junio 01, 2024

Franciso de Asís Granados Mellado (Paco Granados)

 



La sombra de la verdad





La fría brisa de la noche se colaba por las rendijas de la celda, llevando consigo un aire cargado de misterio y desesperación. Alberto yacía en la oscuridad, con su mente atormentada por los recuerdos de una noche que parecía no tener fin. La sombra de la verdad se cernía sobre él como un manto oscuro, envolviéndolo en un halo de sospecha y confusión.

Su pasado se desplegaba ante sus ojos como un retrato macabro, con cada detalle retorcido y distorsionado por el peso de sus propias mentiras y secretos. Germán, el enigmático hombre que había entrado en su vida como un vendaval, había arrastrado consigo una estela de caos y perdición que parecía no tener fin.

Las noches de excesos y risas vacías se mezclaban en su mente con los flashes perturbadores de la fatídica noche en la que todo cambió. Recordaba la mirada desquiciada de Germán, las palabras sin sentido que resonaban en sus oídos como un eco incesante. ¿Para qué había sido utilizado? ¿Acaso era él el verdadero responsable de aquel acto atroz?

Clara, el dulce recuerdo de lo que una vez fue su felicidad, aparecía en sus sueños como un espectro implacable, recordándole la crueldad del destino y la fragilidad de la vida misma. La verdad parecía escurrirse entre sus dedos como arena fina, escapando hacia un abismo sin fondo del cual temía no poder escapar.

El titiritero invisible seguía moviendo los hilos en su mente perturbada, jugando con él como si fuese una marioneta en manos ajenas. Las paredes blancas de su celda parecían cerrarse sobre él, aprisionándolo en un laberinto sin salida donde solo resonaban las risas siniestras de Germán.

En lo más profundo de su ser sabía que detrás del miedo se escondía la verdad. Pero para encontrarla debía enfrentarse a sus propios demonios y descubrir si era realmente culpable o solo una víctima más del cruel destino que le había sido asignado.

El amanecer asomaba tímidamente por el horizonte, trayendo consigo una nueva oportunidad para desentrañar los secretos ocultos que lo atormentaban. Con los ojos cerrados y el corazón lleno de incertidumbre, Alberto se sumergió en las sombras de su

propia mente, dispuesto a descubrir la verdad detrás del velo de mentiras que lo rodeaba.

Así termina mi relato “La Sombra de la Verdad”. Espero haber logrado sumergirte en un mundo lleno intriga y misterio. ¡Que tus sueños estén llenos de secretos por resolver!




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