septiembre 01, 2024

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Este blog pone a disposición de ustedes, la revista en PDF "Cabra, culta y poética" que desde el mes de junio del pasado año 2023, estamos editando. Nos complace y nos congratula muchísimo a todos los colaboradores, creer que nuestra revista contribuye de algún modo a la promoción del la cultura de nuestro pueblo.

La única pretensión del mismo es facilitar que los contenidos de la revista  puedan llegar a un mayor número de usuarios, sobre todo aquellos que usan las nuevas tecnologías. Nosotros procuraremos abarcar  el mayor número de campos culturales que nos sea posible: literatura, música, pintura, etc.

Esperamos entretenerle, deseamos que sea de su satisfacción y de paso decirles a ustedes que pueden participar con nosotros enviándonos sus colaboraciones que redundarán en un mayor engrandecimiento cultural.

Editorial == Revista número 16 mes de septiembre 2024

El salto cuantitativo que pueden apreciar en la revista, cuando estamos editando ya la décimo sexta, es el número de colaboradores que tienen a bien participar en la misma, de aquellas cinco personas que comenzamos en junio del pasado año en este momento ya somos quince. Y sin duda espero que sigamos creciendo, y hoy particularmente, nos satisface contar en esta revista con el más joven de nuestros colaboradores con tan solo doce años ya tiene claro que le gusta escribir, bienvenido Marcos y te deseamos lo mejor en este proceloso mundo de la escritura.


He de reseñar también el salto cualitativo que hemos dado a la revista, y éste es su edición en formato digital. En realidad, este formato es muy accesible al público en general y mucho más cómodo para poder visualizar la revista. Si pueden verla en una tablet o en un ordenador queda genial, pero también en el móvil es muy factible ya que solo con tocar la pantalla pueden pasar las páginas y también pueden ampliar el tamaño de la letra para su lectura.

Vista de la revista en formato digital

Si quieren recibir la revista en este formato pónganse en contacto en nuestro                            EMAIL: cabracultaypoetica@gmail.com.

Igualmente si están interesados en publicar sus trabajos en la misma, solo deberán enviárnoslo al correo electrónico que hemos indicado.

No descartaremos a nadie. Solo hay que tener en cuenta que la  revista  no  podrá  tener contenido político,  siendo esta la causa por lo que rechazaríamos aquello que se nos enviase. Por supuesto aquel contenido, xenófobo, racista o de cualquier índole que vulnere los derechos de las personas será rechazado y en su caso denunciado, si procediere.

La revista no se hace responsable del contenido del trabajo que nos envían los colaboradores.

Su publicación sería mensual.

También podemos enviártela en PDF, solicitándonosla a nuestro EMAIL de contacto o también  pueden descargarla desde nuestro blogs.

Vea en PDF nuestra revista, o si lo prefiere descárgela. Aquí

Véala también en formato revista digital, queda muy original. Aquí

Relatos de Cabra

¿Nació Enrique II en el Castillo de Cabra?

Por Antonio Fernández Álvarez
(Escribidor de sueños)

En mi infancia, presumía que el Rey Boabdill estuvo encerrado en el Castillo de Cabra, hoy les puedo asegurar que no, no estuvo. Si bien sé que si permaneció en el de Lucena cuando fue hecho preso tras la famosa batalla de Lucena que podría considerarse el principio del fin del Reino Nazarí. Este hecho importante ha sido motivo de discordia entre lucentinos y egabrenses, a mí hace muy poco tiempo me quedó meridianamente claro que  ellos tenían razón al apuntarse este suceso. Porque  como sabemos cayó preso en la batalla de Lucena y es llevado a ese castillo porque Diego Fernández de Córdoba y Arellano, primer marqués de Comares ahí lo lleva, tras hacerlo prisionero Martín Hurtado,  peón de infantería, natural de Lucena. Aunque Diego Fernández de Córdoba y Carrillo que acudió a la batalla  en ayuda de su sobrino y por su rango superior ya que ostentaba  los títulos de II conde de Cabra, II vizconde de Iznájar, IV señor de Baena y mariscal de Castilla, es quien se hace cargo del prisionero hasta ser entregado a los Reyes Católicos. Pudo haberlo traído a su Castillo de Cabra, pero mayoritariamente hay quienes aseguran que estuvo en su castillo de Baena.

Sin embargo la importancia del Castillo de Cabra podría venir  de un hecho anterior y que sería de trascendencia si tuviéramos la certeza absoluta. Cierto es que aunque no tengo datos, ni considero que yo esté capacitado para lograr acreditar tan importante hecho, aunque he leído bastante tanto en el sentido de que pudo haber nacido en Cabra, como podría haberlo hecho en Sevilla, lo cierto es que podemos apostar porque en nuestro afamado castillo pudiera haber nacido, Enrique II, tercer hijo natural de Alfonso XI con Leonor de Guzmán.

Leonor de Guzmán era una noble andaluza de la que nunca se separó hasta su muerte Alfonso XI y con la cual tuvo diez hijos ilegítimos, y en una crónica la describe como:

“Era, dueña muy rica y muy fija dalgo y era en fermosura la mas apuesta muger que avia en el Reyno”.   Crónica de Alfonso XI

¿Quién fue Enrique II? Conocido como Enrique de Trastámara,  al  heredar del magnate nobiliario Rodrigo Álvarez de  las Asturias de quien era ahijado el título de Conde de Trastámara.  Enrique II fue llamado “El Fraticida”  porque vengó la muerte de su madre dieciocho años más tarde de que esta fuera asesinada por Pedro I y María de Portugal, matando a su hermanastro Pedro I  apodado el cruel e hijo legítimo de Alfonso XI. 

A Enrique II, también se le llamaba “el de las Mercedes”, ya que al ser proclamado rey en Calahorra (1366),  a cambio tuvo que conceder a sus aliados títulos y riquezas sin medida, como pago por la ayuda recibida. 

El título de conde de Trastámara, es el que Enrique II, da nombre a la dinastía que se inició, siendo él, el primer monarca de la dinastía Trastámara en los reinos de Castilla y León, y que acaba con Isabel la Católica. 

Pero no solo aquí concluye la historia que he conocido del Castillo de Cabra y que debiera de darse a conocer para orgullo de nuestro pasado. Sino que también un hijo ilegitimo de Enrique II nace en nuestro castillo, las viejas crónicas sí que hacen referencia de este nacimiento en la llamada torre Juana. 

La Torre de nuestro castillo conocida como Torre Juana, lo es, porque ahí dio a Luz Juana de Sousa a un hijo ilegitimo de Enrique II. Juana de Sousa quedó embarazada de Enrique II a los veinticinco años de edad. Ésta era hija era hija de Vasco Alfonso de Sousa de Portugal y de María García Carrillo. En 1369 conoce a Enrique II y desde 1370 hasta 1378 se sucedieron sus visitas, siendo las más prolongadas entre 1375 y 1377

Así pues Enrique de Castilla, hijo de Enrique II y Juana de Sousa éste si nació en nuestro castillo.

Enrique II tras haber creado en 1380 el Condado de Cabra cedió el condado para su hijo bastardo con Juana de Sousa. Enrique ostentó el título de I Conde de Cabra, de Medina Sidonia y señor de Morón, Alcalá de los Gazules, Portillo y Aranda de Duero. Muere a la temprana edad de 27 años, lo que acarrearía a su madre un terrible sufrimiento por su pérdida que la llevó  perder la razón, pero eso es otra historia que ya les contaré otro día.

Ustedes me dirán que el primer Conde de Cabra, fue Diego Fernández de Córdoba y Montemayor, y cierto es que muchos historiadores citan como primer Conde de Cabra a este personaje, la explicación es porque tras la muerte temprana de Enrique de Castilla, el título pasa a la Corona y es Enrique IV, más de medio siglo después, quien da título a Diego Fernández de Córdoba y Montemayor. Efectivamente Enrique II, en 1380 crea el Condado de Cabra, y se lo cedió a su hijo Enrique de Castilla. Aunque también debo reseñar que hay historiadores como Manuel Nieto Cumplido que afirman que el título que dio a su hijo bastardo fue “Duque de Cabra” y no Conde, y esto aparece en el Cancionero de Baena y otros documentos de la época. Lo que nos plantea una duda razonable que lamentablemente yo no estoy capacitado para resolver, permítanme pues que solo le haga partícipes de mis conocimientos por mis lecturas, y sean ustedes quienes según el interés que pueda suscitarle este tema consigan asentar un criterio que les satisfaga.  


Miguel Blancas Calzado

 


José Córdoba Reyes








CAPÍTULO TERCERO
JOSÉ CÓRDOBA REYES

Algunas poesías donde expresan el sentir de la Romería, 
por José Córdoba.


Tercer domingo de junio
            entre cantes y alegrías
            sube la raza gitana
            a la Sierra en Romería.
            ¿Sabe usted que Sierra es?
            donde está la casita blanca
            que desde lejos se ve.
            Hay una Virgen Serrana
            Madre de “To” los calé
            de Córdoba, de Granada
            de Málaga, de Jerez.
            José Córdoba el gitano
            egabrense cien por cien,
            creó esta Romería
            para orgullo y para bien.
            Para todos los de su raza
            los que caminan con fe
            hacia la alta montaña
            donde todo el mundo ve
            romperse la camisa
            cuando a la Virgen la ven.
            Por los caminos de Andalucía
            van los gitanos en Romería
            allí hay gracia y salero
            y las gitanas más guapas
            del mundo entero
            te dan cariño y calor
            te dan vino de la INA
            y de MIURA el arroz.
            Gitanos de bronce y sol
            gitanas de caracolas
            que acompañáis a la Virgen
            cuando le cantan los Córdoba
            martinetes, seguiriyas, soleares y tonas.
            “Pa” romperse la camisa
            le cantan la Alborea
            la Virgen en procesión
            ¡Eso es una maravilla!
            los payos y los gitanos
            los niños y la chiquillas
            todos dicen con fervor
            ¡Viva la Blanca Paloma!
            que es la Madre de ¡to!

ROMERÍA GITANA POR MANUEL RUIZ MADUEÑO

Verá usted, en Andalucía
            junto a Córdoba la llana
            sube la raza gitana
            a la sierra en Ronería.
            Si viera lo que se lía
            ¡Válgame la Macarena!
            allí no tiene la pena
            ninguna oportunidad,
            si será casualidad
            que hasta la sierra es morena.
 
            No falta guardias civiles
            con vara de mimbre y todo
            que se animan a su modo
            con el olor del moriles
            y los clisos, los candiles
            rasgados de las gitanas.
            Allí le dan a usted ganas
            en medio de los palmares
            de salir por soleares
            o por misas gregorianas.
 
            Ni que decir que la fiesta
            es un popurrí de “layo”
            y que tiene como el gallo
            bien empinada la cresta.
            Hay que subir una cuesta
            como todas: para arriba
            dándole a la “priva”
            o amontillado “mollate”
            que se pega un disparate
            por ente la verde oliva.
 
            Civiles y faraones
            por si algo o alguien se pierde
            ponen el disco verde
            no sin ciertas precauciones.
 
            En las puntualizaciones
            y orden de la caravana
            al “usía de la badana”
            le dice el jefe “calé”
            que suba la fuerza a pie
            por si “aluego” hay “jarana”.
            No vaya que cualquier payo
            e los que nos quieren mal
            “amillarabe” el ronzal
            y se forme un dos de mayo.
 
            Si se pierde algún caballo
            -y perdone mi teniente-
            se va a creer que mi gente
            los “espolvoreó” de “naja”
            y ya el “tango” y la navaja
            se los llevó la corriente.
 
            Cuando se adentra el gentío
            en el patio de la ermita
            es todo gloria bendita
            con son de rumbo y tronío.
            Es lo que dice un lío
            de juerga multicolor
            a donde sube la flor
            y nata de los cales.
            Si será que al “cordobés”
            lo han hecho calé de honor.
 
            Entre Córdoba y Lucena
            hay una fiesta serrana
            “mira si será gitana
            que la “Lirio” y la “Malena”
            para “amotobar” la pena
            mientras se liba el “mollate”
            tejen crepé con tomate
            y vainica con “jinojos”
            (chiquilla cierra los ojos
            que queman un disparate).
            Gitano caracolero,
            gitana borón-bombón
            “vaya un civil más guasón
            con su gracia pajolera”
            ¿cuándo pasas por mi vera
            los días entre semana
            con barbuquejo y canana
            no me echas ninguna rosa?
            Mi puesto es la “polvorosa”
            y tú estás allí gitana.
            Pero que tendrá mi tierra
            ¡válgame el cielo bendito
            que por ser un señorito
            el calé no da ni guerra!
            Sigue el jaleo de la sierra
            de la mañana a la noche
            y la Virgen pone el broche
            a la hora del rosario.
            ¿Quién dice que es un calvario
            la vida con tanto coche?
 
            La alegre gitanería
            con su peculiar alarde
            no es valiente ni cobarde
            en su alegre romería.
            Es lo que es, alegría
            hecha montones de sal.
            Gente morena y cabal
            que ha cambiado las navajas
            por cruces y por alhajas
            en su reforma social.
 
            Se acabaron los gitanos
            que iban solos al monte.
            Sin cielo , sin horizonte
            y temblorosas las manos.
            Gracias a Dios son cristianos
            sin un punto ni coma.
            Y si viven medio en broma
            es por su propio capricho.
            ¡Así dicen que lo ha dicho
            el Papa Santo de Roma! 

A la Virgen de la Sierra por Manuel Benítez Carrasco 

Y un buen día
            dijo Jesús a María
            allá en el huero
            de Nazaret
            cuando estemos en la Gloria
            además de ser mi Madre
            ¿qué quieres ser?
            Yo quisiera ser serrana
            y cordobesa gitana.
            ¿y que sierra elegirías?
            ¿qué sierra mejor te venía?
            Tú que has creado la Tierra
            sabrás la que más me conviene.
            El Niño mira la Tierra
            venga mirar y mirar
            de monte en monte
            de sierra en sierra
            y le dijo a su madre:
            lo que pides hecho está,
            que nunca más cordobesa
            y más serrana y gitana serás
            como en la sierra de Cabra.
            Y desde entonces la Virgen
            dice con dejes serranos:
            ¡Que gloria tengo de ser
               la gloria de los Gitanos!

Antonio Fernández Álvarez (Escribidor de sueños)

 


Charlas con don Juan Valera







Confesiones en confianza

-Buenos días don Juan, es septiembre, el mes de la alegría, la ilusión y sobre todo el mes más sentido por nuestros mayores que esperan con delirio volver a ver a su Virgen en Cabra. El día 4, desde todas las espadañas de los templos de Cabra, a primera hora de la mañana, se anuncia el advenimiento de la Virgen Serrana, con un gran repique de campanas. Un año más vamos a celebrar nuestras Fiestas Patronales. ¡Me embriaga el olor a nardos que impregna todo!

Carmen Valera cuanddo se puso la primera
piedra, de la glorieta donde está la efigie.

-Joven, la feria no se celebraba en el año 1883 en las fechas actuales, recuerdo que el 16 de septiembre de ese año llegué a Cabra en plena feria, era domingo y había toros y por la noche teatro, además música aquí en el paseo y un quiosco muy grande iluminado para bailar por la noche. Vine con mis hijos Carlos y Luis para que se examinasen en el Instituto de algunas asignaturas de bachillerato. 

-Por cierto don Juan, fue un 7 de septiembre de 1927 cuando se puso la primera piedra para la construcción de la glorieta donde se colocó su efigie que no es otro lugar que en este en el que nos encontramos. Por cierto, su hija Carmen nos honró con su presencia en tan importante acto.

Es verdad que la glorieta en la actualidad no está tal como se concibió. Ha desaparecido la biblioteca y el arriate que circundaba su monumento.

-Joven, todo se transforma con el paso del tiempo. ¡Es fascinante explorar como todo evoluciona   a lo largo de los siglos! Para bien o para mal. Depende.

Glorieta de don Juan Valera a mediados del siglo XX
-Don Juan, cada día observo que todo en la vida sucede por algo. Vagamente había oído hablar de don Francisco Moreno Ruiz (Morenito), pero hace unos meses me invitaron a un almuerzo al cortijo Juan de escama, y allí muy a groso modo me informaron quien fue este señor. Me contaron una leyenda del mismo que me produjo hilaridad y me picó la curiosidad por saber más de este personaje. Días más tarde consigo el libro de Matilde Galera “Don Juan Valera político” y descubro que uno de los capítulos del mismo es el titulado Epistolario inédito de don Juan Valera a Francisco Moreno, resultando este ser su amigo.

He ojeado todas las cartas, la primera fechada en Madrid el 31 de diciembre de 1858, la última el 16 de noviembre de 1904. Un extenso epistolario que estoy seguro que quienes no lo han leído son los que no dudan en embarrar la amistad que se trasluce por sus cartas con don Francisco Moreno.

-Joven, ¿qué pretende decir con su comentario de la última frase? Don Francisco Moreno Ruiz profesaba a mi padre una amistad sincera que también tuvo a bien brindarme a mí.

-Don Juan, es que me han comentado que usted estaba enfadado con Francisco Moreno, “Morenito”, porque no le apoyaba cuando quiso presentarse a diputado por Cabra.

-Habladurías sin fundamento.  Cierto es que nunca fui elegido diputado por Cabra, incluso hasta yo mismo retiré mi candidatura de ese distrito cuando Martín Belda y mi primo Juan Ulloa podrían optar por presentarse. De hecho, en una carta de febrero de 1871 dirigida a mi amigo Moreno le decía:

Como usted ya sabrá, por cartas que he escrito a esa Ciudad, he retirado definitivamente mi candidatura a ese distrito. Queda usted desligado por consiguiente de cualquier compromiso, que su buena amistad le hubiera hecho contraer en favor mío. Probablemente lucharán ahí Martín Belda y mi primo Juan Ulloa.

Mi parentesco con el último y mis deberes de partido me mueven a rogar a usted que influya en su favor.






Créame usted siempre su afectísimo amigo.          Juan Valera

Francisco Moreno fue siempre un apoyo para mí, a la muerte de mi padre, le solicité su ayuda para organizar y encauzar la herencia del mismo ya que José Freuller y Alcalá-Galiano habido del primer matrimonio de mi madre la marquesa de la Paniega con Santiago Freuller, general suizo al servicio de España del cual queda viuda y posteriormente se casa con mi padre, enreda al objeto de obtener algo más que lo que le corresponde.

-¡Ay don Juan! Como en toda buena familia que se precie, la heredad destapa lo peor de quienes quieren aprovecharse.

-Este fue un capítulo doloroso en vida, mi hermanastro parece tener una conducta poco decorosa frente a la herencia y mi madre parece estar obcecada con su hijo y no quiere convencerse de nada, pero no trata con equidad ni a mí ni a mis hermanas favoreciendo a éste. Yo como heredero y apoderado de los demás beneficiarios, tenía derecho a tomar posesión de todos los bienes que mi padre poseía, no quería disgustar a mi madre llevando este asunto a la justicia para que ésta dirimiera, porque pensábamos sinceramente tanto mis hermanos como yo que pareciera que nos querían quitar lo que era nuestro por derecho. Pero, permítame que aparque este asunto que en verdad me trae pesadumbre.

-Perdone don Juan, no quería disgustarle. Volviendo a la supuesta desavenencia con don Francisco Moreno, realmente quienes hayan leído las cartas que usted remite a su amigo Moreno, no deduciría de ellas enemistad por parte de usted, muy al contrario, con él podía desahogarse de su paupérrima economía y no pocas ocasiones contó usted con su ayuda para solventar sus muchos gastos. Ya que como usted dice, con su mujer e hijos y su posición es imposible ahorrar nada, ya con su sueldo del gobierno, no le alcanzaba para vivir con desahogo.

-Ciertamente mi esposa era poco o nada hábil para el gobierno de una casa, sus bienes se los gastaba y yo no quería entender de eso, me preocupaba el día que ya no pudiera trabajar, pensando en cómo viviría con la jubilación. Además, deseaba liquidar mis débitos, no tenía la menor esperanza de dejar dinero a mis hijos, pero me contentaba con no dejarle deudas. A mi amigo Moreno no puedo más que darle las gracias más encarecidas por el interés que se tomaba por mis negocios siempre que le requería.

-Don Juan, a lo largo de esta correspondencia con su amigo Francisco Moreno no solo queda acreditada su amistad con él sino que se trasluce su penuria económica, esto era un rum rum que había oído pero no acababa de creerme que fuese tan evidente.

-Verá joven, eran varias las razones de mi exigua economía, algunas ya las he comentado antes, como mis muchos gastos, pero también porque no viví ni quise vivir nunca a costa de mi mujer. Incluso me viene ahora a la memoria que cuando estaba de embajador en Lisboa, la recepción que yo les hice a los Reyes me costó más de 3000 duros, sin contar los muebles, vajilla, etc, que presupone un capital. El Ministro se condujo mal conmigo, porque me dio solo mil duros y de sobra hubo de conocer él que se quedó corto al no socorrerme con más para gastos extraordinarios. Verdaderamente esa Embajada era una ruina para mí y lo sería para cualquiera que quiera hacer bien su trabajo, si el Ministro que bien puede, en queriendo no me socorre. Así me veía yo pidiéndole a mi amigo Moreno no en pocas ocasiones, que me adelantase la suma que me era necesaria bien para cubrir un gasto o bien para pagar lo que debía.

-Don Juan, su infortunio económico ¿también tuvo que ver con la mala praxis del administrador de sus tierras?

-Joven no me lo recuerde, a finales de 1878 tuve que venir a Cabra y a Doña Mencía, para despedir al administrador que aquí tenía, porque me saqueaba. No quería vender, porque no querían comprar sino se da tirado, arrendar tampoco era posible, porque apenas dan nada por el arrendamiento. Solo me quedaba arrimar el hombro al trabajo para sostener tanto gasto, pero mi sacrificio era en balde, harto conocía yo que estas dificultades se allanarían con que yo me fuese al otro mundo, aunque lo confieso, ni cuando ya contaba con ochenta años tenía yo ganas de hacer peregrinación tan asombrosa.

-Don Juan, le doy las gracias por estas confidencias que me ha contado, más ya le tengo que dejar, permítame que vuelva a pasar en otro momento.

-Pase cuando quiera joven, no me voy a mover de aquí. Ja,ja,ja.

CONTINUARÁ …………..