DE NUEVO LA VIRGEN
De nuevo la
Virgen. De nuevo todo un pueblo se reencuentra y habla con Ella desde todas las
creencias, desde todas las ópticas, hasta desde el escepticismo. La Virgen es refugio
del lamento egabrense, su alegría, su diálogo, sus cosas próximas, su
intimidad…
La Virgen ejerce el protagonismo de la devoción íntima, de la devoción personal y sencilla del que cree y no sabe explicarlo. La Virgen y todo lo que representa para todos los que estamos próximos a Ella, es la realidad fantástica de una veneración tradicional y universal que aglutina esfuerzos, diálogo personal profundo, pasiones, fanatismo, devoción, encuentro…
El día 4 de
septiembre es la fecha mítica de Cabra. Fecha de fervor desmedido, de lágrimas que se ocultan, de encuentros familiares, de
nostalgia para los ausentes, de fiesta sencilla y deseada para un pueblo
auténtico que espera el año entero con deseo excepcional que “Baje la Virgen”.
La
Subbética tiene ya la Virgen, la Reina del Parque. El turismo religioso
existente, reconducido y fortalecido adecuadamente, es sin duda el mejor
vehículo de los promotores del Parque Natural de la Subbética para seguir dándolo
a conocer y argumentándolo.
Son miles
de personas los que ya visitan el Santuario, que no deja de ser el corazón del
Parque. Miles de personas que las lleva hasta allí nuestra Virgen. Estas
personas, este movimiento religioso, esta realidad innegable, son la locomotora
de un desarrollo superior que al pueblo beneficia sobremanera.
Cabra da la
cara a este verdadero diseño que la creencia tradicional en torno a la Virgen
merece. El protagonismo unánime de algo que es universal, intangible y tan
profundo como la fe sencilla del más modesto de los que al Santuario se
encamina.
Ya viene la
Virgen. Como cada año funcionará el protocolo a la perfección. El báculo, el
bastón de mando, el que manda, los costaleros, los párrocos… todo perfecto.
Aproximarse a la Virgen y representarla es un deseo legítimo que no se puede
impedir.
El fenómeno
religioso en torno a Ella se agiganta y profundiza en nuestro pueblo. La Virgen
de la Sierra es el foco de atención de todo y de todos. Lo que para uno
represente, se homologa al exterior y se unifica en la acción, aglutinando a
todo un pueblo y consiguiendo el consenso cuando de
la Virgen se trata.
Cabra, como otros pueblos andaluces, vibra con su Virgen y se transforma en todo lo que Ella concierne. La tradición, la fe, el folclore, el Santuario, la leyenda, el milagro, la espera, la necesidad, el mito, la fe profunda… Todo un manojo de sentimientos ensartados en los días de septiembre y coleccionados día a día por las ansias de la venida y la tristeza de su marcha.
La Virgen
es solución todo el año. Visita obligada y generalizada mientras está con
nosotros y lágrimas permanentes para los más necesitados y prudentes que acuden
en masa a la espléndida parroquia de la
Asunción donde está con todos y para
todos.
La Virgen,
la auténtica Virgen de los cristianos, verá y comprenderá nuestras
contradicciones, el desacuerdo, el acierto, el programa festivo, la velas, las
promesas incumplidas, las que se cumplieron, las lágrimas de los que al límite
de sus vidas se despiden para siempre, el llanto de los recién nacidos que, sin
entenderlo, soportan el bullicio que su ofrenda personal a la Virgen hacen sus
padres… y tantas cosas. Toda una mezcla de buenas y superficiales intenciones, de estar
junto a la Virgen sin creer en Ella, pero respetándola, o de estar con Ella
desde la fe auténtica y el convencimiento. Toda una realidad expresiva, mezcla
de fe y folclore, de tradición y fiesta que, dibujada en su conjunto, hace de
la Virgen de la Sierra el acontecimiento extraordinario de este mi pueblo.
FELICES FIESTAS
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