mayo 01, 2024

Carmen Serrano Jurado



CÍRCULO INVISIBLE




Desde pequeños nos educan en el respeto a nuestros profesores, y según los profesores que nos educan nos enseñan también a tener criterio ante todo el abanico de circunstancias que se nos puede presentar en la vida, y según la personalidad de la persona y su desarrollo ese criterio puede ser desde mínimo hasta máximo.

Por este motivo, normalmente los profesores están exentos de crítica, porque suelen ser nuestros guías y ejemplos en educación, actitud y comportamiento. Pero como todas las reglas hay excepciones, en las que afortunadamente pocos profesores se creen con cierta hegemonía para que el alumno no pueda mostrar disconformidad de cualquier tipo de cuestión, y entonces si el alumno es valiente y fuerte mentalmente, se convierte en “molesto” para el profesor, y las consecuencias son vetar al alumno a modo de; suspensos, reducción de calificación, y lo peor intentar denigrar el comportamiento del alumno ante compañeros y demás, porque según la mente insana de este profesor es una lección que debe darle al alumno para que se quede calladito, no hable y no tenga criterio, porque sin palabras le está demostrando que el alumno está en sus manos, y que aunque su calificación sea de APROBADO, el poder lo tiene el profesor y no lo va a dejar pasar y lo va a suspender hasta que él quiera. 

Y aquí surge una situación complicada revestida de un CÍRCULO INVISIBLE, en el que se trasluce unos comportamientos totalmente inaceptables, que es que los compañeros del profesor ECHAN BALONES FUERA como si no estuviera pasando nada, una injusta hermandad entre compañeros que suele pasar en casi todas las profesiones, pero que en mi opinión en la profesión de la enseñanza NO DEBERÍA OCURRIR NUNCA, porque no olvidemos que la educación es fundamental para formar los pilares de las personas.

La actitud de algunos pocos profesores que se creen que están, el antiguo Oeste sin ley para impartir una enseñanza, para cohibir la expresión y criterio de un alumno es totalmente intolerable, y denota falta de vocación y ciertos comportamientos antes referidos son propios de mentes desequilibradas, ya que a un alumno no se le puede vulnerar sus derechos por tener criterio o disconformidad.

En definitiva, el respeto debe ser recíproco entre alumno y profesor y en la enseñanza en ningún caso debería existir CIRCULOS INVISIBLES, porque todo lo que se permite con el silencio se promueve y se comparte la responsabilidad y la injusticia. Afortunadamente, la mayoría de los profesores tienen vocación y amor a la enseñanza pero ¿qué pasa con el círculo invisible?



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