Descenso al vacío
(Reflexión)
Hay veces, que la inapetencia
vacía nos atrapa, con sus brazos
cargados de nada, intentando arrastrarnos hacia el fondo, agarrando
racionamientos que duelen, para hacer más dura la estancia.
Realmente no hay razón, quizá un
cúmulo de acontecimientos para
justificar ese sentimiento, que por sí solos no llegarían a nada, pero que en conjunto, son capaces de echarte
abajo de un plumazo.
Unos lo llaman depresión,
ansiedad, miedos, inseguridades, vacíos, silencios, seguramente cualquier
nombre sería adecuado, pero en realidad, es un proceso psicológico de bajada de
algún parámetro de los que comporta nuestra compleja naturaleza.
Ahí abajo, en el fondo, el
desamor nos atrapa, la angustia y desesperación son tal que nos nublan los
demás sentidos. Aparece el victimismo, la ira y la autoestima se marcha de
nuestro lado, como perro al que le pisas el rabo.
Cuesta salir de ahí, a veces
horas, días o semanas, y si la cosa se complica, la visita al profesional que
nos ayude a salir del agujero.
A veces es un motivo, otras son
varios, e incluso en otras ocasiones demasiados….pero todo tiene su razón, su
explicación, distinto es que lo queramos afrontar o aceptar.
Es complejo describir éste
proceso, donde a veces ni la propia cama apetece, donde parece como si te
faltase el aire, todo se hace pesado, incluso hablar o caminar, el circulo se
hace estrecho, y el malestar es generalizado.
Todos lo hemos sentido en algún
momento, porque el dolor no tiene descanso, porque el mal no libra los festivos
ni tiene vacaciones, y en el momento menos esperado aparece en tu vida para
complicarte la existencia, como si vivir por sí solo, no fuese ya
suficientemente complicado como para hacerlo por inercia, sin fuerza y sin
ganas de nada.
Por muchos consejos que nos den, la solución siempre está en nosotros mismos, excepto en bajadas de parámetros físicos como antes mencione, donde se necesitaría medicación, pero no es este el caso, ni tampoco la excusa para sentirse mal, porque aunque es cierto que estos altibajos existen, no debemos usarlos para justificar nuestra indisposición.
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