marzo 01, 2024

José Fernández Álvarez (Jota Efe A)


CURIOSIDADES SOBRE
SAN RODRIGO







Primera: Una campana “San Rodrigo” en Valencia

Tradicionalmente se ha dicho: “bronce de campanas en tiempo de paz, bronce de cañones en tiempo de guerra”. El ejemplo que tenemos más documentado de destrucciones de campanas es el de 1936. La nueva maquinaria de guerra ya no utilizaba el bronce como aleación para el combate ni el armamento; no obstante, a muchos sitios llegó la orden de retirar las campanas de los templos para emplearlas como material de guerra. En realidad fue muy común que durante el asalto e incendio de las iglesias las campanas fueran lanzadas desde el propio campanario a la calle, respetando las campanas horarias, consideradas como de uso civil y alguna de las litúrgicas para emplearla como señal de alarma. Numerosas campanas resistieron el golpe, algunas con roturas mínimas y fueron a parar a almacenes, donde permanecieron toda la Guerra Civil, junto con las que requisaron por órdenes gubernamentales. Así, llegado 1939 varios almacenes contenían cientos de campanas, de la mayoría de las cuales se desconocía su origen, ya que su ingreso en los mismos no estuvo acompañado de un detallado inventario. De la destrucción se salvaron algunos campanarios, generalmente aquellos donde las campanas presentaban mayor dificultad de ser lanzadas o algunos en que los alcaldes las protegieron. Estas campanas fueron repartidas entre las iglesias, quedando prohibido llevarse una campana más grande que la que se tuviera antes de 1936. Uno de los casos más curiosos fue la campana mayor de la Iglesia de San Roque de Benicalap, que cuenta con la siguiente epigrafia:

“S.RODRIGO PATRON NUESTRO ROGAD POR NOSOTROS/ FRANCISCUS / DE LA RIVA / ME FECIT ; M.P.: HIZOSE A COSTA DE LA VILLA SIENDO CORREXIDOR EL SEÑOR LIZENZIADO DON JUAN MAROQIN DE LA PENA ABOGADO DE LOS / REALES CONSEJOS Y COMISARIOS LOS SEÑORES D. ANTONIO CURADO Y VILLA VIZENZIO Y D. JAZINTO DE ARANDA AÑO DE MDCCXXXVIII.”

Esta campana procede del expolio que se hizo en los templos durante la guerra civil española. Las autoridades de turno enviaron centenares de campanas, especialmente de los templos de la zona Centro de España, al puerto de Valencia para ser trasladadas a Barcelona donde las fundirían para transformarlas en material bélico. Acabó la guerra y ese traslado de campanas no se había realizado. En el puerto de Valencia pues, quedaron todas. Se organizó el llamado “servicio de recuperación”: se avisó prácticamente a todas las Parroquias de España para que recuperan sus campanas si habían sido desalojadas de ellas. Muy pocas parroquias acudieron y pasado el plazo señalado las autoridades de Valencia distribuyeron las campanas restantes entre las parroquias de la diócesis. Esta campana procede de ahí y perteneció a la Iglesia de San Rodrigo (convento-hospital) de nuestra localidad de Cabra, ocupada hoy por San Juan de Dios y todo el Círculo de la Amistad.

Segunda: Un cuadro de San Rodrigo en Arroyo de la Luz.

En la localidad extremeña de Arroyo de la Luz (Cáceres), en su ermita de Nuestra Señora de la Luz, se encuentra una obra del pintor cacereño Anselmo Hidalgo Villa. Se trata de un retrato de San Rodrigo que ocupa casi la totalidad del lienzo en el que el mártir está cubierto de negras vestiduras y portando, en la mano derecha una espada que apoya en el suelo, y, en la izquierda una palma del martirio que le entrega un ángel; otro ángel en el ángulo superior izquierdo le lleva una corona. En la parte derecha del cuadro se halla una mesa con mantel sobre el que está un tintero, libro y bonete, apreciándose en el conjunto falta de perspectiva. El fondo del lienzo está ocupado por la representación de un martirio, probablemente del presbítero Rodrigo.

En la parte inferior tiene una inscripción que relata la representación: “SEÑOR RODRIGO PRESBÍTERO Y MARTIR NATURAL DE LA VILLA DE CABRA EN EL REYNO DE CORDOVA. PADECIÓ MARTIRIO EN CORDOVA REYNANDO MAHAMET A 13 DE MARZO DE 857. YZOLO ANSELMO HIDALGO EN CACERES A 11 DE MARZO AÑO DE 1789”.

Esta obra es de mala calidad, carente de técnica.

Anselmo Hidalgo Villa nació en Cáceres en el mes de abril de 1757, hijo de Ignacio José Hidalgo y Rosa María Villa. Debió formarse como ocurrió con su hermano Tomás, con el padre y con el tío, aunque son escasas las noticias que se tienen de él. Se conocen dos obras suyas, testimonio de sus pocas dotes artísticas.

Nos preguntamos por qué o a instancias de quién un pintor norbiense realiza un cuadro con la imagen de nuestro Patrón San Rodrigo.

Tercera: “El enigma de San Rodrigo en Cassano, Córcega (Italia)”

La organista e historiadora Elizabeth Pardon, descubridora del rico patrimonio religioso y humano, su historia y tradiciones rurales, en su plataforma hautetfort (blog francés) http://elizabethpardon.hautetfort.com/, publica en tres interesantísimas partes un estudio que realizó en 2003 en torno a un cuadro, realizado en 1841-1842 por un tal L. Jassogne, copia del “San Rodrigo” de Bartolomé Esteban Murillo que se encuentra en la iglesia de Cassanu, una de las tres aldeas de la Villa de Monte Grossu en Córcega, Italia. Dicho cuadro (traduciendo los textos del estudio) al parecer fue

realizado por Jassogne por mandato de un abad del Tibet, llamado Bastianelli, de quien no se conocen más datos que su apellido. Al citado pintor le propone el abad en cuestión que realice un cuadro del diácono y mártir San Lorenzo y Jassogne, conocedor de la obra de Murillo y de su “San Rodrigo”. Dirigiéndose al Museo del Louvre, que es donde por aquel entonces se encontraba el cuadro, en la galería española de Luis Felipe recién inaugurada en 1938 (en la actualidad se encuentra en la Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde en Alemania), ni corto ni perezoso, realiza una muy excelente, fiel y detallada copia del mismo, si bien sin la marca de la decapitación o degüello, esto es, sin la herida sangrante prueba de su martirio y también careciendo del atributo de su martirio, o sea, la parrilla (otra cosa es descalabro o rotura del lienzo a la altura del cuello como se aprecia en la imagen).

Pues he aquí que tenemos un San Rodrigo/San Lorenzo en la iglesia de Cassanu, dedicada a la Anunciación, que se encuentra junto a un hermoso retablo de madera firmado y fechado por Antonio Calvi en 1505.

Un apunte dentro de esta curiosidad sobre San Rodrigo a modo de anécdota: En esta región de Cassanu, o sea en Monte Grossu, (Córcega como ya hemos dicho) se encuentra una estribación montañosa denominada Corduvella, nombre dado en el año 950 por uno de los últimos seis reyes moros, Hubolone o Nubolone, y elegido como la capital de su reino. El nombre responde a que deriva de la antigua Corduba romana, que significa “pequeña colina”. Se trata posiblemente solo de una casualidad el hecho de que por aquellos contornos italianos se halle esta copia de un cuadro sobre un santo egabrense-cordobés.

En todo caso, quedan pendientes algunas interesantes incógnitas como por ejemplo saber por qué elige el pintor-copista a nuestro San Rodrigo para su San Lorenzo, pues quedan muy distantes el tiempo de su martirio así como el lugar de nacimiento, vida y muerte. Tampoco sabemos quién fuera el dicho Bastianelli, además de abad en el Tibet, aunque pudiera ser un mecenas ya que al igual que la solicitud de este cuadro a Jassogne, está registrada (Base Arcade) el encargo a Jacques Auguste Fauginet, escultor francés, de una Virgen Inmaculada para la misma iglesia de Cassano y por las mismas fechas de realización del cuadro (mediados del siglo XIX).

 

http://elizabethpardon.hautetfort.com/archive/2013/01/27/l-enigme-de-rodrigue.html

http://elizabethpardon.hautetfort.com/archive/2013/02/01/saint-rodrigue-de-cordoue-a-cassano-suite.html

http://elizabethpardon.hautetfort.com/tag/abb%C3%A9+bastianelli+missionnaire+au+tibet



 

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