencia, se
juntaban en grupos para organizarse y cazar. Las personas más débiles las
guardaban como comida y a los más fuertes los convertían como ellos.
La familia de Jon era de las pocas que
quedaba con vida en el pueblo, estaba Mery, su esposa; Jimmy, su hijo y Érica,
su hija. Resistían en su vieja casa con todas las puertas y ventanas tapiadas
con listones de madera para evitar que los come-carne (como ellos los llamaban)
entrasen en la casa. Solían atacar cuando caía la noche, pero por el día se
paseaban en torno a las casas, al
acecho, vigilando por si veían a alguien para poder atraparlos.
Jon era un ex marine muy bien
preparado en supervivencia y artes de lucha. Mery trabajaba como maestra en el
pueblo y cuando tenía que pelear, peleaba. Jimmy, un joven de veinte años que
había aprendido muchas cosas de su padre. Érica, la más chica y la que entre todos
protegían, solo tenía ocho años.
Jon escucho un golpe en la parte de
atrás de la casa y fue a ver qué pasaba. Había dos come-carne intentando entrar
a la casa, no podía hacer mucho ruido para evitar que los demás acudieran al
sonido, entonces Jon decidió enfrentarse a ellos cuerpo a cuerpo, salió con
mucho cuidado de la casa, se escondió detrás de unos cubos grandes de basura y
con su machete atacó a los dos come-carne, la única forma de matarlos era
cortándoles la cabeza o disparándoles en la cabeza con balas rellenas de sal.
Jon ya había matado a unos cuantos y sabía cómo hacerlo. Mery llamó a sus hijos
y les dijo que se agacharan y no hiciesen ruido, había otros dos en la puerta
principal intentando mirar por las pequeñas rajas que había entre las tablas de
madera que cubrían las ventanas. Silencio, dijo Mery, mientras Jimmy le tapaba
la boca a Érica, la pequeña, estaba muy asustada. Pasaron unos minutos y los
come-carne decidieron irse. Mery respiró
aliviada, entró Jon y le dijo que se tenían que marchar de allí, que
posiblemente ya los habían descubierto y no estaban seguros.
Allí además se estaban quedando sin comida ni bebida y tenían que salir sí o
sí.
Jon llevaba días observando que los
zombis al escuchar una especie de sirena todos se iban hacia un punto, era como
si alguien los llamara y ellos acudían. La familia esperó hasta ese toque para poder salir de su casa,
a pocos metros se encontraba un supermercado y una tienda de armas, tenían que
armarse bien para poder sobrevivir, Jon cogió de su casa todo lo que le podía
servir, y se dispusieron a salir. Salieron corriendo sin hacer ruido hacia el
supermercado, Jon cogió un trapo y se dirigió hacia una pequeña ventana se lió
el trapo en su mano y rompió el cristal, primero entro él para asegurarse de
que no hubiera ningún peligro y después entro la familia. Estaba todo
destrozado, pero aún quedaba comida que ellos podían coger. De repente, Mery
escuchó un ruido que venía del fondo del pasillo. Se escondieron, Jimmy se
acercó a ver, y sí, al fondo había alguien. Estaba escondido entre las
estanterías, Jimmy lo agarró fuertemente del pie y lo sacó de debajo de la
estantería y le apuntó con su pistola en la cabeza.
- No, no dispares por favor.
- ¿Quién eres?, dijo Jimmy.
- Soy Kevin, no dispares, no soy un
come-carne, estaba aquí para conseguir
comida, no dispares por favor.
Jimmy se aseguró de que Kevin no
tuviera ninguna mordedura y lo llevó con su familia. Kevin tenía una radio con
la cual había contactado con gente en su misma situación y que habían hecho una
especie de cuartel donde estaban seguros de los zombis. Kevin les propuso a Jon
y a su familia ir con aquellas personas, pero lo malo era que el cuartel estaba
a unos cien kilómetros de donde ellos se encontraban y tendrían que atravesar
el bosque. Jon pensó que era una locura pero que sería mejor que quedarse allí
esperando que los come-carne los cazaran.
Comenzaron a coger todo lo que
pudieron del supermercado. Jimmy y Kevin fueron a la tienda de armas y cogieron
también todas las armas y munición que pudieron, lo cargaron en el coche y
empezaron a alejarse de allí, pero Jon antes de marcharse quería ver donde se
reunían los zombis y quien era el o los que tocaban esas sirenas que
controlaban a los come-carne. Vieron a dos zombis que se dirigían hacia una
gran nave que había en las afueras del pueblo, decidieron seguirlos con sigilo.
Jon apagó el motor del coche, y junto a Jimmy y Kevin, decidieron asomarse a
aquella nave, Kevin encontró unos pequeños agujeros en la pared de la nave
donde podían ver el interior de la misma. Había cientos, miles de zombis en
aquel sitio, tenían que ir con mucho cuidado para no ser oídos ni vistos,
cuando de pronto vieron aparecer a un hombre de raza negra, se subió a lo alto
como de un escenario que allí había y todos los zombis se arrodillaron ante su
presencia, aquel hombre era grande de unos dos metros de altura y gran espalda,
su cara la llevaba pintada de blanco y alrededor de su cuerpo llevaba una
especie de símbolos, también pintados de blanco. Lo que les extrañó a los tres
es que no parecía zombi, era un hombre normal, más parecido a un chamán que a
un zombi. Aquel hombre les empezó a hablar y les decía algo de venganza. No pudieron escuchar bien, cuando, de
repente, a Kevin se le cayó la radio que llevaba, dando la alerta a los zombis.
Tenían que salir corriendo, el coche estaba a unos cien metros, los zombis
empezaron a correr rápidamente a por ellos, pero Mery al verlos correr, cogió
el coche y acelerando se dirigió a por ellos antes que les dieran caza.
Consiguieron subir al vehículo y salir de allí,
pero uno de los come-carne se agarró al capó y no había forma de que se
soltara. Jimmy cogió su pistola y le voló la cabeza, y pudieron continuar su
marcha.
Pasados unos treinta kilómetros,
¡puf!, el coche se les quedó parado y aún estaban muy lejos del cuartel
general. Jon que sabía de mecánica miró el motor del coche pero se dio cuenta
que el problema no era el motor, el problema era la gasolina, justo en la
entrada del bosque, así que, tendrían que continuar su camino a pie hasta que
pudieran coger otro vehículo. Cogieron lo justo para poder atravesar el bosque
sin complicación y sin ninguna carga innecesaria, tendrían que aligerar para
encontrar un refugio y pasar la noche sin sobresaltos.
Encontraron una pequeña cueva donde
podrían pasar la noche y refugiarse del frío y del agua que estaba cayendo.
Todos dormían menos Jon, que decidió hacer guardia por si algún mal se les
venía encima. Mery empezó a tener un sueño de cuando su vida de maestra era
normal con su marido e hijos, cuando, un fuerte golpe la despertó a ella y a todos.
Jon les dijo que mantuvieran el silencio, parecía ser que una manada de lobos
merodeaban cerca de ellos, no podían descubrirlos porque si no sería su final,
uno de los lobos se acercó a la cueva y empezó a olisquear por allí cuando de
pronto una serie de disparos los ahuyentaron. La familia y Kevin respiraron
aliviados, perooo, ¿de quién provenían aquellos disparos?, se preguntaban. Jon
y Jimmy salieron a ver quién era mientras Kevin se quedaba protegiendo a Mery y
Érica. Al poco tiempo escucharon otro disparo cerca y vieron a una persona
acercándose a ellos y preguntándoles si se encontraban bien. Sí, respondieron
ambos, cuando llegó a la altura del padre y del hijo se presentó, era Peter, un
viejo granjero que se había criado en aquellos bosques.
Peter se había quedado solo, toda su
familia la habían matado los zombis y un hijo de él estaba convertido en uno de
ellos. Jon le invitó a que hiciera el camino con ellos, Peter se unió al grupo,
él podría ayudarlos bien por aquel bosque. A la mañana siguiente reanudaron el
viaje, aún le quedaba un largo camino por delante. Consiguieron salir de aquel
bosque y llegaron a un pequeño pueblo, estaba desolado y arrasado por los
zombis, había muchos cadáveres en el suelo víctimas de los buitres y otros
carroñeros, tenían que ir con mucho cuidado por si los come-carne estuvieran
cerca de allí. De pronto, Mery empezó a sentirse mal con mareos y vómitos, cayó
al suelo desmayada, Jon la cogió entre sus brazos y se metieron en un edificio,
no sin antes asegurarse que fuera seguro. Mientras Jon y Peter buscaban donde
dejar a Mery, Jimmy y Kevin subieron a la planta de arriba por si hubiera
peligro, pero no, todo parecía tranquilo. Al
cabo de unos minutos, Mery reaccionó y despertó, Jon la abrazó y Mery le
dijo que se temía lo peor, que seguramente estaba embarazada y por supuesto no
era el mejor momento para tener un hijo en aquellas condiciones. Jon la
tranquilizó y le dijo que no se preocupara que todo saldría bien, Mery se echó
a llorar. Cuando, de pronto y sin que ellos se lo esperaran, del sótano del
edificio empezaron a sonar unos golpes muy fuertes, y salieron decenas de
zombis, Jon y Peter se defendían como podían, pero eran muchos para ellos dos,
Mery estaba aún débil y Jimmy y Kevin se encontraban en la planta de arriba,
Jon defendía a Erika de un grupo de come-carne. Los zombis se llevaron a Mery
de allí y se alejaron, Jon intentó correr detrás de ellos para rescatarla pero
fue inútil. Él quería seguir pero Peter lo paró y le dijo que era una locura,
que lo sentía mucho por Mery pero que ya no había nada que hacer.
Caía la noche y escucharon unos golpes
en la puerta y una voz llamándolos, era Mery que había podido escapar de los
zombis, le abrieron rápidamente la puerta, la entraron deprisa y volvieron a
cerrar la puerta por si los come-carne le hubieran seguido. Jon le preguntó a
Mery que como había logrado escapar de ellos, ella le dijo que de pronto se
escucharon esas raras sirenas y la dejaron tirada en mitad del bosque y
acudieron a la llamada. Mery se retiró un momento al baño y debajo de su
camiseta, justo a la altura del pecho vio como tenía unos profundos arañazos
producidos por los zombis, Mery pensó que sería mejor no decir a los demás nada
de aquellos arañazos y ocultarlos, porque ellos tenían bien claro que
cualquiera de ellos que hubiera sido
mordido lo quitarían del medio antes de convertirse en un zombi, se curó
como pudo y salió con el resto del grupo. Allí los demás estaban preparando un
plan para poder salir de allí y llegar hasta el cuartel general de la
resistencia. Jon y Peter habían visto una furgoneta no muy lejos de donde ellos
se encontraban, y estaban dispuestos a ir a por ella para continuar su viaje,
pero esa noche decidieron quedarse allí
en aquel edificio y salir al día siguiente.
Estando todos descansando, menos Jon
que hacía guardia, empezaron a escuchar las sirenas llamando a los come-carne.
Mery empezó a sentir una sensación algo extraña, era como si aquel ruido le atrajera cada vez más fuerte, pero
ella se resistía, no quería escucharlo, salió corriendo y se cerró en el baño
para evitar la tentación. Al cabo de unos minutos el ruido cesó, Jimmy y Kevin
fueron a por Mery a ver lo que le pasaba, entraron los dos al baño y no estaba.
De pronto, apareció detrás de ellos y como si fuera un animal salvaje se
abalanzó sobre ellos destrozándolos y matándolos, Mery ya era una come-carne
hambrienta. Bajo las escaleras estaba su hija, se dirigió hacia ella con la
intención de devorarla, Érica al ver a su madre convertida en aquella cosa empezó
a gritar. Jon y Peter corrieron a su ayuda, Jon con todo su dolor al ver a su
mujer cogió su machete y antes de que mordiera a Érica le cortó la cabeza
cayendo desplomada al suelo, cogió a su hija e intentó calmarla. Cuando Peter
llamó la atención de Jon.
-“ven, mira Jon, asómate”
Jon echó un vistazo por la ventana y
había cientos y cientos de zombis que se dirigían hacia ellos. Jon cogió a su
hija y la escondió en un lugar seguro detrás de la casa, era una especie de
caja de hierro que allí se encontraba, le echó el candado y fue a por Peter
para ver cómo podían salir de aquella situación. Buscaron por aquel lugar algo
que les pudiera ayudar, Jon bajó al sótano y allí encontró unos veinte bidones
de gasolina, decidieron colocarlos por varios puntos del edificio. Los tenían
todos ya repartidos y de repente, escucharon una voz, se asomaron por la
ventana y era aquel hombre negro que parecía controlar a los zombis que decía:
- mi venganza esta cada vez más cerca, os
convertiré a todos en zombis por maltratar y matar a mi pueblo. Jon miró a
Peter, no entendiendo que quería decir, Peter le dijo que no estaba seguro,
pero que había países africanos que convertían a la gente en zombis, y aquel
hombre sería uno de esos locos. Decidieron hacer mucho ruido para que todos los
zombis entraran al edificio, lo consiguieron, estaban todos allí dentro y se
dirigían hacia ellos hambrientos y llenos de odio, cuando estaban a punto de
abalanzarse y devorarlos, Jon y Peter contaron hasta tres, sacaron sus
mecheros, y todos volaron por los aires, todos incluso ellos dos, dieron su
vida para salvar a la humanidad.
Desde el cuartel general escucharon
aquella impresionante explosión, se dirigieron allí varios coches, la escena era terrible, había
trozos de cuerpos por todos lados, escucharon un ruido que venía de la caja de
hierro, era Érica, estaba viva, rompieron el candado la sacaron y se la
llevaron al cuartel. Una vez allí todos, celebraban la destrucción de los
zombis, pero lo que no sabían era que Érica estaba infectada, y que se estaba
convirtiendo en come-carne, poco a poco.