diciembre 01, 2025

Francisco Luque Luque

 


AJEDREZ EGABRENSE






ABANDONAR O NO ABANDONAR, ESA ES LA CUESTIÓN

Abandonar, en ajedrez, es rendirse, dar por terminada la partida, asumiendo que ya nada podemos hacer por salvarla.

El acto de abandono se suele realizar hoy en día, tendiendo la mano al contrario y estrechándola como aceptación de la derrota. Más en desuso está el tradicional de inclinar el rey. Normalmente nos rendimos cuando el mate es inevitable, o la situación se torna desesperada y no vemos opción de salvarla de ninguna forma, ya que tenemos menos material o lo vamos a perder.

Cuando abandonamos, suele ser como una acción de respeto hacia nuestro oponente, reconociendo su superioridad en esa partida.

En pocos deportes se admite la rendición; que yo sepa, en los de combate y en ajedrez (lucha mental).

Eso sí, las únicas partidas que no se pueden ganar (o entablar) son las que se abandonan.

Por ello, mientras que veamos una pequeña posibilidad de salvar la partida, no debemos abandonar, aunque nos pase por la mente.

Veamos algunos ejemplos de casos en que no se abandonó, buscando esa pequeña posibilidad de salvación, de victoria.

En el reciente torneo de leyendas y prodigios, se dio la siguiente posición en la partida entre el GM Pichot con blancas y el GM Lariño, negras.

Lariño estaba perdido; tres peones de ventaja del blanco pasados debían dar la victoria fácilmente a Pichot. El mismo Lariño confesó durante la entrevista posterior a la partida que estuvo a punto de abandonar varias veces, ya que siempre se encontró inferior. Pero utilizó el recurso que le quedaba, la presión sobre la posición del rey. Jugó 1… Db2 a f2, 2. Txe3?? (Cayendo en la trampa, Pichot debía haber jugado Tf1), 2…. Ab7!! (Genial jugada que con la amenaza directa Dxg2 lleva al mate inevitable), y las blancas abandonaron ya que: 3. Axb7 Df1 ++ o 3. Tf3 Axf3 4. Axf3 Df1 ++.

Hace unos meses, en el Campeonato provincial de ajedrez rápido por equipos, tuve una de esas ocasiones en que meditas abandonar, ante el desastre, pero vi una mínima posibilidad de hacer algo. En plena apertura, en la octava o novena jugada, no recuerdo bien, me dejé atrapar la dama. Estuve a punto de abandonar. Pero pensé, juguemos un poco más. El rey del contrario se había quedado en el centro, sin posibilidad de enrocar; entregué mi dama por un alfil y seguí con la partida. Milagrosamente la gané, aprovechando mi única opción: el acoso al rey.

De esa partida no tengo anotación. A cambio pongo otra jugada por internet, donde estando inferior, y pensando en abandonar, jugué mi única baza. Con inmejorable resultado.

26. f6 Axb1 27. Axb1 (con la esperanza de montar un tren ganador) Axf6 28. Txf6 gxf6 (cayó en la celada, debió jugar g6) 29. Dg4+ Rh8 30. Df5 e4 31. Axe4 y abandonaron ante el mate en h7.

EL PROBLEMA DEL MES

 

Jugando con negras se me dio esta posición en partida disputada por internet. El lector debe encontrar la continuación que lleva a la ganancia de material. NEGRAS JUEGAN Y GANAN.

https://ajedrezegabro.es/

 

Solución al problema:

1…f5 2. Cc5 f4 3. Dc3 Axc5 y abandonaron ante 4. dxc5 fxe3, perdiendo pieza.

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