diciembre 01, 2024

José Carlos Ortiz de Galisteo Delgado (Carlos Delg.)

 


MERRY CHRISTMAS






Cuando veo prender el primer “Árbol de Navidad” al llegar Diciembre… Instintivamente… cada trasluz, cada guirnalda, figura, estrella, tarjeta, regalo, destello mágico o sensación que despide centelleante... Imagino se corresponde en la realidad, con una cosa o alguien muy maravilloso y especial… Que lo iluminó o lo significó todo… Parte o un instante… bonito, alegre, importante, trascendental o apasionante de mi vida. 

 De manera que no puedo ignorarle… ¡Y hasta que a través de ese resplandor… te quieren o se te quiere transmitir algo en forma de mensaje celestial!... Poniendo toda mi atención y expectación, en lo que experimento y me llega de sopetón… Agradeciéndoselo… Y emocionándome… 

Así comienza el sentido extraordinario de ésta visión anual… que se renueva constantemente en mi interior, con caras e incorporaciones nuevas que se añaden incesantes… ¡Experimentando un enorme escalofrío y sensación de picazón, recorrerme de pies a cabeza!... ¡Cada vez más inciertas e intensas!... Cuya explicación no acierto a poder detallar con exactitud… Pero determinada por la Ruleta vital insoslayable en la que nos movemos… Más que probablemente… 

¡Vuelve de nuevo otra vez la Pascua!... Tiempo singular de Reflexión… Y a todos los que tenemos más o menos una edad… ¡Automáticamente!... Sin saberse por qué… nos invade la nostalgia y el recuerdo… ¡No sabiendo si todavía nos gusta o no!... Porque por un rato lo dulce se transforma en malestar amargo… y en sentimiento entrañable muy encontrado, al mirar hacia atrás… ¡Atragantándose en el cuerpo!... ¡Cómo nos pasa torpemente ya con los mantecaos, el machaco, los achaques y el pinzamiento y dolor de huesos!... cada vez más…

No sabiendo en qué parada del camino aún nos movemos… para pasar al disparadero y al punto y final… ¡Ése que nunca sabemos en qué manera o cuándo nos llegará… Sin siquiera pretenderlo!... ¡Y que vendrá sin avisar!... ¡Tan puntualmente, como lo es de cierto!...  

¡Lo que le pasaba al Pavo del Corral de la casa de mis abuelos maternos!... que aunque todos los años mi misión y obsesión era dejarlo escapar, para no acabar asado en la cazuela. ¡Castigándome inmerecidamente, creía yo por ello!... Otro lo cogería de rebote luego, si no, al pobre animal e iría a parar a su alacena o a su nevera… ¡Hiciera de buena fe lo que buenamente hiciera!… Con lo cual poco les podía nunca ayudar… (No entendiéndolo hasta unos tantos años más… Que era su sino… de cualquier forma)... sin en absoluto el pobre merecerlo…

¡Otra injusticia más!...

Cosa que he desechado hacer siempre posteriormente, comiendo cualquier cosa, menos eso… ¡Por la pena que me da que venga uno al mundo para ello!... ¡Y no lo sepa o lo haya podido nunca cambiar!... ¡Como tantas otras cosas más!... Invadiéndome la impotencia… Y la rabia… 

¡De cuantos innumerables seres queridos nos sentábamos antes a la mesa familiar!... ¡Cada vez menos…! ¡Y menos…! ¡Y menos de aquellos…! 

¡Y porque se van incorporando sobrinos y nietos y personajes nuevos!... que traen la alegría y el relevo… a los que ya por desgracia no están… ¡Y que son el nuevo gen regeneracional!... ¡Que si no… Nada dejaríamos…! 

¡Aun así!... ¡Nos apenamos llorosamente por todos ellos!... ¡Porque los echamos amargamente mucho de menos… Y nos duele su memoria y el remordimiento perpetuo de no volver a disfrutarlos ni tenerlos!... ¡Siendo la triste realidad!... ¡Que ya no podemos cambiar!.. ¡Y por riles hemos de vivir con esto!... No acabando nunca de comprenderlo… 

¡Ya no están ni el Pavo, ni nuestros abuelos!.. ¡Aquellos que tanto y tanto nos dieron y por los cuales tanto sabemos!... ¡Padres y tíos y primos y amigos, bisabuelos y tatarabuelos, que hace mucho que se fueron!... 

¡Nuestros perritos fieles y mascotas de juventud y tantos otros desvelos… y principios… perdidos y alejados en el tiempo! ¡Que al irse nos dejaron tan mal!... ¡Y se echaron al morral de la vida!... ¡Dejándolos tan atrás!... ¡Para no volver jamás!... 

¡Nos falta lo que en los vinos se llama la Solera!... ¡Ellos la desparramaban por doquiera!... ¡Y es cuánto hemos podido heredar… porque nos quema de verdad su ausencia!... ¡Y los añoramos en exceso en estas fechas en las que el Amor, la Paz y la Concordia llaman a todas las puertas!... Por lo menos para hacer la Publicidad y vender juguetes y regalos… 

Ya no falta el marisco o el champán, por más humilde que se sea… ¡Aunque en el Tercer Mundo mueran por miles sin conocerlo jamás… Y no tengan nada que llevarse a la boca, ni siquiera en Navidad… Muriéndose de cualquier cosa o enfermedad, menos con la barriga llena!... 

¡Lo que turba una enormidad!... Cuando se le pasa a uno por la cabeza… ¡Mientras nos echamos 5 kilos de tripa más al llegar las consabidas Fiestas!... ¡Todos ésos y más… que luego el resto del año hay que quitar de encima y nos molestan!... ¡Pero qué inconscientemente nos los echamos en lo alto para atiborrar los fastos y estómagos estos días con Cenas de Empresa, de Pandillas, de Familia, de Peñas o de lo que sea!... ¡Hasta reventar… si acaso!... 

No siendo el Mensaje ni el sentido navideño que deberíamos trasladar… 

Sino otro más halagüeño, de que “la Felicidad está más en el dar”… Sabiendo alguna vez renunciar a todo lo material… Repartiéndolo…

No debiendo existir un hogar con media familia o todos en desempleo, faltos de cualquier elemento de necesidad o estabilidad, limpios y libres de cualquier enfermedad o padecimiento…  

Y siempre acompañados y reconfortados los más solitarios y aislados… Porque la soledad, ésa mala consejera, es lo peor que puede pasar… a la par que la falta de alimento… al llegar estas señaladas y amistosas fechas… para que tanto las amemos y esperemos… 

No obstante, como al turrón de Alicante, hay que dar una buena mordida al asunto… cuando nos morimos de gusto… viendo crecer a nuestros hijos y sobrinos alrededor de esta Tradición… Para luego pasarla a los suyos… Y no se pierda jamás este momento de encuentro tan especial… En torno a un Belén … un Nacimiento… Un Portal… Unos Pastores… Un niño Dios… Una hoguera… Y una habitación y mesas llenas… de gente que se quiere, respeta y se acepta… Cantando al son… con guitarras, zambombas y panderetas… Villancicos y Coplillas de la Tierra… (Que cada cual según su Religión o Creencia… las celebra a su manera)… 

¡A excepción de los que siguen matando, aterrorizando, esclavizando, sacrificando o decapitando inocentes… abominando también en Fin de Año… para demostrar el otro lado contrario, desequilibrado y nefasto de lo que humanamente se desea comúnmente… ¡Aberrándolo!... 

Convirtiendo lo malo en bueno, aunque sólo sea por momentos como éstos, y la Desgracia en Fiesta… Al menos para cerrar el calendario con Ilusión… Y la esperanza de que este vínculo y unión, así dure por mucho tiempo… sin trastocarse… 

¡Hay que dar gracias a Dios porque la llamada al corazón, hace que retornemos desde cualquier lugar, más o menos distante, para estar juntos, presentes y contentos… Y que al llegar las Navidades… por mar, tierra, aire, tren, ave, internet o quién sabe… Al menos lo intentemos… ese acercamiento intergeneracional… tan interesante como ameno… Que siempre recordaremos con la edad… Y a medida que más de los nuestros nos falten!... Queriendo volver atrás… en el punto que se perdieron… en lo material… sí… pero no en el recuerdo… 

¡Qué bonito verlos juntos a los primos y hermanos siempre jugando con lo que les traen los Reyes Magos, Santa Claus, S. Nicolás… o los que lo hacen de verdad… para alegrarlos y darles regalos que luego nunca olvidaran!.. ¡Y que van más allá de Muñecas, Indios y Pistoleros, Bicis y Pelotas, Robots, Juegos Electrónicos, Móviles y Consolas… o lo que traigan los nuevos Ingenios, Costumbres y Pasatiempos Modernos!... 

Los enamorados besarse a hurtadillas… Los jóvenes bailar… Los Viejos abrazarse… 

Es curioso que todo esto que alumbra mi pensamiento en este momento, y el tema de elección de este relato, me haya venido ipso facto al ver hoy desde el balcón, en la Plaza de mi Pueblo, una cosa que hacía mucho que no veía ya. Y creí se había perdido con el tiempo… 

¡Mientras se construye el Árbol de Navidad y el Belén en el Ayuntamiento y se colocan las luces que vamos a ver desde la semana próxima hasta las Rebajas de Enero, para contribuir a que todos los Comerciantes se recuperen en estos días de todo cuanto no se vende por desgracia el resto del año!… jjjjjjj….. 

¡Unos gitanos con una cabra, un órgano de pilas, dos altavoces viejos y un saxofón… están dando un auténtico y simpático recital al solete!… Alegrando a los paseantes un Sábado a mediodía… En tanto se agolpan en las terracitas la juventud a la hora de la cervecita y las tapitas…

Resguardándose bajo los toldos del poquito de frío existente… Y los mayores se disponen a preparar la mesa para cuando éstos vuelven… 

¡Y la rueda de la vida… camine… con un toque de musiquilla, chispa y soniquete alegre!… como el de estos gitanos trashumantes… de pueblo en pueblo… de gente en gente… intentado dar la nota de luz, color y calor que le faltaba al ambiente!... 

¡Ya se nota su presencia!... 

¡Y la de la Nochebuena!... 

¡Que la Lotería de la Vida se distribuya cada vez más! ¡Y sean muchos los afortunados!... 

Que acabemos al cerrar el nuevo año, cortando cada vez más la corrupción, la opulencia, el despilfarro, la violencia, el abandono, la necesidad, la incomprensión y las crisis… 

¡Y nos sintamos más amigos y hermanados universalmente!... 

(Sobre todo ayudando a los más necesitados)…

Comenzando por cuantos tenemos más próximos y les podemos auxiliar… verdadera, entregada y desinteresadamente…

¡Haciéndolo ya… Y no mirando para el otro lado!...

Protegiendo e incluyendo a los demás seres vivos y Naturaleza que tan frecuentemente maltratamos. Defendiéndolos con entrega… porque verdaderamente los necesitamos… 

¡Hagámoslo!... Con la máxima convicción… 

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO DE ARMONIA Y PAZ!... 

Todos juntos, esperanzados y unidos…

Acordándonos siempre de quienes no tienen ni pueden... 

y van de un lado a otro pasando frío, hambre y ruindad... 

aprendiendo a valorar lo afortunados que somos al lado de ellos... 

¡Y nunca nos contentamos jamás!...  

No hay comentarios:

Publicar un comentario