mayo 01, 2025

Antonio Jesús Morante Pineda

 


Perséfone (primavera-verano):







Y cada vez, que te veo, dejas en mi tez,
como un árbol en primavera tiene su cara b
cuando no te veo es otoño el suelo lleno de hojas, tristeza, esos cadáveres
cada vez,
cada ver- so... tiene un alto costo
 parece bereber.
Tan solo quiero ver
el florecer la sonrisa en tu rostro,
hoy me postro ante tus piezas de alquimia
aunque, el avanzar por este camino que ofrece la vida, es irregular parece que tiene arritmia.
Nunca vendi mia-lma
pero, entendí el sentido, que estamos de paso y hay que saborear  ese fruto de la vendimia.
 Más bien es que la calor...se agarró a mi corazón ya no lo siento.
Lo que siento es dolor...los brotes de mi recuerdo se secan, están muertos,
yacen en el fragor... del fuego en el monte de mi arrepentimiento,
viendo como todo ardía
hoy quiero escribir humanos no poesía.
Mis versos se sienten, no se ven, son como el viento.
Yo quiero "ver-a-no"-sotros en la playa de mi pensamiento,
bañándonos en un mar de alegrías, penas y arrepentimientos.
En fin, este dolor es como el agua en verano...se evaporó con el tiempo
y hoy el tiempo se derrite, la persistencia de la memoria a llorado lamentos.
Me siento como la primavera el día 20 de junio en un prado verde,
abraza a él a ella, que todo se pierde.

Notas mitológicas:

Perséfone se encontraba en un prado verde, ella vestía una túnica blanca, corta ,semitransparente, que traslucía un cuerpo de piel clara. Cada paso que ella realizaba el vestido se le ceñía al cuerpo de forma que su figura perfecta haría enloquecer a cualquier mortal. No lo podría describir, simplemente es la belleza que se vería en un atardecer en lo alto de una colina, ese momento después de una tormenta cuando el cielo se abre reflejando un azul intenso y un arcoíris cruza el cielo, un amanecer cerca del mar, mientras la espuma fresca de la olas baña tus pies a la vez que la arena los abraza. Perséfone disfrutaba de ese paseo por el prado, mientras que cada paso de sus pies desnudos brotaba al rededor de sus pies brotes de flores de diferentes tipos creando en la pradera un sin fin de colores diferentes. Sin embargo tras avanzar un poco más de distancia, un capullo despuntaba sobre un trozo de pradera virgen de forma perfecta e impoluta. Perséfone se acercó ya que nunca había visto ese tipo de flor y era más que obvio que ella no tenía nada que ver con la producción de esa flor. Al instante el suelo comenzó a temblar y la flor se partió por dentro a la vez que la tierra se abría dejando una grieta enorme. Perséfone asustada comienza a chillar pero la grieta cada vez es más grande y más grande, tanto que en cuestión de segundos el suelo que pisaba ya no existía y las profundidades la engulló haciéndola desaparecer ..... Días después, en el Olimpo su madre Deméter, diosa de los cultivos y el grano, pregunta desesperada por su hija. Nadie la había visto en el Olimpo y lo que es aún peor Zeus huía de su presencia y ella no sabía el por qué. Hasta que decidida salió en busca de su hija. De camino encontró a Helios, el dios del sol, que desde su posición ventajosa le contó que fue Hades, el dios del inframundo, quién había secuestrado a su hija y que Zeus fue participe de esa atrocidad.  Deméter enfadada decidió abandonar el Olimpo y disfrazada de anciana fue a Eleusis, una ciudad cerca de Atenas, donde ayudó a la reina de dicha ciudad a cuidar a su hijo pequeño. Los meses fueron sucediendo y como Deméter se encontraba fuera, ni las cosechas ni los frutos resurgieron. Fue de esperar el resultado ya que: llegó el hambre al mundo y poco más tarde llegó la muerte para los mortales. Esto hizo que hubiera un flujo de personas muy grande en el inframundo tanto que Hades y Zeus se pusieron a negociar con Deméter llegando a un acuerdo en la que Perséfone estaría seis meses en el inframundo con su esposo Hades y seis meses en la tierra con su madre Deméter.

Notas históricas:

En Esparta, en el matrimonio espartano, la espartana era quien elegía al marido no lo hacía el padre, por economía o por conveniencia como en otras sociedades, por ejemplo la ateniense.

 Había una costumbre en el día nupcial, el espartano tenía que ascender por la vivienda de la prometida y raptarla para llevarla a la nueva casa donde vivirían.

No sabemos si esta costumbre puede ser influenciada por algo mitológico como este mito o aún más famoso para los espartanos que sería el mito de Paris de Troya donde Paris rapta a Helena de Esparta.

Notas filosóficas:

Los dioses son malvados y únicamente querían conseguir su propósito a costa de cualquier mal ajeno sin importar realmente lo que el humano siente o sufre. Realmente los dioses eran personificaciones que al igual que cualquier ser humano tenían conductas humanas. Al igual que un humano que rige un cargo superior o un estatus superior al resto actúa no siempre de forma virtuosa buscando un bien popular, suele buscar un bien propio sin importarle el resto. También recalcar que la manera en la que Deméter hace la guerra a Zeus demuestra que la inteligencia supera con creces la fuerza bruta de un oponente.

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