La historia para ser
creíble es necesario que sea auténtica
Por Antonio Fernández Álvarez
(Escribidor de sueños)
La
famosa frase: Sólo sé que no sé nada. Atribuida al famoso filósofo griego
Sócrates, me viene como anillo al dedo, para exponer lo que a continuación
cuento.
Y
es que en esta etapa de mi vida en la que me hallo leyendo cualquier libro de
historia que cae en mis manos, no hacen nada más que confundirme y poner en
duda aquellos escasos conocimientos que poseía.
Había
leído que el terremoto del uno de noviembre de mil setecientos cincuenta y
cinco, el mal llamado terremoto de Lisboa: “En
nuestra ciudad, derribó parte de su muralla (actualmente puede verse una torre
truncada) y parte de la torre del campanario de la Iglesia de la Asunción y
Ángeles”. Con esa creencia le había dicho a mis amigos y conocidos “tirándome el moco” de mis conocimientos de
la historia de Cabra, esta versión.
Pues
bien en otra fuente ahora leo: “Que fue
el día nueve de octubre de mil seiscientos setenta y tres, día de San Dionisio
cuando en la mañana de ese día se dejó sentir en Cabra un terrible terremoto
que se percibió en toda Andalucía, y que causó grandes estragos, derribando la
mayor parte de la población antigua, situada en la “Villa Vieja”, un gran
pedazo del alcázar o castillo, sus torres, menos las del Homenaje y la de doña
Juana, sus torreones, cubos y adarves, murallas, etc. Aún se conserva caído y
sin duda es vestigio de este suceso, un torreón que hay sobre la carretera
Lucena, pues no por otra causa pudo ser rota por su base una obra tan sólida y
duradera”.
Ciertamente
en otro punto este autor hace referencia al terremoto acaecido en Cabra el
sábado uno de noviembre, día de todos los Santos, de mil setecientos cincuenta
y cinco (a las diez de la mañana precisa), y que fue tan extraordinario que no
se recordaba otro semejante. También causó daños y alguna desgracia, se limita
a decir del Gran terremoto de Lisboa. Llamado así porque destruyó la capital de
Portugal, no solo por el gran temblor que se sintió allí, sino también porque
fue sucedido por un tsunami y un incendio que duró seis días, causando la casi
total destrucción de una ciudad en la que podrían haber muerto unas noventa mil
personas.
Estas
contradicciones son las que me llevan a reflexionar sobre la frase de Sócrates,
porque ciertamente cuanto más sabes, más te preguntas y por lo tanto menos
sabes porque te faltan muchas respuestas y máxime si además aquellas respuestas
parecen
Visto
lo cual, yo solo he pretendido contarle la magnitud de un terremoto que acaeció
en Cabra y que causó importantes daños, e hizo que la entonces nuestra Villa de
Cabra padeciese sus consecuencias. Quédense cada cual con la versión que les
haya parecido más verosímil o aquella que ustedes tuvieran conocimiento.
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