José Carlos Aguilar Jiménez (Agui)

 

Mi celestial compañera

Quiero dedicar mi particular homenaje a nuestra Madre, ahora que estamos en su mes, el mes que más nos gusta a todos los egabrenses…

Tu palabra, MADRE, tiene en mí un especial significado, cada una de sus vocales significan esto:

La M de María, Maravillosa, Maternal, y Misericordia, de Mágica Maestría, de Milagrosa, de Motivar, de Merecedora, de Mejorar, de Modestia y de no Mentir y de Mandar, de Misterioso Milagro, de Mimar al Mundo, Mirador del que te Mira….

La A de Amor, lo más importante, de Amante, de Amiga, de Actitud positiva, de Adoración, de Admiración y Agradecimiento, de Alegría y Afecto, de Acercamiento y Aliento, de Amabilidad y Animo, de Aprecio, Apoyo, Armonía y Abrazo….

La D de Dolor, que Madre no sufre, de Dulzura y Delicadeza, de Dar, a manos llenas, con Desinterés y Disfrute, de Digna, Devota y Diligente, de Destreza y Disciplina, de Dirección y Deseo, de Descanso y no Derrota, de Delicado Derroche y Desinterés….

La R de Refugio, quien no se ha sentido a salvo en tus brazos….de Resistencia y Rectitud, de Respaldo y Respuesta, de Robusta y Romántica Rosa…. Regocijo, Raciocinio y Resplandor, de Reconfortante Recompensa, de Rabia ante las injusticias y el Rencor, de Remo que ayuda a nuestras vidas a alcanzar lo mejor…

Y la E de Esperanza, de Esplendor, de Entrega, de Enseñanza y Educación, de Energía, Elogio y Emoción, de Equilibrio, Eficiencia y Entusiasmo, de Espectacular Esfuerzo y Espíritu…de Excepcional Estrella y Estimulo, de Exultante y Eterna Esencia….

Todo eso y más, es ser Madre…..aunque a veces lo olvidamos, Madre fue la que trajo al mundo al Hijo de Dios, la que nos llevó en su seno, y nos dio una vida para vivirla y seguir creando vida, Madre María llena eres de Gracia, todos estamos contigo y bendita tú seas entre todas las mujeres, merecedoras de Amor, porque el fruto de vuestro vientre, vino para salvarnos, a unos de la esclavitud, a otros de la pobreza de Alma, a otros del rencor. Cada vida que nace, es un soplo de aire fresco que viene a curar todos nuestros males.

Mi admiración a lo simple, a tu imagen sin ornamentos, sin joyas, sin nada, porque el Amor de tu mirada, no necesita de adornos que enturbien tu esplendor, así te he sentido siempre, y lo seguiré haciendo hasta el resto de mis días cuando pueda ver tu belleza en toda su magnitud.