PEQUEÑOS GRANDES COMIENZOS
Antes de empezar, quisiera
desearos el feliz año nuevo a todos. Otro año más, otra vida nueva en la que la
mayoría de nosotros intentará empezar de nuevo junto con este mes. ¿Tenéis ya preparada
vuestra lista de propósitos para este año? ¿O más bien intentaremos ser más
conscientes con los del año pasado? En todo caso, espero que estéis ilusionados
con lo que este 2025 está por darnos, y con ello daros este pequeño
recordatorio. Si no conseguís tachar todos vuestros propósitos, está bien
también. Quizás consigamos tachar cosas de la lista que ni siquiera estaba en
ella, porque como todos sabemos, la vida está llena de sorpresas, y aunque esto
le sorprenda hasta al más pesimista, no todas las sorpresas tienen porque ser
malas. A veces, solo tenemos que mirar a todas esas pequeñas cosas buenas, y
probablemente si las juntamos todas, superen a todo lo malo.
Bueno, espero haber podido
animaros con esta introducción. Y si no, quizás pueda conseguirlo con el resto
de este texto. Porque quisiera recordaros, como dice el refrán, “mal de muchos
consuelo de tontos”. Y para males y para tontos, nosotros no somos los únicos
que intentan empezar de nuevo este mes. La mismísima naturaleza también nos acompaña
en este proceso.
Todos sabemos que el invierno se
acaba con el inicio de la primavera, pero no tenemos que esperar precisamente
hasta Marzo para que esto suceda. Este nuevo inicio comienza mucho antes.
Exactamente, la naturaleza comienza a restaurarse desde este mismo instante.
Sólo tenemos que prestar atención a ella, cosa que sé que es difícil con todos
los estímulos que tenemos hoy en día a nuestro alrededor, pero créeme, solo
hazlo un instante porque merecerá la pena.
Prestar simple atención, muchas
veces es lo que necesitamos, y eso fue lo que hice hace unos años cuando llegué
a Inglaterra. No sé si fue porque todo era demasiado nuevo e intentas abrir
todo lo que puedas tus ojos para recoger toda la información posible de lo que
te rodea, pero fue una bonita y pequeña sorpresa.
Me encontré con unas pequeñas
flores blancas, que son llamadas Campanillas de Invierno (Snowdrop en inglés).
Estás flores son una pequeña promesa de que el invierno está por acabar, y va a
dar paso a nuevos comienzos. Simplemente son un símbolo de esperanza y
renacimiento. Y, aquí fue la primera vez donde me encontré con ellas, porque
suelen crecer en bosques húmedos, frescos y en la semisombra, entonces estaba
en el ambiente perfecto.
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