EL GRAN TEATRO PRINCIPAL
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Imagen de "La Soldad" a su paso por la fachada del Teatro a principios del Siglo XX, esquina Ferretería "La Llave". Y otra sobre los años 60. |

ÍNDICE:
I.- PRÓLOGO: DE D. RAFAEL ARROYO JURADO, EN NOMBRE
DE LOS DOS AUTORES, E IMÁGENES.
II.-1.878 – “AÑOS
DE LA RESTAURACIÓN Y ROMANTICISMO”: *ENTORNO HISTÓRICO EN EL QUE SE
INAUGURA EL TEATRO PARA EL PUEBLO DE CABRA, POR INICIATIVA PRIVADA, Y QUE NOS LLEVARÁN
A LA 2ª REPÚBLICA, LA GUERRA, LA DICTADURA Y LA DEMOCRACIA. (*LA CONSTITUCIÓN
SE CONSOLIDARÄ PRECÍSAMENTE 100 AÑOS DESPUÉS, CURIÓSAMENTE).
III.- OTROS CINES Y
TEATROS POSTERIORES DE LA CIUDAD. COSTUMBRES Y CELEBRACIONES PÚBLICAS. FIESTAS Y VERBENAS
POPULARES. (OCIO).
IV.- HISTORIA VIVA DE
SUS CASI 106 AÑOS.
(PRIMERO COMO TEATRO Y DESPUÉS COMO CINE). ANECDOTÁRIO Y CURIOSIDADES.
V.- BREVE HISTORIA DEL
TEATRO UNIVERSAL.
VI.- GÉNEROS
REPRESENTATIVOS AFINES AL TEATRO: * OPERA. * ZARZUELA Y OPERETA. * LOS CABARETS, LAS REVISTAS
Y EL BODEVILLE. *EL CUPLÉ,… ENLAZANDO FINÁLMENTE CON LA COPLA, EL FLAMENCO Y LA
MÚSICA EN TODAS SUS MANIFESTACIONES; ASÍ COMO LA DANZA, BAILES Y VARIEDADES.
VII.- EL CINE. (EL SÉPTIMO ARTE).
VIII.- GALERÍA DE
PRIMERAS PELÍCULAS, CORTOMETRAJES, DOCUMENTOS Y FOTOGRAFÍAS MÁS SIGNIFICATIVOS. (CARTELERAS, AFICHES, PROGRAMAS DE
MANO, FOLLETOS, TRAYLERS Y CLICHÉS DE PRENSA).
IX.- MEMORIAS DE CABRA. (LA OPINIÓN, Siglo XX). NODOS y
CENSURA. MOTIVOS POR LOS QUE DESAPARECIERON LOS CINES DE LA INMENSA MAYORÍA DE
MUNICIPIOS O SE HICIERON CARGO LAS ALCALDÍAS O ENTIDADES PÚBLICAS. (EL
AUDITORIO, TEATRO “EL JARDINITO” y EL CINE-ESTUDIO MUNICIPAL).
X.-. TALLERES DE CINE Y TEATRO. EXPRESIÓN CORPORAL (INICIACIÓN EN
LOS COLEGIOS). RECORDATORIOS Y AGRADECIMIENTOS. FESTIVALES, CERTÁMENES,
CONCURSOS Y EXPOSICIONES. (Internet).
*POESÍAS DEDICADAS AL ABUELO DE UNO DE LOS AUTORES DEL
LIBRO, Y PIONERO DEL CINE EN CABRA COMO EMPRESARIO. (HECHAS POR D. JUAN SOCA Y
EL PROPIO NIETO, EN SU LIBRO IRONÍA Y VANIDAD. año 2.009). *Bibliografía.
EL GRAN
TEATRO PRINCIPAL
I.- PRÓLOGO:
*DE DON RAFAEL ARROYO JURADO, EN NOMBRE DE LOS 2
AUTORES.
“y dedicado a Rosario, Nani y Fidel”...
“Nací en mi bella ciudad de Cabra
el día 12 de Octubre de 1943, día de la Hispanidad. Y desde que era muy niño
-con 7 u 8 años ya…- una buena y muy querida parte de mis mejores recuerdos y vivencias,
se debieron sin lugar a dudas a mi enorme afición al Cine como Espectáculo
colosal y único, que a mí me maravillaba y extasiaba poderosamente.
El cual no ha dejado nunca de
entretenerme y aleccionarme…. ¡Hasta llegar a mis casi 70 lustrosos y dilatados
años!… en éste amado País que nunca dejará de sorprendernos…
¡Y, como no… A coleccionar e
intercambiar en programas de mano con mis amiguillos, todas las películas que
daban en cualquiera de las 6 a 10 Pantallas Oficiales que el pueblo ha tenido, -desde
su invención como Cinematógrafo y su evolución, -viéndose por primera vez muy
irregular y básicamente como una demostración ocasional de Feria, (en blanco y
negro y sin sonido, proyectado en una pared o un trapo grande, por las
calles)-… Hasta pasar a realizarse ya en un espacio especialmente adaptado y
preparado para verse en las mejores condiciones técnicas y acústicas, que nos
hagan entenderlo y parecerse a lo que ha llegado a ser y conocemos hoy como 7º
Arte…!”
¡Aquella primera película que vi
en el verano de 1950 en el Cine España: “Látigo Negro”, acompañando a mi
hermano Victoriano y a mi cuñada Rosario, me abrió los ojos a un mundo nuevo,
que para mí ha sido totalmente grandioso, agradecido y fascinante!... (Desde
que vivía con toda la alegría posible de aquellos tiempos de limitación,
emigración y pobreza en España, en mi añorada calle Almaraz, toda llena de
chiquillos avispados, “apañando una peseta”, para conseguir una entrada. Y los
variados sistemas utilizados con el ingenio y ardid de esa época, desde ir a
todos los bautizos (¡A veces hasta 3 diarios en Santo Domingo!) para recoger
los puñados de monedas de 10 céntimos que tiraban los padrinos, en la puerta,
con la frase aquella de: “¡Come roña!”… para que se desprendiese de las más
posibles, y así juntar y repartirnos el máximo botín de aquellas del aluminio,
que tenían en una de sus caras un caballito con su jinete. Y de la otra el
escudo de España.
Haciéndolo con mi equipo de casi
siempre: Pablo León Luque, Ramón Muriel Cubero “El Torero” y yo. ¡Qué éramos
los mejores y más expertos!... Junto con Pepito Romero, que era quien nos
avisaba de los eventos. Y comprar caramelillos en el puesto de Mariana, en la
calle Priego, junto al Bar de Manuel Ortega. Cuando se proyectaba la película
mexicana: “Amapola del Camino”, estrenada en el Cine Principal el día 26 de
octubre de 1949.
Otra manera de preparar dinero
para las entradas era irnos a la Estación de Ferrocarril (Al tren del Aceite),
y entre cuatro o cinco buscar “precintos de plomo”, los cuales venían prendidos
en casi todas las cosas que se comercializaban. Y cuando teníamos tres o cuatro
kilos las vendíamos en la chatarrería de Juan Mayorgas y también comprábamos
pipas al compáe Peluche, que estaban buenísimas.
O llevando las talegas de las
hortelanas que Vivian en la calle Priego hasta las huertas del Vado del Moro
(*Bajomoro, como nosotros lo conocemos de toda la vida)… dándonos alguna
frutilla o dinerillo,… con Guillermo Pérez Roldán, su hermano Manolo, fallecido
en Francia. Fernando Gallardo Calvillo, Pablo León Luque, su hermano Juan y
Manuel Lama Morillo. Cuando recuerdo, se proyectaban “Las Minas del Rey
Salomón”, mi película favorita, junto a “Lo que el viento se llevó”, “Los
caballeros del Rey Arturo”, “Rebeca”, “El mayor Espectáculo del Mundo”,… y
otras muchas que me vienen a la memoria con tremendo orgullo. Y cuyos programas
de mano, folletos e información, he llegado incluso a exponer al público en
Cabra, con la colaboración del Ayuntamiento y de mi gran amigo “Marzo”, Joaquín
Muñiz Amo, el Operador más célebre de aquella generación de empleados de Cine
-que afortunadamente, junto al acomodador “el Rubio” de la Calle Julio Romero,-
aún son testigos vivos de todas estas anécdotas. Y a los que les mando un
efusivo y cariñoso recuerdo. Junto a Loli Galisteo.
En 1955 se inauguró el Cine Santa
Ana, derruyéndose para ello tres grandes casas: La casa de mi tío Curro (en la
que Vivian unas 40 personas, algunos muy mayores, como el maestro zapatero
Antonio Muñiz, Domingo Ascanio con su señora Natividad, y sus 7 hijos). También
la casa en la que nací, con todos mis hermanos: Victoriano, Paca, Rosarito,
Manolo, Amparo, Pepe, Lourdes, y en la que vivía mi madre y mi tío Ángel. Y con
ellas, la de Doña Lola, la maestra, y de su esposo e hijos Pepe y Antonio. En
la que igualmente vivió Juan Antonio Gómez, con su señora Pepa y sus hijos Mari
Carmen, Juan José, Andrés y Pedro.
Domingo Ascanio tocaba el tambor
preparándose para la Semana Santa, que ya estaba a pocas fechas. Y en donde
Vivian también Tomás León, con su señora e hijos: Rosario, Ana, Chon, Juan y
Pablo. Y Ramón Muriel “el herrero”, con su mujer Soledad e hijos: Jacinto,
Ramón y “el Chopo”, muy querido por todos porque era como José María “el
Tempranillo”, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres.
Creo que fue sobre el mes de
Mayo, no estando mi padre –que murió cuando yo tenía un año cuando nos echaron
a todos los vecinos de nuestras casas para hacer el Cine, con todas las sillas,
camas y muebles a la calle. Y unos se fueron para Córdoba y otros para
Barcelona, perdiéndose mis amigos de infancia, a los que nunca volví a ver, más
que a los que se quedaron propiamente aquí como pudieron. Entrando entonces de
acomodador mi cuñado Paco Montes, quien me dejaba entrar gratis al llevarle el
bocadillo, que mi hermana Paca le hacía llegar, sabiendo de mi pasión por el
Cine.
¡Y de una casa de 500 metros pasé
a vivir en una habitación de 30! Para luego ir a la calle Alcaidesa, 7, cerca
del Teatro Principal. Y en donde cambió mi vida, ya que en el 56 empecé a
trabajar y ya el conseguir una peseta para el Cine no volvió a suponer nunca un
problema. Como el ir desde entonces a los Toros, mi otra gran pasión, junto con
mis arraigados principios y convicciones, mi empresa “Saneamientos Arroyo”,
-que defendí siempre con el máximo orgullo y dignidad hasta mi jubilación-, y
mi familia,… Por encima de todo.
Queriendo finalizar con un breve
repunte, otra vez más, hacia mi calle Almaraz del alma, para no dejar atrás en
este recorrido a Agustín Ruz Viñas, los Gallardos, la Taberna de Manuel Ortega
y Sierra, nuevamente, la casa de Pilar la del puesto, la de Joaquina Ramírez, la de Agustín Roldán y
Rosario, la de Rafaelito y su hermana, la de D. Salvador Toribio y Doña Juana, e hijos: Manolo y Angelita. La de Sierra la santera y su hermana Anita, la de D. Antonio Prieto y Dña. Elvira, la de Pepe Toro, donde tenía su taller de zapatería. La casa de Luis Garrido y Esperanza, donde vivía también José Jiménez y señora, con sus hijos Ángel y Francisco, Rafaela y su hijo Rafael, la de Pepito Carrerillas, tan buena persona… La Carbonería, la de Sierrita Peña y José Granados, la de Pepe Navas el taxista y familia, su hijo Paco. La casa de Antonio Ocaña, el de las gaseosas, el puesto de Paca,… Y al excelente Modesto Ríos Castro, quien nos fio a medio Pueblo en aquellos momentos trágicos, sabiendo de la dificultad de recuperarlo, con su tienda de Comestibles que era como la casa de todos y esa generosidad que un niño de 11 años recuerda con gratitud, viéndose obligado por las circunstancias y fuerzas mayores, abandonando sus mejores años y recuerdos de aquella queridísima Calle Almaraz y sus vecinos. ¡A los que envío un emocionado abrazo, se hallen donde se hallen!... Así como al malogrado Alcalde Juan Muñoz, otro gran amigo y aficionado de mis tiempos. Esperando les guste la semblanza que dejo impresa de todos ellos para posteriores generaciones. Y que gracias a nuestro actual Alcalde, D. Fernando Priego Chacón y a su inestimable ayuda ahora, hacen posible nuestro trabajo de indagación y recopilación. Bajo la valiosa pluma de mi compañero en estas lides: José Carlos, quien se ha dado un buen atracón de horas para poder llevarlo a buen puerto y proceder a todo el montaje y entramado.
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