La decepción
La decepción es un estado inmaterial, que hace que se nos desmoronen los esquemas mentales que tenemos hacia un determinado asunto, pero sin duda son los de tema personal son los más significativos, pueden llegar a afectarnos emocional, físicamente e incluso los más extremos “TE LLEGAN AL ALMA” , que son sin duda los que al ser humano le cuesta más trabajo recomponerse, ya que la mente tiene que realizar una tarea de reestructuración de los esquemas mentales equivocados que nos habíamos encargado de construir nosotros mismos, ya que cuando nos decepcionamos es normalmente por una cosa muy simple: ACCIÓN REACCIÓN , por una causa se espera un determinado resultado, ya sea porque no lo merecemos, por haber realizado un gran esfuerzo o sacrificio o simplemente por lo que se espera de lo “ socialmente correcto” y cuando no llega o el resultado es totalmente contrario a lo que nos esperábamos, una corriente de INDIGNACIÓN nos recorre las entrañas y en esos momentos, es muy difícil “ no perder los papeles” porque lo más irónico de todo, es que la parte que causa la decepción, está esperando precisamente que estallemos, para precisamente sacar provecho de las circunstancias e incluso echar una poca tierra encima, porque la mayoría de las decepciones son premeditadas e intencionadas, por lo que SE REQUIERE CONTROL EMOCIONAL para en esos momentos no perder la compostura.
En los momentos posteriores a la indignación, nos invade una profunda tristeza que en ocasiones nos deja sin fuerzas, pero en esos momentos, lo que hay que pensar es que HAY MUCHO QUE HACER y que no vale la pena dedicarle un solo segundo más al tema decepcionante, que hay que dar gracias porque se nos hayan abierto los ojos y como se dice “A OTRA COSA MARIPOSA”
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