marzo 01, 2025

Antonio Jesús Morante Pineda

 


El deporte y sus orígenes






Para comenzar diré que tanto ahora como en la antigüedad el deporte tiene un papel ejemplar en el desarrollo humano y siempre ha sido de vital importancia dando a los deportistas de elite un estatus mayor en la sociedad. Como ya decía el romano Décimo Junio Juvenal “mens sana in corpore sano” el deporte es y será fundamental. Para explicar el cómo ahora existe tanto deporte como gimnasios debemos remontarnos a la antigua Grecia. 

En la antigua Grecia el deporte era tan importante como cultivar la mente y ya existían gimnasios quizá un poco diferentes a lo que ahora tenemos costumbre. Eran sitios de culto donde se practicaba deporte y se cultivaba la mente siendo una tarea principal en la educación de cualquier ciudadano especialmente los aristócratas, se decía que hasta la propia academia de Platón tenía su propio gimnasio donde también se entrenaba el cuerpo.

Los gimnasios se reconocían muy fácil ya que eran un patio porticado, cuadrado, que solía corresponder con la palestra (zona donde se practicaba la lucha). Y al rededor había edificaciones, como una estancia que era la zona de vestuario donde todos soltaban las ropas ya que se entrenaba totalmente desnudos. Todos menos el entrenador que iba vestido y llevaba una vara verde de olivo ya que las técnicas las aprendían de una forma menos ortodoxa de la que la aprendemos hoy en día.

También existía una estancia donde se juntaban aceite que les ayudaba a mantener la temperatura corporal. U otra estancia que era donde el entrenador apuntaba los avances de sus alumnos.

También eran zonas donde al igual que ocurre ahora mucho alumnos iban a charlar y socializar.

También usaban pesas con parecido las de ahora que se llamaban “halteras”. Para potenciar sus dotes atléticos.

Otro de los motivos que sin duda practicaban en los gimnasios era por dos tipos de competiciones deportivas  en  la  antigua  Grecia:  Los  agones  chrematiatai  o  juegos por dinero en los que el ganador recibía premios con valor material a menudo muy elevado como los más famosos los juegos Panatenaicos de Atenas, quien ganaba en la carrera que no era la prueba donde más dinero se ganaba recibía cien Ánforas de aceite que vendido eran cuatro años de trabajo. También  existían  las  que hoy voy a desarrollar más que son los llamados agones stephanitai o juegos por coronas como los juegos Píticos de Delfos, los juegos Ístmicos de Corinto o Nemeos y los más importantes y los que vamos a desarrollar más los juegos olímpicos, un juego de carácter religioso. Sin duda alguna que no existía nada más importante en carácter deportivo que ganar unos juegos olímpicos. Al principio quién ganaba no recibía premio económico tan solo una corona de olivo. Sin duda no era el dinero al igual que ocurre en las olimpiadas actuales los importante era el deseo de triunfar, el primer incentivo de los atletas, y la victoria simboliza una corona o medalla. No obstante al igual que en la actualidad a nivel social era tan reconocido que involuntariamente le repercutía en su economía. Ya que era tan popular y tenía tantos privilegios que en algunas polis como en Atenas se le quitaba de pagar ciertos impuestos al estado. Es sabido por lo menos desde Platón “República 621” la costumbre de que el vencedor diera la vuelta de honor, entre la aclamación del público que le lanzaban toda clase de objetos. También es el caso de Diodoro de Sicilia escribió que Exéneto de Acragante, tras ganar en los juegos del 412 a.c. en la carrera del estadio, lo condujeron a su ciudad sobre un carro y lo escoltaban entre otras cosas trescientas bigas de caballos blancos, todas pertenecientes al pueblo de Acragante. Un recibimiento así tan sólo lo recibía un general victorioso.  Al igual que en la actualidad que un deportista de élite es considerado un ser superior al resto y eso repercute en fama y dinero. 

Los juegos olímpicos se celebraban en Olimpia, una ciudad- estado del Peloponeso que en la actualidad todavía podemos visitarla y ver las ruinas de los edificios que formaban Olimpia.

Eran fiestas religiosas en honor a Zeus, que tenía su propio templo en Olimpia. El Zeus de Olimpia era unas de las maravillas del mundo antiguo, era una estatua de más de doce metros construida con marfil y oro a manos de uno de los más importantes escultores de la época llamado Fidias, construido por el año 432 AC . Fidias tenía su propia estancia en Olimpia donde esculpía para los templos que allí existían. Se ha encontrado tazas en la que escrito pone: “esta taza pertenece a Fidia” así que compartir no era uno de los dones de este personaje histórico.

Los juegos olímpicos se realizaban cada cuatro años como en la actualidad y eran tan importantes que se hacía una llamada “paz olímpica”. Que como su nombre indica todas las ciudades estado de Grecia que estuvieran en guerra, acababa en paz durante los días que duraban los juegos olímpicos. Así lo expone Tucídides en su libro la historia de la guerra del Peloponeso, un libro que cuenta la guerra entre Esparta y Atenas que duró más de veintisiete años.

En los juegos olímpicos que tenían una durabilidad de cinco días aproximadamente, durante la ceremonia de apertura los atletas juraban que respetaban las normas y las reglas de los propios juegos. Las reglas estaban grabadas en bronce y se encontraba en la sede del senado olímpico.Los juegos que se realizaban eran: carreras, lanzamiento de jabalina o discóbolo, salto y lucha. Estos juegos representaban el pentatlón. También se realizaba carreras de caballos, carreras de bigas o cuadrigas, pancracio y el pugilato.

Voy a poner dos fotos de mi viaje a Olimpia donde puedo explicar un poco de las estancias que existen en Olimpia.

La primera se trata del
templo de Zeus donde
se ueden ver trozos 
de columna donde
podemos apreciar el
tamaño que tendría 
dicho edificio.


El nº 1 se trata del gimnasio, como ya expliqué antes es un cuadrado porticado donde se practica la lucha.

El nº 2 se trata de otro gimnasio y de baños donde los atletas se podían relajar.

El nº 3 es la zona donde se hospedaban los atletas y donde descansaban de los entrenos y las competiciones. Era un sitio enorme con un gran patio central.

El nº 4 era donde los jueces determinaban los resultados de los juegos así como todo lo ocurrido en ellos. Ahí también se encuentra el lugar de trabajo de Fidias.

El nº 5 el gran  templo de Zeus.

El nº 6 el resto de templos, que no solo existía el de Zeus también Hera y el resto de dioses tenían su lado en Olimpia.

Finalmente al lado de los templos se encontraba donde corrían y hacían las carreras de caballos.

Y las zonas alargadas, se trataba de zonas porticadas donde había sombra para los visitantes de Olimpia ya que los  juegos solían ser en meses calurosos. 

El deporte era tan importante y acudían tantos visitantes a los juegos que también se usaba esos días para otros objetivos como exponer textos, obras o políticamente para hacer tratados. Muchas celebridades de la época acudían como por ejemplo: 

El historiador Heródoto de Halicarnaso, para difundir, a mediados del siglo v sus investigaciones históricas, recurrió a leerlas en público, de modo que dio a conocer su obra en el opistódomo del templo de Zeus, consiguiendo impresionar a todos los allí presentes. Incluido a un ateniense llamado Tucídides, que lloró de la emoción al escuchar las palabras de Heródoto y decidió que él también sería historiador.

Los autores antiguos nos hablan también de lecturas o recitaciones ya que algunos escritores importantes se guardaban obras para representarlas allí y eran muchas las personas que acudían no solo para ver los atletas si no para descubrir esas obras. Como por ejemplo las obras del filósofo Empédocles, los sofistas de Gorgias. Sófocles o incluso Eurípides contaban sus obras. Hasta el tirano de Dionisio I de Siracusa o el propio Nerón recitó sus poemas en público en las olimpiadas del 388 AC. Aunque según Diodoro hizo más bien el ridículo.

Según un escrito de Cicerón cuenta una anécdota de la que hablando un tal León con Pitágoras le pregunta quiénes eran los filósofos, y Pitágoras les responde que la vida humana es semejante a ese festival en el que se celebran los juegos a los que asistían los griegos. Allí estaban ejercitando sus cuerpos e iban a buscar la gloria, otros, que iban a comprar o vender iban atraídos por las ganancias. Otros solo iban atraídos únicamente para observar lo que allí ocurría. Pues de manera semejante, los hombres llegados a esta vida buscan gloria, otros dinero, pero existen también unos pocos que desprecian lo demás y observan y aprenden estos se llamaban amigos de la sabiduría, es decir filósofos.

También en el deporte antiguo como en el actual tienen rasgos no tan positivos y algunos solo son  guiados   para   conseguir   más   dinero   de   manera  ajena   al   deporte   o   la  sobreestimación social o económica de los éxitos deportivos, de tal manera que fue criticado de manera sistemática por los griegos intelectuales de la época como Jenófanes de Colofón en el siglo VI A.C. y luego por Eurípides y un largo etcétera.

Así como otra cosa negativa era las peleas entre aficionados según el historiador Tácito nos cuenta que en el siglo I hubo una pelea campal entre aficionados de Pompella y sus rivales de la ciudad de Nocera, como resultado el anfiteatro fue censurado durante diez años y los cabecillas de la trifulca castigados con el destierro. Algo muy similar a lo que tenemos hoy en día con ciertos deportes y los hinchas de ciertos equipos. También sabemos al igual que en el deporte actual que muchos intentan hacer trampas con sobornos o con sustancias dopantes como en la actualidad, aunque no tengo un soporte histórico como en el resto de hechos aquí narrados los atletas también querían potenciar de forma ilegal su condición física y tomaban brebajes ilegales de hojas de mostaza con otras sustancias que decían que le daba más fuerza a los deportistas, sin duda, nada que ver con la lacra del doping de la actualidad pero ya buscaban la forma de hacer trampa y potenciar mediante brebajes su estado físico, a este brebaje se le llamaba el semen de Hércules. Lo que si tiene soporte histórico es la cantidad de gente que mediante dinero sobornaba y compraba como el caso de Dionisio de Siracusa que intentó sobornar al padre de Antípatro de Mileto, vencedor en Olimpia en el pugilato infantil en el 388 para que ese atleta fuera ciudadano de Siracusa y como tal fuera el vencedor siracusano. 

Conocemos también otro caso que podemos fechar con exactitud que según Pausanias en el año 388 a.c. ocurrió el primer caso de intento de soborno en el que el corredor tesalio Eupolo compró a sus adversarios, pero el engaño fue descubierto y tuvieron que pagar cuantiosas multas una de ellas destinadas a la construcción de estatuas broncíneas que se colocaron en la entrada del estadio  llamadas zanes y  con inscripciones en las que constaban el nombre de los culpables, para su vergüenza eterna, dado que la victoria en Olimpia no se ganaba con dinero, sino con la rapidez de los pies y la fuerza de sus cuerpos.

Por suerte no todos aceptaron esos sobornos y también fueron los casos de gente que no aceptó el dinero y prefirieron competir de forma igualitaria al resto de competidores como fue el caso de Antípatro que no aceptó el soborno de Dionisio o según Plutarco conocemos la historia de un Espartano que le no aceptó el dinero y tras ganar después de mucho esfuerzo le preguntaron que más había ganado, a lo que contestó que el poder luchar junto a su rey en su guardia personal.

Otra forma por la que sabemos que el deporte fue muy importante en la antigüedad fue que no hay autor que en alguno de sus trabajos no hable y alabe a los deportistas o al propio deporte, tal fue así que conocemos en la primera obra literaria de Homero la Ilíada en el mismo sitúa las primeras olimpiadas en el año 776 a.c. siendo así que en el canto 23 de la Ilíada el poeta dedica nada menos que 640 versos a relatar los juegos funerarios que el héroe griego Aquiles organiza para honrar la memoria de su amigo Patroclo, muerto a manos del troyano Héctor.

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