noviembre 01, 2024

Relatos de Cabra


El fantasma de doña Juana

Por: Antonio Fernández Álvarez
(Escribidor de sueños)


En la revista del pasado mes de septiembre pueden ver el artículo que titulé: “¿Nació Enrique II en el Castillo de Cabra?”, en él hago referencia a la llamada Torre Juana la cual toma este nombre porque ahí dio a luz Juana de Sousa a su hijo Enrique de Castilla, hijo ilegítimo de Enrique II.

Quiero hacerles un boceto de quien fue Juana de Sousa. Comenzaré diciendo que Doña Juana Alfonso de Sousa fue hija de Don Vasco Alfonso de Sousa que provenía de la rama bastarda de la casa Real portuguesa. Sus padres fueron: Don Vasco Alfonso  de Sousa, vino a Castilla y fue vasallo de Alfonso X, más tarde fue nombrado señor de Castil de Anzur y de Almenara por Alfonso XI. Se asentó en Córdoba y se casó con Doña Gómez Carrillo hija del señor de Santofimia y de Juana Fernández de Córdoba que era hija de los II señores de Cañete.

El matrimonio de muy elevada posición social en Córdoba pide al Cabildo poseer una capilla en la Mezquita-Catedral para el enterramiento de su familia. En 1365 el Obispo de Córdoba, el Dean y el Cabildo les otorgó la capilla de San Clemente junto al muro sur de la ampliación de Almanzor. Asimismo piden que el título de la misma sea Capilla de la Encarnación.

Juana es la segunda de los hijos de este matrimonio, que tuvo cuatro hijos: Diego Alfonso, Juana, Juan Alfonso y Leonor.

Juana conoció a Enrique II en 1369 cuando ella contaba 21 años y el Rey Enrique II el Trastámara todavía no había ocupado la corona castellana. Entre ellos surgió un largo romance, que duró desde 1370 hasta 1378.

El rey y doña Juana, quedaron prendidamente enamorados el uno del otro, tal es así que pariría un hijo de éste al que llamaron Enrique de Castilla y Sousa, nacido en el año 1378 al que en 1380, se le otorgó el título de duque de Medina Sidonia, además se le otorgaría también los títulos de Conde de Cabra y los señoríos de Alcafán y Morón.

Enrique de  Castilla y Sousa, nació la conocida como “Torre Juana” del castillo de Cabra. Es una de las dos torres que conserva nuestro castillo, concretamente la que se haya en el noroeste. Es una torre de unos diez metros, es maciza en su parte inferior, cuadrada y presenta una sala abovedada. 

Como es sabido el Rey Enrique II tuvo cantidad de amantes, y cuando perdió el interés por Doña Juana dando por concluido el romance, el propio Rey le buscó hombres ilustres pero jamás se casó con ninguno. Doña Juana se consagró exclusivamente a su hijo, vivía por y para su adorado hijo don Enrique.

Por ello la muerte de su hijo a los veintisiete años en 1404, fue un terrible sufrimiento para su madre doña Juana, tanto que el fallecimiento de su hijo la hizo enloquecer de dolor hasta el punto de perder la razón. El Cabildo Catedralicio dio a Juana de Sousa una sepultura en la Mezquita-Catedral para el cadáver de su hijo Enrique situada entre la capilla de los Obispos y el altar mayor.

Juana se retiró del mundo encerrándose en la misma Catedral donde se enterró a su hijo. Para ello pidió al Cabildo los cuartos que le llamaban “Cabezas de rentas” aunque más tarde se conocería como “cuarto de chocolate” que es una de la piezas que recae frente a la fuente Mayor. Allí vivió hasta el fin de sus días, trayendo sus criados desde su casa los alimentos.

Solamente, a deshora salía de su escondrijo y pasaba las noches de rodillas frente al ataúd donde yacía su hijo, con la esperanza de que cuando muriera ella pudiera estar junto a él. Juana falleció en junio de 1442 y contaba con unos 88 años de edad.

Hasta aquí la historia, ahora la leyenda, que nos narra que entre el laberinto de columnas de la Mezquita-Catedral de Córdoba, se afirma que deambula el fantasma de Doña Juana de Sousa, y dicen que es verdad que cuando la Mezquita queda silenciosa, se escucha a Doña Juana sollozando por la muerte de su hijo.

¿Leyenda o verdad?, la narración popular cuenta este hecho real o fabulado, ubicado en un tiempo y un lugar de la historia, es lo que hace que le aporte verosimilitud al relato. Lo cierto es que la historia a mí me ha atrapado y se la he querido contar a ustedes.

Bibliografía. Wikipedia y el día de Córdoba

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