noviembre 01, 2024

Isabel Natalia García Ruiz (Natalia García)

 


Un recuerdo muy vivo






Todos sabemos que para recordar a nuestros seres queridos, y sobre todo a los que ya no están con nosotros, no hace falta que sea ningún día en especial. Siempre están en nuestras mentes, o mirándonos desde una foto colocada en nuestro salón e incluso puede que tengamos conversaciones con ellos en sueños. De una manera u otra están ahí, y seguirán ahí gracias a que los mantenemos vivos, aunque sea con los recuerdos que tenemos de ellos.

Noviembre, empieza ni más ni menos con el Día de Todos Los Santos. A pesar de, como ya he dicho al principio, no hace falta que sea ninguna fecha marcada para que sepan que nos acordamos de ellos. Creo que también, es importante la tradición. Y en España, acudimos a los cementerios a recordar a nuestros seres queridos, limpiamos sus tumbas, le llevamos flores y ponemos velas. Pero como ya sabemos no en todos los sitios es igual, aunque siga habiendo algunas similitudes.

Como ejemplo, y no por casualidad, creo que es de mencionar la tradición de este día en la cultura mexicana. Ésta no es muy diferente a la nuestra, de hecho ni si quiera el nombre de este día cambia tanto. Para ellos, es el Día de Muertos, y en este día también visitan a sus fallecidos en los cementerios. Pero, además de eso, preparan espacios en sus hogares donde colocan altares con alimentos, bebidas, inciensos, velas, flores y fotografías para recordarlos. Básicamente, lo llenan de ofrendas porque en ese día, ellos irán a visitarlos.

Pero, para que estos familiares que ya han fallecido no se pierdan en el intento de encontrar el camino de vuelta a casa, utilizan algo muy específico, y creo que es la parte más especial en mi opinión. En efecto, utilizan una flor, y ésta se llama Cempasúchil. Así que llenan sus altares con ella y hacen caminos con sus pétalos, para que así siempre encuentren su camino con nosotros, los vivos.

Así que con ésta idea tan bonita, quisiera motivar a que éste año le coloquéis a esa foto del salón, una flor de Cempasúchil. Pero, si no podéis, aquí os dejo un dibujo de ella dedicada a todos los que ya no están, pero que siempre vivirán en nosotros. Recuerda, nadie muere mientras haya alguien que lo recuerde.

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