septiembre 01, 2025

Vicente Palomar Arroyo

 


DE NUEVO LA VIRGEN







De nuevo la Virgen. De nuevo todo un pueblo se reencuentra y habla con Ella desde todas las creencias, desde todas las ópticas, hasta desde el escepticismo. La Virgen es refugio del lamento egabrense, su alegría, su diálogo, sus cosas próximas, su intimidad…

La Virgen ejerce el protagonismo de la devoción íntima, de la devoción personal y sencilla del que cree y no sabe explicarlo. La Virgen y todo lo que representa para todos los que estamos próximos a Ella, es la realidad fantástica de una veneración tradicional y universal que aglutina esfuerzos, diálogo personal profundo, pasiones, fanatismo, devoción, encuentro… 

El día 4 de septiembre es la fecha mítica de Cabra. Fecha de fervor desmedido, de lágrimas  que se ocultan, de encuentros familiares, de nostalgia para los ausentes, de fiesta sencilla y deseada para un pueblo auténtico que espera el año entero con deseo excepcional  que “Baje la Virgen”.

La Subbética tiene ya la Virgen, la Reina del Parque. El turismo religioso existente, reconducido y fortalecido adecuadamente, es sin duda el mejor vehículo de los promotores del Parque Natural de la Subbética para seguir dándolo a conocer y argumentándolo.

Son miles de personas los que ya visitan el Santuario, que no deja de ser el corazón del Parque. Miles de personas que las lleva hasta allí nuestra Virgen. Estas personas, este movimiento religioso, esta realidad innegable, son la locomotora de un desarrollo superior que al pueblo beneficia sobremanera.

Cabra da la cara a este verdadero diseño que la creencia tradicional en torno a la Virgen merece. El protagonismo unánime de algo que es universal, intangible y tan profundo como la fe sencilla del más modesto de los que al Santuario se encamina.

Ya viene la Virgen. Como cada año funcionará el protocolo a la perfección. El báculo, el bastón de mando, el que manda, los costaleros, los párrocos… todo perfecto. Aproximarse a la Virgen y representarla es un deseo legítimo que no se puede impedir.

El fenómeno religioso en torno a Ella se agiganta y profundiza en nuestro pueblo. La Virgen de la Sierra es el foco de atención de todo y de todos. Lo que para uno represente, se homologa al exterior y se unifica en la acción, aglutinando a todo un pueblo y consiguiendo el consenso  cuando  de la Virgen se trata.

Cabra, como otros pueblos andaluces, vibra con su Virgen y se transforma en todo lo  que Ella concierne. La tradición, la fe, el folclore, el Santuario, la leyenda, el milagro, la espera, la necesidad, el mito, la fe profunda… Todo un manojo de sentimientos ensartados en los días de septiembre y coleccionados día a día por las ansias de la venida y la tristeza de su marcha.

La Virgen es solución todo el año. Visita obligada y generalizada mientras está con nosotros y lágrimas permanentes para los más necesitados y prudentes que acuden en masa a la espléndida parroquia  de la Asunción donde está  con todos y para todos.

La Virgen, la auténtica Virgen de los cristianos, verá y comprenderá nuestras contradicciones, el desacuerdo, el acierto, el programa festivo, la velas, las promesas incumplidas, las que se cumplieron, las lágrimas de los que al límite de sus vidas se despiden para siempre, el llanto de los recién nacidos que, sin entenderlo, soportan el bullicio que su ofrenda personal a la Virgen hacen sus padres… y tantas cosas. Toda una mezcla de  buenas y superficiales intenciones, de estar junto a la Virgen sin creer en Ella, pero respetándola, o de estar con Ella desde la fe auténtica y el convencimiento. Toda una realidad expresiva, mezcla de fe y folclore, de tradición y fiesta que, dibujada en su conjunto, hace de la Virgen de la Sierra el acontecimiento extraordinario de este mi pueblo.

FELICES FIESTAS

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