José Carlos Aguilar Jiménez (Agui)

 

LA  NOCHE

A ti, reina de la nada, oscuridad que el mundo apaga,  refugio, intimidad y respeto, silencio de miradas raras, abrigo del que no quiere ser visto, morada de la soledad vaga…

Sera que te necesita el día para apagar su luz cansada?,  o será que el sol descansa, para dar calor a la nueva mañana.

El negro es tu color, para ocultar la belleza de la vida dada, el silencio es tu voz, confundiendo cada ruido y sonada…

El frio de la quietud, sumerge cada hora pasada, la falta de movimiento y color, refugio de los cuentos de hadas, donde el hombre te necesita, para su descanso y morada.

El canalla te desea con firmeza, para hacer sus fechorías malas, al abrigo de la oscuridad y el silencio, y así no ser detectadas.

Otros viven de ella, para hacer necesidades varias, trabajando para al despertar, que no nos falte de nada.

Un día me dijo mi hijo, que sentía miedo de la noche, de la oscuridad, del silencio, del frio, difícil explicar para atajar ese mal… Le dije que el miedo no existe, que lo provoca su mente, que todo ruido tiene una explicación, que la noche la necesita el día para descansar su labor, que el silencio es la falta de movimiento y que el frio la ausencia del sol.

Le dije que en verdad el miedo no existe, que en el silencio solo esta Dios, que al cerrar sus ojos lo abraza, lo vigila  y protege con su Amor, que la noche es su refugio, donde no existe el dolor, que no le de alas al miedo, pues se sentirá peor,  y cuando descansar no pueda, que solo piense en Dios, ese padre celestial y bondadoso que nos cuida a los dos.

La noche es claridad,  en medio de un mundo oscuro, es la verdad, el silencio más profundo. Detrás del día siempre está, para proteger el mundo, enseñando la otra cara del Amor, del enfermo y  el vagabundo.

Día y noche siempre están, como agua, cielo, tierra y mar, cada día y a su hora en punto. A su cita no han de faltar, a no ser que se acabe el mundo. Dios controla su poder, y así se  marca el rumbo, es el ciclo de la vida que ha de seguir, dando siempre su amor profundo.

Si un día tu despiertas, y observas lo nocturno, veras el silencio salir de cada esquina y en cada muro, alimañas se aferran a la oscuridad, para no ser vistas y deambular sin rumbo, personas que no quieren ser vistas caminaran, unas firmes y otras taciturno, mentiras que salen a la verdad, como voz que grita el mudo, todo esto tu veras, observando al nocturnal mundo.