diciembre 01, 2023

Editorial == Revista nº 7 mes de diciembre

Este es el número siete de nuestra revista,  en este mes despediremos el año 2023, un año, que comenzó con la idea de poner en marcha la locura de realizar esta revista. En junio pusimos el primer número a disposición de ustedes. Y digo pusimos porque a este frenesí he arrastrado para que cooperan conmigo a las personas que en ella colaboran.  Yo solo les puedo dar las gracias, siempre que tengo que hablar de ellos. Les puedo asegurar que estamos dispuestos a seguir mientras ustedes no nos abandonen.

Realizamos esta publicación con el solo objetivo de entretenerles, dando de nosotros mismos lo mejor que podemos hacerlo. Y lo hacemos con aquello que más nos gusta. Unos con nuestros relatos, cuentos, historias, otros con sus poemas, obras de teatro, reflexiones, fotografías, etc. En definitiva procuramos un contenido que sea diverso, ameno y del agrado de ustedes. 

Nuestra revista está abierta para todo el que quiera participar en la realización de la misma, para aportar aquello que nos quiera transmitir o para mejorar su visualización. Por ello si estás interesado en contribuir con tu relato, poema, ensayo, artículo, fotos, etc. solo deberás enviarlo a:

EMAIL: cabracultaypoetica@gmail.com.

No descartaremos a nadie. Solo hay que tener en cuenta que la revista no podrá tener contenido político, siendo esta la causa por lo que rechazaríamos aquello que se nos enviase. Por supuesto aquel contenido, xenófobo, racista o de cualquier índole que vulnere los derechos de las personas será rechazado y en su caso denunciado, si procediere.

Su publicación sería mensual. 

Pueden ver nuestra revista entrando en mi Facebook: escribidor de sueños, también siguiendo a cada uno de los colaboradores en su Facebook, o si lo prefieren le recomendamos este enlace: Cabra, culta y poética (cabramilenaria.blogspot.com)

También podemos enviársela en PDF, solicitándonosla a nuestro EMAIL de contacto o también pueden descargarla aquí:

Vea en PDF nuestra revista o si prefiere descárguela 

Por las fechas tan entrañables que celebraremos en este mes, todos los colaboradores que hacemos posible que llegue hasta ustedes esta revista: 

Cabra, culta y poética queremos felicitarles a todos, deseándoles:

FELIZ NAVIDAD

Y

PRÓSPERO AÑO NUEVO 2024

¡Sed felices amigos!

Acunar en vuestros corazones
al niño Dios que ha nacido.
Vuestra alma se desbordará de alegría,
dormirán entonces vuestros miedos.
Un Dios devalido
y manifiesto ha nacido
para la salvación de los hombres.
Amanecido niño, que arropar quiero,
mirarte es mi mayor consuelo,
tragándome lágrimas
de una emoción contenida.
Absorto y ahogado
contemplando la ternura del niño Dios
que llora en su cuna.
Quiero mecerte mi niño,
quiero mecer tu cuna,
duérmete niño, yo te meso
y tú mi vida acunas.
Dame Señor, la alegría de saber junto a mí
porque mirarte es mi mayor consuelo.


ESPERAMOS QUE CONTINÚEN SIGUIÉNDONOS EL AÑO PRÓXIMO.

Relatos de Cabra

¿Sabías que la bisabuela de 
Pablo Ruiz Picasso, nació en Cabra en 1787?

Por: Antonio Fernández Álvarez
(escribidor de sueños)

Mateo Picasso podría ser un antepasado de Pablo Ruiz Picasso, fue un pintor que nació en 1794 y murió en 1879, nació en Recco (Génova). Su obra de estilo neoclásico tardío, dedicado especialmente al retrato. Aunque esto no se ha podido determinar con seguridad.

Lo que sí se sabe es que la rama Picasso procede de Sori (Génova). Tommaso Picasso (1728-1813), su hijo Giovanni Battista se casó con Isabella Musante, siendo estos los tatarabuelos de Pablo.

De este matrimonio nace entre otros seis hijos, Tommaso (Sori, 1787-Málaga 1851). Tommaso fue un marino que se estableció en Málaga, alrededor del 1807, como también lo hizo su hermano Giovanni. En 1810 Tommaso se casa con María Guardeño, nacida en 1798 en Cabra (Córdoba), y murió en Málaga en 1869. Estos son los bisabuelos de Pablo Ruiz Picasso.

Tommaso y María Guardeño tuvieron 6 hijos. El quinto de los hijos de Tommaso Picasso y María Guardeño fue Francisco Picasso Guardeño.

Francisco Picasso Guardeño se casó con Inés López Robles,

 estos son los abuelos del famoso pintor.  El matrimonio también tiene 6 hijos. María es la segunda de las hijas de este matrimonio. María Picasso López se casó con José Ruiz Blasco. Nace Pablo Ruiz Picasso,  el 25 de octubre de 1881 siendo el primogénito.

Poco más puedo aportar de María Guardeño, dado que no he encontrado más información salvo ésta obtenida de la Fundación Picasso (Museo casa natal-Ayuntamiento de Málaga).

Lo sorprendente es que habría que preguntarle a Picasso, ¿por qué siendo su bisabuela materna de Cabra, no pintó otro Guernica? Quizás porque no le pagaron la suculenta suma que le dieron por pintar el Guernica. (Unos 50,000 francos en un primer pago y un segundo pago de 150.000 francos), nueve veces más de los que se ha había pagado por una obra de este artísta.

Ah por cierto comentaré aquí que como curiosidad: dos años antes de pintar el Guernica. Picasso hizo un aguafuerte que tituló Minotauromaquia, en él podemos ver muchas de las escenas que reproduce en el Guernica, como por ejemplo la mujer con el candil, también vemos el caballo, y las figuras femeninas en la ventana, en definitiva mucha de la composición del Guernica ya estaba ahí. ¿De verdad pintó el Guernica con motivo del bombardeo? Pero eso es otra historia que ya les contaré más adelante.


Miguel Blancas Calzado

 


HISTORIA DE LA LLAVE DE ORO
DEL CANTE FLAMENCO



La primera Llave del Cante la recibió TOMÁS el NITRI, su auténtico nombre fue Tomás de
Vargas Suárez de la Cera. Probablemente nació en el Puerto de Santa María en 1850, si bien algunos
estudiosos fijan su lugar su lugar de nacimiento en Arcos de la Frontera.

Murió en Cádiz, siendo aún muy joven, en la década de 1880. Fue alumno de El Fillo, pues este gitano era nieto de una de las hermanas del cantaor. Siempre fue famosa su rivalidad con Silverio Franconetti ante quien se negaba a cantar, pese a que éste también había sido pupilo de El Fillo. Unos dicen que esta negativa respondía a miedo que Tomás tenía a Silverio.

Antes de cantaor fue bailaor, sin embargo, el premio de recibir la Llave de Oro del Cante se le fue entregado por un grupo de seguidores suyos. Liderados por el general Sánchez Mira, durante una fiesta, cuyo lugar de celebración es incierto: hay quien afirma que fue en Jerez, y quien dice que fue en el Café sin Techo de Málaga. Sea como fuese, el NITRI pasó a la historia por esta circunstancia y más aún, por la autoría de unos cantes por seguiriyas que aún prevalecen intactos.

La segunda Llave del Cante, la recibió MANUEL VALLEJO. Su nombre era Manuel Jiménez Martínez de Pinillos. Nació el día 15 de octubre de 1891 en el número 1 de la calle Padilla de Sevilla, en el seno del barrio de San Marcos. Algunos expertos, guiados por unas declaraciones que hizo el propio cantaor, también indican que Vallejo nació en Sanlúcar de Barrameda, lo que no se ha podido demostrar.

Murió el 7 de agosto de 1960 en el Hospital Central de Sevilla, hoy sede del Parlamento de Andalucía. Desde niño, Vallejo entró en contacto con el flamenco, no en vano, ya con quince años, frecuentaba el Kiosco de Pinto de la Alameda de Hércules, donde alternaba con Pastora Pavón, Tomás y Currito el de la Geroma, entre otros.

La primera vez que aparece Vallejo en público con este nombre, según narra Manuel Bohórquez, es en un cartel del 5 de junio de 1919, en un beneficio que se le organizó a Antonio Silva el Portugués en el Variedades de la calle Trajano de Sevilla.

Su primer disco los graba el cantaor para la casa Pathé en 1923 acompañado a la guitarra por Ramón Montoya. Y a partir de aquí comenzó su estrellato, fue requerido en todas las ciudades de España y se convirtió en uno de los saeteros más queridos de la Semana Santa de Sevilla. En este punto llegamos al año 1925, donde se le entregó la segunda llave del cante, en Madrid. 

Era el discípulo predilecto de Don Antonio Chacón, gran cantaor por derecho y gran persona.


La tercera Llave del Cante, fue para ANTONIO MAIRENA, su nombre Antonio Cruz García. Nació en Mairena del Alcor el 7 de Septiembre de 1909. Creció en el seno de una familia gitana, muy relacionada con grandes artistas de la época. No en Vano, su padre fue muy amigo de Manuel Torres, Joaquín el de la Paula o el Gloria.

Se dice que, se destapó en una fiesta que se le dio a Faíco en Mairena, cuando el niño salió a cantar unos tangos de Pastora Imperio. “Soy grande con ser gitano”. En 1924, se celebró un concurso en Alcalá de Guadaira (Sevilla), sirvió para que Antonio se subiera por primera vez a un escenario. Tenía quince años y cantó por seguiriyas y soleares. Joaquín el de la Paula le dio el primer premio, dotado con 20 duros.

Empezó a ser conocido como El Niño de Rafael y en 1930 pasó a llamarse El Niño de Mairena. Destacó al principio en las saetas pero no llegó a grabarlas. Luego  empezó  su  etapa  como cantaor para  el  baile,  trabajó  con Pastora Imperio, en el tablao La Capitana de Madrid. Posteriormente se fue de gira con Teresa y Luisillo por toda América, y en los años cincuenta lo contrató Antonio el Bailarín, de esta manera llega 1962. Año en  que se  le  otorga la tercera llave de oro del cante, justo dos años después de la muerte de su anterior dueño, Manuel Vallejo. En el concurso de Córdoba, participaron entre otros, “Pericón” de Cádiz, Platero de Alcalá, “Fosforito”,  Antonio  Núñez, “Chocolate”, Juan Barea  y  Antonio Mairena, a  quien por unanimidad del jurado compuesto por importantes figuras del flamenco, como Aurelio Selles y Juan Talega entre otros, fue el ganador de tan merecida Llave del Cante.

La cuarta Llave del Cante, para CAMARÓN DE LA ISLA, su nombre José Monje Cruz. Nació en el

número 29 de la callejuela del Carmen de San Fernando (Cádiz), el 5 de diciembre de 1950 y murió en Badalona el 5 de julio de 1992 aquejado de una enfermedad pulmonar.

A los ocho años ya cantaba de forma esporádica en la famosa Venta de Vargas, a donde lo llevaba su hermano Manolo, para que ganara algún dinerito. Con doce años ya era un admirador ferviente de Manolo Caracol.

En 1963 viaja a la feria de Abril junto a Paco Betordo y Rancapino, para cantar en la caseta de la Venta de Vargas. Allí conoce a Antonio Mairena, Juan Talega y a Lola Flores.

Con catorce años, participa en la película de Rovira Veleta, “El amor brujo”, que estaba protagonizada por Antonio Gades. Con dieciséis años, gana el primer premio del segundo grupo del IV Festival de Cante Jondo de Mairena del Alcor.

Camarón comienza a ganar fama, ya que había abandonado definitivamente su pueblo para viajar hasta Madrid en la compañía de Miguel de los Reyes, con la que actuó en la Sala de Fiestas Sayro.

Con Paco de Lucía, como fruto un primer elepé titulado “Al verte la flores lloran”, publicado en 1969. En 1971 edita dos nuevos discos junto con Paco de Lucía. “Cada vez que nos miramos”, y “con tus ojos dos estrellas”. En 1972 publica “Canastera”. Se casa en el año 1974 con Dolores Montoya “La Chispa”, antes publica “Arte y Majestad”. En 1976 publica “Rosamaría” y es acompañado por primera vez de forma esporádica por Tomatito.  De  mano  de   Ricardo  Pachón  graba  en  1979  “La  Leyenda  del  Tiempo”, acompañado a la guitarra por José Fernández Torres, “El Tomatito”. A partir de aquí ya no para, publica “Como el agua”, en 1981. Participa  en festivales por  toda España y en

el extranjero, edita “Calle Real”. “Te lo dice Camarón”, luego llega “Soy Gitano”. “Potro de Rabia y Miel” serían  sus últimos  discos en 1992 publicados ya  en los  albores de su muerte, el 19 de marzo es ingresado en la clínica Quirón, donde se le diagnostica una fuerte neumonía. El 2 de mayo se confirma que tiene un cáncer de pulmón irreversible. Definitivamente, le arranca la vida el 5 de julio. Más de 100.000 personas se dieron cita en su entierro, en la ciudad que le vio nacer San Fernando.

Nueve años después la Junta de Andalucía le entregaría La llave de Oro del Cante a título póstumo en el año 2000.

Quinta Llave del Cante a FOSFORITO, Antonio Fernández Díaz. Nació en Puente Genil en el

año 1932. Está considerado como uno de los maestros del cante del siglo XX. Comenzó a cantar siendo un niño, pero su gran salto se produjo en el primer Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, celebrado en 1956, donde ganó todos los premios. Se codeó en los años cincuenta y sesenta con maestros como Pepe Pinto o Juanito Valderrama.

Le cantó en América a Manuela Vargas y recorrió toda la costa Americana en 1964, con motivo de la Exposición Universal, junto a su amigo Juan Habichuela. Con Antonio Mairena ha sido cabeza de cartel en todos los festivales de España durante los años setenta. Rescató estilos de su tierra como el Zángano de Puente Genil. Grabó junto a Paco de Lucía, una memorable antología. Además es autor de sus propias letras y compositor para otros muchos cantaores, como Camarón que utilizó sus versos en el inicio de su carrera artística. Participó en la lucha por la tercera Llave de Oro del Cante, que se entregó a Antonio Mairena en 1962 y ha recibido otros muchos premios como el Ondas en 1998 por su larga trayectoria, o el de Pastora Pavón.

La Junta de Andalucía le otorgó la quinta Llave de Oro del Cante por su labor  de “dignificación y universalización del Flamenco”. Se le concedió el 26 de julio del 2005, la recibió en Málaga. Antonio Fernández “FOSFORITO” dedica la distinción a su familia y a los amigos ausentes.

La obra discográfica de Fosforito, con veintiséis discos, en los que el cantaor “evidencia su dominio de todos los estilos y cultiva una multitud de variantes”, muchas de ellas, productos directo de su creatividad que hoy son referencias indispensables para los aficionados.

Antonio Fernández Álvarez (escribidor de sueños)


 


MILAGRO EN NAVIDAD




Aterida de frío, empujando un herrumbroso carrito de compra que contenía todas sus pertenencias, que no eran mas que una manta, una muda de ropa interior, una pequeña almohada, un hornillo de gas pequeño de camping, un plato hondo de latón bastante abollado, un cubierto (cuchara grande, cuchara pequeña, tenedor y cuchillo pequeño de cocina), una cacerola tamaño medio con tapa color marrón oscuro, dos o tres latas de comida preparada, una botella de agua y un par de manzanas. Iba de un lado para otro de la larga calle esquivando a la multitud de gente que pasaba a su lado y ni la miraban o si lo hacían eran con desprecio por su aspecto. Aunque procuraba ir siembre aseada, llevaba 15 años viviendo en la calle había envejecido más rápidamente que en condiciones normales. Desde que comenzara a llover en septiembre hasta ahora, no había parado la humedad le calaba los huesos, lo que la obligaba a ponerse toda la ropa que tenía, aunque tampoco era mucha una camisa de manga larga, un jersey de cuello, dos chaquetas una de tela y otra de pana, dos pantalones de pana y un abrigo largo como de dos o tres tallas superior a la de ella. También dos pares de guantes de lana, dos pares de calcetines negros y unas botas con cordones y suela de goma como la que llevan los militares.

La gente que pasaba a su lado, unos cantaban villancicos, otros bromeaban, otros hacían planes para estos días de vacaciones que la Navidad les permitía, para ella era otro día igual. Hoy 24 de diciembre, más pronto que otros días habría menos gente en la calle, ya que estarían en casa cenando, ella no sabía donde refugiarse esta fría noche, la vieja y abandonada casa donde lo había estado haciendo en los últimos meses había sido derruida esta mañana.

Así pues; iba cavilando intentando recodar algún sitio donde pudiera dirigirse, el parque ahora en invierno era muy húmedo, la abandonada estación de RENFE era un sitio muy peligroso pues solo había prostitutas y drogadictos, ya había tenido un encontronazo con una pandilla de ellos que la intentaron rociar gasolina y meterle fuego, a Dios gracias tenía un sueño ligero y pudo salir corriendo antes que los vándalos siquiera hiciesen por cogerla. Allí se quedaron y quemaron las pertenencias que tenía, y que en su precipitada huida no puedo recoger.

La soledad y la tristeza de ella era desapercibida, apagada quizás,  las luces multicolores del alumbrado de Navidad, tanto de la calle como de los escaparates de las tiendas cada cual más llamativo con el objeto de cumplir su cometido que la gente acudiese atraída por el mismo a realizar sus compras, hacía que ella solo pareciese una sombra proyectada por las luces, con el revez de mano disimuladamente secaba las lágrimas que corrían por sus mejillas, estas fiestas una vez más la sumían una gran tristeza.

Al pasar junto al Nacimiento que el Ayuntamiento había instalado se detuvo, como recogiéndose interiormente se presinó y rezó un Padrenuestro y un Avemaría, hizo un guiño de complicidad a la Virgen como diciéndole “tú también has padecido no tener donde cobijarte aunque tu estado era más grave pues tenías que dar a luz, el establo junto a los animales fue tu cobijo”, madre mía, madre mía porque seguir viviendo -pensó.

Reparó entonces que junto al pesebre habían construido un albergue, en el cual se hallaba una figura de pastor casi de tamaño natural con objeto de protegerla del temporal, pensó que podría pasar la noche allí casi oculta detrás de la figura. Sólo tendría que esperar más tarde cuando la calle estuviera casi desierta y procurar que nadie la viese entrar.

Se sintió aliviada podría pasar allí la noche, Nochebuena, junto al portalico, la Virgen San José y el Niño mirando al cielo dio gracias a Dios y su tristeza fue apagándose a medida que veía más cerca su posibilidad, ya que cada vez había menos gente en la calle. Tal era su perceptible alegría que intentó tararear un villancico compuesto para la ocasión “Nochebuena junto al portalico, la Virgen San José y el Niño, Nochebuena de amor, de esperanza e ilusión, Nochebuena junto al portalico, la Virgen, San José y el Niño”.

Hacía un rato que no pasaba nadie, ahora debo intentarlo pensó, así lo hizo y arropándose con la manta se tumbó el suelo que estaba cubierto de pajas. Tras la figura del pastor que apenas era visible, rápidamente se quedó dormida. No podría precisar cuanto tiempo pasó, pero se despertó sobresaltada cuando oyó las voces que indudablemente iban dirigidas a ella; -“¿quien hay ahí?, ¡salga inmediatamente!. Le costó esfuerzo levantarse del suelo la paja, el que no le cállese el rocío, la manta, todo habría influido y sentía sus huesos calientitos,  no tenía frío. Vio que eran dos policías los que estaban frente al Portal y tímidamente les saludó; -buenas noches dijo-. Cuando estuvo junto a ellos intentó explicarse, pero uno de ellos la zarandeó y cogiéndola de un brazo le dijo bruscamente “hoy vas a dormir en el calabozo”, el otro reprendió el comportamiento de su compañero y dijo: -Juan vale, deja que se explique.

-No hay nada que explicar David,- dijo Juan no ves ese carrito, ésta es una vagabunda que se ha creído que esto es un hotel. -Por favor Juan no te burles de ella. David estaba conmovido, la señora que veía desvalida le había recordado a su madre que hacía dos meses que había fallecido, y sintió el deseo de ayudarla si se lo permitía. -¿Cómo se llama señora?  preguntó. Casi susurrando contestó, -me llamo Elena.- Mire si le parece dentro de cinco minutos acabo el servicio acompáñeme a Comisaría y después vendrá si quiere a mi casa con mi mujer y mi hija a pasar esta noche, dispongo de una habitación de invitados, mañana ya veremos. ¿Estás loco David? -dijo Juan, vas a meter a una desconocida en tu casa esta Nochebuena. David miró a Juan casi con compasión y pensó que no valía la pena contestarle.

A Elena las lágrimas le corrían por las mejillas, interiormente se sentía feliz y en su cabeza el villancico que tarareó antes repetía así: “Nochebuena de amor, de esperanza e ilusión, Nochebuena junto al portalico, la Virgen San José y el Niño”. Cogió su carro y caminando en medio de David y Juan se dirigieron a comisaría. Una vez allí David se apresuró a cambiarse de ropa y despidiéndose de sus compañeros ofreció su brazo a Elena y cogiendo él el carrito, salieron de comisaría en dirección a su casa.

A tan solo 400 metros se encontraba la casa de David, así que rápidamente se encontraron en el portal de la casa. Abrió la puerta y llamó a su mujer e hija, (Laura, Alejandra), la pequeña Alejandra corrió a abrazar a su papá que agachado la esperaba con los brazos abiertos, incorporándose con su hija en brazos besó a su esposa e inmediatamente presentó a Elena. -¿Qué te parece que cene con nosotros y pase esta noche aquí? ¡no tiene donde pasar la noche!. Muy bien, nos gustará compartir nuestra cena con Vd.

Durante la cena Elena se sintió querida, respetada, amada, la verdad que eran encantadores sus anfitriones y la pequeña había salido a los dos. Cuando sintió deseos de retirarse a descansar ambos la acompañaron a su habitación donde le mostraron ropa que podía usar y el baño contiguo para sus necesidades y aseo, deseándole buenas noches la dejaron en la habitación cerrando la puerta tras ellos.

A la mañana siguiente se despertó, al principio estaba confusa creía que todo había sido un sueño, pero cuando pudo comprobar que estaba acostada en una cama, que lo que veía era una habitación gustosamente decorada, se sobresaltó y dio gracias a Dios por lo bueno que le había sucedido. Pasó al baño donde se duchó. Y se vistió.

Salió de la habitación, en el pasillo la pequeña Alejandra se acercó y cogiéndola de la mano la llevó al comedor. Ya en el comedor la pequeña se dispuso a tocar el piano, la niña quería que la oyese tocar un villancico que había aprendido en su clase de piano. Cuando empezaron a sonar los primeros compases Elena no pudo evitar llevar sus manos al teclado y junto a la niña tocar la pieza que no era otra que el popular villancico “Campanas de Belén”. Desde la cocina los padres oían que el piano sonaba celestialmente, no podía ser la pequeña Alejandra, además ésta se había quedado boquiabierta y había dejado de tocar cuando Elena posó de una manera maravillosa las manos al teclado y empezó a sonar el villancico.

Elena contó que había sido una gran pianista en otro tiempo cuando vivía con su esposo que era músico, pero la repentina muerte de éste la había sumido en una gran depresión y la había arrastrado a la ruina y la miseria en la cual se encontraba. David le propuso: tú enseñas a mi hija a tocar el piano y aquí tienes un techo y comida, además seguro que tendrás más alumnas y por supuesto, nosotros te querremos como a la madre que echamos de menos y para la pequeña serás como la abuela que recuerda.

De nuevo en el piano compuso para la ocasión un villancico que sonó espléndido “Nochebuena junto al portalico, la Virgen San José y el Niño, Nochebuena de amor, de esperanza e ilusión, Nochebuena junto al portalico, la Virgen, San José y el Niño. Van tocando zambombas, cantándole coplas al Niño de Dios, en una noche muy fría una estrella nos guía y junto al portalico, la Virgen San José y el Niño, van tocando zambombas, cantándole coplas al Niño de Dios”.


José Fernández Álvarez (Jota Efe A)

 


HOY COMO AYER



Y LLEGÓ LA NAVIDAD.... (Y LLEGABA EN NAVIDAD)

(A mi padre Rafael Fernández Priego)


El tiempo de Adviento vivido en estos días me ha traído a la memoria aquella otra espera que en mi casa se vivía precisamente también en los fríos días del mes de diciembre. Meses atrás, él, mi padre, como tantos egabrenses, andaluces y españoles en general, dejaba a los suyos, esposa e hijos, apretaba los dientes para no dejar ver el nudo que le ahogaba en la garganta, cargaba al hombro su cuadrada maleta de madera, atada con cuerdas y, después de besar al más pequeño, se giraba sobre sus propios pies y avanzaba con firmeza disimulada hacia el tren. Aquel tren-“patera” que llevaba a nuestros emigrantes a la Europa, hoy tan cercana, ayer tan lejos. Al llegar a Irún, parada obligatoria, habrían de sufrir el maltrago de no superar una revisión “cuasi” vejatoria y, en el peor de los casos no pasar la frontera por no obtener el ansiado contrato de trabajo: Volverían al pueblo con las manos vacías y el gasto hecho.

En las tardías cartas que nos enviaba desde Vaulx (Pas de Calais), Burgneux (Aisne), Clairoix (Oise), Crespy en Laonnois (Aisne), Maurepas Leforest (Somme), Gonnelieu (Nord), Lagnicourt-Marcel (Pais de Calais) o Saint Germain Laxis (Melum) nos decía, que se acordaba de nosotros, que pronto vendría y nos mandaba besos y abrazos en forma de cruces y redondas. Esto era lo que mejor entendíamos, pues su escritura y su lectura no pasaba de la “o con un canuto” ya que no fue nunca al colegio.

Pero eso sí, trabajó la uva, la remolacha (arranque y “vina”), la endibia, la patata, cortó leña, recogió lino, paja, lavó sacos, quitó piedras del campo, fue jardinero de un Aeropuerto francés. Y allí sufrió el frío, la distancia, la soledad, los recuerdos del amor, del cariño de los hijos, del calor del hogar, de las calles de su pueblo. Quien ha conocido la emigración sabe de lo que hablo.

Hoy, a nuestra España moderna, europea, democrática, libre y justa, llegan muchos “indocumentados”, huyendo, en algunos casos de guerras, y en otros del hambre o de la pobreza y buscan en esta bendita tierra una oportunidad, a veces, aún de malvivir.

Cuando, como es tradición por estos lares, ponemos el Belén en una mesa en la estancia principal de la casa, con figuras de barro, de porcelana o de plástico, con uno o dos puentes atravesando el río que lleva agua de verdad, y con el molino moviendo sus aspas junto al desierto que lleva hacia Egipto, nuestra fantasía y que estamos en días de felicidad hace que olvidemos, pues es más fácil, a aquellos que sufren, como en este caso el problema de la emigración. Deseamos paz y felicidad al vecino; enviamos “crismas” de UNICEF con lo que de alguna manera nos justificamos; participamos en “campañas de solidaridad”, total, ¡por veinte duros! Luego nos sentamos en el sofá, enchufamos la tele, y cuando nos dicen que tantos o cuantos “espaldas mojadas” han aparecido o han sido rescatados en las costas andaluzas, quitamos la tele y decimos: ¡Anda que lo que nos ponen en estos días de fiesta!  

Parece que nuestra espera consiste en que llegue la noche del veinticuatro para poner la figurita que faltaba en el Belén: el Niño Jesús. Pero aquel Niño que nació hace ahora dos mil años, en un pobre portal, como dice cualquier villancico que entonamos en estos días, nos habla de hermandad, de unión, de amor a los más pobres, a los necesitados, a los emigrantes.

Nuestros emigrantes, mi padre, volvía a casa, como el famoso turrón, por Navidad, después de tres o cuatro meses de duras jornadas a destajo, dejando salud y juventud en tierras galas. Los de ahora, jugándose la vida en los bajos de un camión o hacinados en pequeñas barcazas, dejan familia sin albergar esperanzas de volver en determinado tiempo.

Adviento, es espera. Y quiero creer, espero, deseo y le pido a ese Niño que va a nacer que dé luz a los que nos gobiernan, que establezcan medidas para encauzar soluciones. Nunca es suficiente. Yo mientras tanto no me puedo limitar a esperar. Todos somos útiles desde nuestra individualidad mirando a aquel emigrante ante todo como persona, como ese hermano que nos necesita.

Aquella quimérica idea de la “aldea global” debemos construirla desde los que tenemos más cerca, enseñando a nuestros hijos a no mirar hacia el otro lado y a involucrarse en su cimentación. En ellos está el futuro.

¡¡Feliz Navidad!!



Fracisco Asís Granados Mellado (escritor)

 


ALERTA ZOMBI








Las calles estaban desiertas, la gente se refugiaba en sus casas porque tenía miedo a salir fuera, debido al mal que le acechaba.

Todo comenzó hará unos dos años, una extraña enfermedad se apoderaba de las personas causándoles la muerte inmediata, pero algo raro les pasaba a las dos horas de morir, despertaban en un estado como de zombis, eran totalmente diferentes de lo que eran en vida y se alimentaban de animales y sobre todo de personas. Estos zombis no eran como estamos acostumbrados a ver en películas, estos tenían inteligencia, se juntaban en grupos para organizarse y cazar. Las personas más débiles las guardaban como comida y a los más fuertes los convertían como ellos.

La familia de Jon era de las pocas que quedaba con vida en el pueblo, estaba Mery, su esposa; Jimmy, su hijo y Érica, su hija. Resistían en su vieja casa con todas las puertas y ventanas tapiadas con listones de madera para evitar que los come-carne (como ellos los llamaban) entrasen en la casa. Solían atacar cuando caía la noche, pero por el día se paseaban en torno a las casas,  al acecho, vigilando por si veían a alguien para poder atraparlos.

Jon era un ex marine muy bien preparado en supervivencia y artes de lucha. Mery trabajaba como maestra en el pueblo y cuando tenía que pelear, peleaba. Jimmy, un joven de veinte años que había aprendido muchas cosas de su padre. Érica, la más chica y la que entre todos protegían, solo tenía ocho años.

Jon escucho un golpe en la parte de atrás de la casa y fue a ver qué pasaba. Había dos come-carne intentando entrar a la casa, no podía hacer mucho ruido para evitar que los demás acudieran al sonido, entonces Jon decidió enfrentarse a ellos cuerpo a cuerpo, salió con mucho cuidado de la casa, se escondió detrás de unos cubos grandes de basura y con su machete atacó a los dos come-carne, la única forma de matarlos era cortándoles la cabeza o disparándoles en la cabeza con balas rellenas de sal. Jon ya había matado a unos cuantos y sabía cómo hacerlo. Mery llamó a sus hijos y les dijo que se agacharan y no hiciesen ruido, había otros dos en la puerta principal intentando mirar por las pequeñas rajas que había entre las tablas de madera que cubrían las ventanas. Silencio, dijo Mery, mientras Jimmy le tapaba la boca a Érica, la pequeña, estaba muy asustada. Pasaron unos minutos y los come-carne decidieron irse. Mery  respiró aliviada, entró Jon y le dijo que se tenían que marchar de allí, que posiblemente ya los habían descubierto y no estaban seguros. Allí además se estaban quedando sin comida ni bebida y tenían que salir sí o sí.

Jon llevaba días observando que los zombis al escuchar una especie de sirena todos se iban hacia un punto, era como si alguien los llamara y ellos acudían. La familia esperó  hasta ese toque para poder salir de su casa, a pocos metros se encontraba un supermercado y una tienda de armas, tenían que armarse bien para poder sobrevivir, Jon cogió de su casa todo lo que le podía servir, y se dispusieron a salir. Salieron corriendo sin hacer ruido hacia el supermercado, Jon cogió un trapo y se dirigió hacia una pequeña ventana se lió el trapo en su mano y rompió el cristal, primero entro él para asegurarse de que no hubiera ningún peligro y después entro la familia. Estaba todo destrozado, pero aún quedaba comida que ellos podían coger. De repente, Mery escuchó un ruido que venía del fondo del pasillo. Se escondieron, Jimmy se acercó a ver, y sí, al fondo había alguien. Estaba escondido entre las estanterías, Jimmy lo agarró fuertemente del pie y lo sacó de debajo de la estantería y le apuntó con su pistola en la cabeza.

- No, no dispares por favor.

- ¿Quién eres?, dijo Jimmy.

- Soy Kevin, no dispares, no soy un come-carne, estaba aquí  para conseguir comida, no dispares por favor.

Jimmy se aseguró de que Kevin no tuviera ninguna mordedura y lo llevó con su familia. Kevin tenía una radio con la cual había contactado con gente en su misma situación y que habían hecho una especie de cuartel donde estaban seguros de los zombis. Kevin les propuso a Jon y a su familia ir con aquellas personas, pero lo malo era que el cuartel estaba a unos cien kilómetros de donde ellos se encontraban y tendrían que atravesar el bosque. Jon pensó que era una locura pero que sería mejor que quedarse allí esperando que los come-carne los cazaran.

Comenzaron a coger todo lo que pudieron del supermercado. Jimmy y Kevin fueron a la tienda de armas y cogieron también todas las armas y munición que pudieron, lo cargaron en el coche y empezaron a alejarse de allí, pero Jon antes de marcharse quería ver donde se reunían los zombis y quien era el o los que tocaban esas sirenas que controlaban a los come-carne. Vieron a dos zombis que se dirigían hacia una gran nave que había en las afueras del pueblo, decidieron seguirlos con sigilo. Jon apagó el motor del coche, y junto a Jimmy y Kevin, decidieron asomarse a aquella nave, Kevin encontró unos pequeños agujeros en la pared de la nave donde podían ver el interior de la misma. Había cientos, miles de zombis en aquel sitio, tenían que ir con mucho cuidado para no ser oídos ni vistos, cuando de pronto vieron aparecer a un hombre de raza negra, se subió a lo alto como de un escenario que allí había y todos los zombis se arrodillaron ante su presencia, aquel hombre era grande de unos dos metros de altura y gran espalda, su cara la llevaba pintada de blanco y alrededor de su cuerpo llevaba una especie de símbolos, también pintados de blanco. Lo que les extrañó a los tres es que no parecía zombi, era un hombre normal, más parecido a un chamán que a un zombi. Aquel hombre les empezó a hablar y les decía algo de venganza.  No pudieron escuchar bien, cuando, de repente, a Kevin se le cayó la radio que llevaba, dando la alerta a los zombis. Tenían que salir corriendo, el coche estaba a unos cien metros, los zombis empezaron a correr rápidamente a por ellos, pero Mery al verlos correr, cogió el coche y acelerando se dirigió a por ellos antes que les dieran caza. Consiguieron subir al vehículo y salir de allí, pero uno de los come-carne se agarró al capó y no había forma de que se soltara. Jimmy cogió su pistola y le voló la cabeza, y pudieron continuar su marcha.

Pasados unos treinta kilómetros, ¡puf!, el coche se les quedó parado y aún estaban muy lejos del cuartel general. Jon que sabía de mecánica miró el motor del coche pero se dio cuenta que el problema no era el motor, el problema era la gasolina, justo en la entrada del bosque, así que, tendrían que continuar su camino a pie hasta que pudieran coger otro vehículo. Cogieron lo justo para poder atravesar el bosque sin complicación y sin ninguna carga innecesaria, tendrían que aligerar para encontrar un refugio y pasar la noche sin sobresaltos.

Encontraron una pequeña cueva donde podrían pasar la noche y refugiarse del frío y del agua que estaba cayendo. Todos dormían menos Jon, que decidió hacer guardia por si algún mal se les venía encima. Mery empezó a tener un sueño de cuando su vida de maestra era normal con su marido e hijos, cuando, un fuerte golpe la despertó a ella y a todos. Jon les dijo que mantuvieran el silencio, parecía ser que una manada de lobos merodeaban cerca de ellos, no podían descubrirlos porque si no sería su final, uno de los lobos se acercó a la cueva y empezó a olisquear por allí cuando de pronto una serie de disparos los ahuyentaron. La familia y Kevin respiraron aliviados, perooo, ¿de quién provenían aquellos disparos?, se preguntaban. Jon y Jimmy salieron a ver quién era mientras Kevin se quedaba protegiendo a Mery y Érica. Al poco tiempo escucharon otro disparo cerca y vieron a una persona acercándose a ellos y preguntándoles si se encontraban bien. Sí, respondieron ambos, cuando llegó a la altura del padre y del hijo se presentó, era Peter, un viejo granjero que se había criado en aquellos bosques.

Peter se había quedado solo, toda su familia la habían matado los zombis y un hijo de él estaba convertido en uno de ellos. Jon le invitó a que hiciera el camino con ellos, Peter se unió al grupo, él podría ayudarlos bien por aquel bosque. A la mañana siguiente reanudaron el viaje, aún le quedaba un largo camino por delante. Consiguieron salir de aquel bosque y llegaron a un pequeño pueblo, estaba desolado y arrasado por los zombis, había muchos cadáveres en el suelo víctimas de los buitres y otros carroñeros, tenían que ir con mucho cuidado por si los come-carne estuvieran cerca de allí. De pronto, Mery empezó a sentirse mal con mareos y vómitos, cayó al suelo desmayada, Jon la cogió entre sus brazos y se metieron en un edificio, no sin antes asegurarse que fuera seguro. Mientras Jon y Peter buscaban donde dejar a Mery, Jimmy y Kevin subieron a la planta de arriba por si hubiera peligro, pero no, todo parecía tranquilo. Al  cabo de unos minutos, Mery reaccionó y despertó, Jon la abrazó y Mery le dijo que se temía lo peor, que seguramente estaba embarazada y por supuesto no era el mejor momento para tener un hijo en aquellas condiciones. Jon la tranquilizó y le dijo que no se preocupara que todo saldría bien, Mery se echó a llorar. Cuando, de pronto y sin que ellos se lo esperaran, del sótano del edificio empezaron a sonar unos golpes muy fuertes, y salieron decenas de zombis, Jon y Peter se defendían como podían, pero eran muchos para ellos dos, Mery estaba aún débil y Jimmy y Kevin se encontraban en la planta de arriba, Jon defendía a Erika de un grupo de come-carne. Los zombis se llevaron a Mery de allí y se alejaron, Jon intentó correr detrás de ellos para rescatarla pero fue inútil. Él quería seguir pero Peter lo paró y le dijo que era una locura, que lo sentía mucho por Mery pero que ya no había nada que hacer.

 Caía la noche y escucharon unos golpes en la puerta y una voz llamándolos, era Mery que había podido escapar de los zombis, le abrieron rápidamente la puerta, la entraron deprisa y volvieron a cerrar la puerta por si los come-carne le hubieran seguido. Jon le preguntó a Mery que como había logrado escapar de ellos, ella le dijo que de pronto se escucharon esas raras sirenas y la dejaron tirada en mitad del bosque y acudieron a la llamada. Mery se retiró un momento al baño y debajo de su camiseta, justo a la altura del pecho vio como tenía unos profundos arañazos producidos por los zombis, Mery pensó que sería mejor no decir a los demás nada de aquellos arañazos y ocultarlos, porque ellos tenían bien claro que cualquiera de ellos que hubiera sido  mordido lo quitarían del medio antes de convertirse en un zombi, se curó como pudo y salió con el resto del grupo. Allí los demás estaban preparando un plan para poder salir de allí y llegar hasta el cuartel general de la resistencia. Jon y Peter habían visto una furgoneta no muy lejos de donde ellos se encontraban, y estaban dispuestos a ir a por ella para continuar su viaje, pero esa noche decidieron  quedarse allí en aquel edificio y salir al día siguiente.

Estando todos descansando, menos Jon que hacía guardia, empezaron a escuchar las sirenas llamando a los come-carne. Mery empezó a sentir una sensación algo extraña, era como si aquel  ruido le atrajera cada vez más fuerte, pero ella se resistía, no quería escucharlo, salió corriendo y se cerró en el baño para evitar la tentación. Al cabo de unos minutos el ruido cesó, Jimmy y Kevin fueron a por Mery a ver lo que le pasaba, entraron los dos al baño y no estaba. De pronto, apareció detrás de ellos y como si fuera un animal salvaje se abalanzó sobre ellos destrozándolos y matándolos, Mery ya era una come-carne hambrienta. Bajo las escaleras estaba su hija, se dirigió hacia ella con la intención de devorarla, Érica al ver a su madre convertida en aquella cosa empezó a gritar. Jon y Peter corrieron a su ayuda, Jon con todo su dolor al ver a su mujer cogió su machete y antes de que mordiera a Érica le cortó la cabeza cayendo desplomada al suelo, cogió a su hija e intentó calmarla. Cuando Peter llamó la atención de Jon.

 -“ven, mira Jon, asómate”

Jon echó un vistazo por la ventana y había cientos y cientos de zombis que se dirigían hacia ellos. Jon cogió a su hija y la escondió en un lugar seguro detrás de la casa, era una especie de caja de hierro que allí se encontraba, le echó el candado y fue a por Peter para ver cómo podían salir de aquella situación. Buscaron por aquel lugar algo que les pudiera ayudar, Jon bajó al sótano y allí encontró unos veinte bidones de gasolina, decidieron colocarlos por varios puntos del edificio. Los tenían todos ya repartidos y de repente, escucharon una voz, se asomaron por la ventana y era aquel hombre negro que parecía controlar a los zombis que decía:

 - mi venganza esta cada vez más cerca, os convertiré a todos en zombis por maltratar y matar a mi pueblo. Jon miró a Peter, no entendiendo que quería decir, Peter le dijo que no estaba seguro, pero que había países africanos que convertían a la gente en zombis, y aquel hombre sería uno de esos locos. Decidieron hacer mucho ruido para que todos los zombis entraran al edificio, lo consiguieron, estaban todos allí dentro y se dirigían hacia ellos hambrientos y llenos de odio, cuando estaban a punto de abalanzarse y devorarlos, Jon y Peter contaron hasta tres, sacaron sus mecheros, y todos volaron por los aires, todos incluso ellos dos, dieron su vida para salvar a la humanidad.

Desde el cuartel general escucharon aquella impresionante explosión, se dirigieron allí varios coches, la escena era terrible, había trozos de cuerpos por todos lados, escucharon un ruido que venía de la caja de hierro, era Érica, estaba viva, rompieron el candado la sacaron y se la llevaron al cuartel. Una vez allí todos, celebraban la destrucción de los zombis, pero lo que no sabían era que Érica estaba infectada, y que se estaba convirtiendo en come-carne, poco a poco.


Jose Carlos Ortiz de Galisteo (Carlos Delg.)

 


¡REFLEXIONANDO!



“Aunque a muchos ahora no se lo parezca, los que nacimos en los 60 y 50… muy poco cambiaríamos, definitivamente, por lo de esta nueva era”… Y aunque también conocimos todavía el Cine, la tele y las fotos… revistas, cómics, libros, máquinas de escribir, telegramas y Correo en Blanco y Negro… Y luego asistimos al nacimiento en los 70 y 80 del radio casette, las cintas, los videos, tomavistas y el tocadiscos… para sustituir al transistor viejo, la gramola, el magnetofón, la banda de música y el piano de cola de nuestros padres y abuelos… Nuestro mundo tenía más bonito color, sencillez, unión, pureza, ingenuidad, esperanza, nobleza, sentido, uso, limpieza, transparencia, simpleza, respeto, agrado y sentimiento… Comenzando por poder disfrutar las cosas que antes nunca pudieron tener ellos… Y que nada tienen que ver con la realidad actual… QUE TANTA PENA, BASURA, AMPULOSIDAD, DESPILFARRO, COMPLICACIÓN, ENFRENTAMIENTO, CRUELDAD, COMPETENCIA, ARTIFICIO TÓXICO, REPRESALIA, INJUSTICIA, DESIGUALDAD Y MIEDO DA…Y nos priva de aquella valiosa felicidad, satisfacción y libertad de tiempo e ilusión que dedicar a nosotros mismos y a los demás… Que ahora… con tanto móvil, ordenador, plasma, video juego, tablet, robot, dron y tanta crisis… tanta prohibición y tanta cosa virtual… que nos tiene sumidos en un caos mental, sumiso descontrol y desconcierto… MUY NECESARIOS DE VOLVER A REENFOCAR Y ENCAUZAR… Porque a este ritmo… el futuro no lo auguro, para nada, positivo o esperanzador… Y HASTA ESTAMOS PERDIENDO LA NOCIÓN DE LO QUE ES MALO Y BUENO… matando todo alrededor… PONIENDO EN RIESGO HASTA LA MISMA CREACIÓN… Y la continuidad de la vida y el universo que conocemos… ¿O NO?


FLAMENKEO EN LA GLORIA:

Quejío, sentío, acordes… Letra, tablas, arte, sentimiento y compás…
gorjeo, garraspeo, tarareo… punteo, rasgueo, palmeo, zapateo…
guitarra, taconeo, mano arriba…
(pa marcar terreno)…
Y pasión, hondura, fuerza y garra… a reventar…
¡Flamenco en su estado más puro!...
a palo seco, al aire…
acompañao, a pelo… Abandoleao…
¡Unos Tarantos, una Zambra… (Un cantaor se arranca)…
una gitana que lo baila…
una Guajira, una Colombiana…
una Petenera, una Seguiriya, una Soleá…
Una Saeta en Semana Santa, unas Alegrías, unos Fandangos…
por Bulerías, Verdiales, Tanguillos de Cai, Malagueñas, Sevillanas o Rumbas…
¡¡¡Qué más da!!!
¡Si hay Palos Flamencos y tiempo pa dar y tomar!...
¡y regusto y cantera güeña de voces…
y virtuosos del palo santo…
pa sembrar… y dar fruto hasta el día del Juicio Final!
En que todos nos veamos en el infierno, el Purgatorio
o la Gloria…
¡Con un jamoncillo, un buen queso y un buen fino!...
cantar, bailar y jalear toda esa madrugá…
disfrutando… hasta la alborea…
¡Hasta la hora mágica de los churros y buñuelos…
¡Y de una buena merecía siesta…
Pa volver al Tablao… luego…
Otra vez a revolucionar!
¡Y nos de Dios a los humanos…
tres prórrogas más…
por los menos!...
¡¡¡Que hay que saber ganárselo!!!...
y pa eso está el Flamenco…
¡Como Dios manda!...y na más

Rafel Rodríguez Muñoz (Patillas)

 


EL GUITARRISTA FRANCISCANO




En las puertas de convento
fue un niño recién nacido
a su suerte abandonado.
Las monjas franciscanas
bajo su techo cobijaron
entre rezos y rezos
el niño ue creciendo
con mucho mimo y esfuerzo
el niño fue creciendo.
Cuando cumplió quince años,
Las monjas le regalaron
una guitarra que perteneció
a un hombre que se la donó,
el chaval sin dar clases
de guitarra como si tuviera
en sus manos un don divino,
por circunstancias que nadie sabe,
sabía todos los palos del cante 
que de una guitarra sale.
Entre rezo y rezo
fue el niño creciendo
con mucho mimo y esfuerzo
el niño fue creciendo,
se hizo tan popular
“el guitarrista franciscano”
que en todos los festivales
de cante flamenco por todos los cantaores
era requerido y admirado.
¡Que don divino, tenía en sus manos!
Que todos se quedaban
al escucharle anonadados,
con la sabiduría que nadie comprendía.
¿Cómo con esa edad podía tener esa maestría?
El niño fue creciendo entre rezo y rezo
con mucho mimo y esfuerzo,
pero el guitarrista franciscano
que por todos era conocido
tenía una espina clavada en todo su corazón,
saber quién fueron sus padres
ni las monjas lo supieron
muchas preguntas en el aire,
respuestas que se esfumaron.
Una noche que estaba ensayando
con su guitarra solo en el escenario,
había un hombre ya entrado en años:
con el rostro muy cansado
y una guitarra en sus manos,
el guitarrista franciscano
lo miro con mil preguntas y extrañado,
se sentó a la vera del anciano.
El hombre con voz cansada
le dijo que tomara asiento
que le contaría una historia
de hace mucho tiempo. 
Los dos cogieron las guitarras
y con ellas en las manos,
con acordes y el compas
la historia le iba contando:
desde el primer día
que te escuche tocando,
los recuerdos del pasado
por mi mente iban pasando.
Antes de tu nacer
yo era uno de los guitarristas
que se dieron a conocer
fui tan famoso que no tenía
noche y tampoco día,
por culpa de esos menesteres
descuidé mucho la familia
cada vez más la estaba perdiendo,
un día cansado de los escenarios
dejé una guitarra y unos papeles
y en ellos todos mis conocimientos
y se la doné al convento capuchino.
Me fui a trabajar al extranjero,
tu madre y yo recuperamos 
todo el amor que llevábamos dentro.
Recibí un día una carta:
diciéndome que íbamos hacer padres
y nos pusimos la mar de contentos
porque por fin íbamos a ser padres
que era nuestro mayor deseo
que sería la alegría del universo.
El día tan esperado llegó
y tú viniste a la vida del mundo
pero tu madre no superó el parto,
cuando yo regrese del extranjero
tras recibir la noticia de su fallecimiento,
por ti estuve preguntando
me dijeron que habías muerto,
mi vida se derrumbó como un edificio viejo
mis ojos sin lágrimas se secaron
de tanta rabia y sufrimiento.
Un día escuché los acordes
de una guitarra y el corazón me dio un vuelco
cuando te vi tocando
la misma postura y el mismo sentimiento,
pregunté quien era
todos me decían ante mano
que el que tocaba era el guitarrista
“el guitarrista franciscano”
la mente se me abrió y fui tras tus pasos
entraste en el convento, era el mismo
donde había dejado la guitarra
comprendí que todos mintieron,
sin duda ninguna tú eres mi hijo
él que creí que estaba muerto
quiero pensar que son cosas del destino.
Si quieres tocamos juntos
y seguro que seremos dos en uno
juntos tocaremos porque el destino
nos ha unido.
Tú me has devuelto la vida
cuando lo tenía todo perdido
gracias a una guitarra que dejé
en un convento capuchino,
tú aprendiste sus notas
como un ser Divino.
El niño que entre rezo y rezo
con mucho mimo y esfuerzo
el niño fue creciendo 
siendo conocido:
por el “guitarrista franciscano”
Cuando terminaron de tocar
los dos se miraron,
el padre le dijo hijo,
el hijo le dijo padre,
se bajaron del escenario
se fundieron en un abrazo
siendo para siempre
como padre e hijo.


Jose Carlos Aguilar Jiménez (Agui)


Jose Carlos Aguilar Jiménez
(Agui)



NAVIDAD, 2023 





Navidad, cuantas personas odian la Navidad, y digo yo….¿qué culpa tendrá ella?......

Para mí, es una de las fechas más bonitas del año, aunque varios me decían que me gustaba porque aún no había perdido a ningún ser querido, aun no extrañaba a nadie, pues bien, perdí a mi madre y a mi padre, el ser al que más he amado, y me sigue encantando la navidad, el cumplir años te da precisamente eso, la perdida de familiares y amigos….

No hay que ser melodramáticos, ni víctimas, ni empeñados en buscar culpables…..cada época tiene su cosilla, pero ésta en especial a mí me encanta, y sin olvidar en ningún momento que representa la celebración del nacimiento del Hijo de Dios.

El consumismo, la fiesta, las comidas, no me refiero a esa navidad….yo creo en el espíritu de la Navidad….me emociono con películas de esta temática, con las reuniones familiares, con las luces, el colorido, el rojo, aunque quizás para mi sea fácil, debido a mi carácter sentimental.

También es cierto, que en este tiempo, la gente se vuelve más tierna, más humana, cuando en realidad no tendría por qué ser así, ya que eso debería de ser la tónica de una vida.

Creo que la Navidad es Paz, es Luz, es ilusión y alegría, es reencuentro, es Amor, es el final de un año más, es dejar atrás las cargas que arrastramos y empezar un nuevo año con toda la ilusión de ser como si fuese el último, porque de eso se trata, de vivir, de sentir, de agradecer y dar gracias por cada nuevo día.

La familia, primer y principal pilar de nuestras vidas, llevarse bien, con respeto, cariño, admiración y sobretodo mucho Amor, fuera las discordias y fundirse en un abrazo de corazón.

Nadie sabe si será su última Navidad, por eso no hay que empeñarse en tonterías que no nos hacen feliz, y que nos alejan del sentido de la vida.

Bastante drama hay ya en la vida, como guerras, desigualdades, hambre, calamidades, para encima, nosotros que en principio tenemos un estado del bienestar, entre comillas, estar quejándonos por idioteces.

En este tiempo que nos ha tocado vivir tan cambiante, donde la tecnología nos domina, las guerras nos estremecen, el cambio climático del que ya notamos sus efectos, la economía que no despega y cuesta llegar a fin de mes……

Aprovechemos este tiempo de relax para analizar nuestra vida, nuestro año, que seguro para unos mejores y otros peores, y recordemos los que no están con cariño y Amor, no con tristeza o melancolía, no se olvida a quien se recuerda.

Solo deseo que todos vuestros sueños se cumplan, y paséis unas felices navidades en compañía de vuestra familia, que el Amor brille en vuestras vidas, y tengáis salud y prosperidad en todo…..