octubre 01, 2025

Carmen Serrano Jurado

 



La Paz Mundial




La paz mundial es el ideal de un mundo libre de guerras y violencia, donde todas las personas y naciones conviven en respeto, justicia y armonía, y donde se garantizan plenamente los derechos humanos. Más que la simple ausencia de conflictos armados, implica construir sociedades justas y solidarias, abordando las causas estructurales de la violencia y fomentando la cooperación global. El Día Internacional de la Paz, que se celebra cada 21 de septiembre, es una iniciativa de las Naciones Unidas para reforzar estos ideales y promover una cultura de paz en todo el mundo.

Varias organizaciones religiosas y seculares tienen el objetivo declarado de lograr la paz mundial mediante el tratamiento de los derechos humanos, la tecnología, la educación, la ingeniería, la medicina o la diplomacia, como fin de todas las formas de lucha.

Es especialmente relevante la diplomacia como profesión, cuyo objetivo es representar y velar por los intereses de un Estado y de su nación en relación con otro Estado u organismo internacional. La práctica diplomática contemporánea se puede distinguir en cuatro formas: la diplomacia bilateral, la diplomacia ad hoc, la diplomacia directa y la diplomacia multilateral.

Entre las diversas ideologías políticas, León Trotski, teórico marxista, asumió que una revolución mundial del proletariado sería el camino hacia la paz. La teoría de la paz democrática, aunque controvertida, sostiene que existe una fuerte evidencia empírica de que las democracias nunca o rara vez libran guerras entre ellas; sin embargo, históricamente han existido conflictos entre países democráticos.

Actualmente, la teoría que más se ajusta a nuestro contexto es la de la “destrucción mutua asegurada”, una doctrina de estrategia militar en la cual el uso a gran escala de armas nucleares por parte de dos bandos enfrentados resultaría en la destrucción de ambos beligerantes. Incluso los defensores de esta teoría argumentan que el aumento de la letalidad de la guerra llega hasta el punto en que ya no ofrece la posibilidad de una ganancia neta para ninguno de los bandos, haciendo la guerra inútil.

Muchos budistas creen que la paz mundial solo puede lograrse si primero establecemos la paz en nuestras mentes. La  idea  es  que  la  ira y otros estados mentales negativos son la causa de guerras y conflictos. Según esta visión, las personas pueden vivir en paz y armonía únicamente si abandonan las emociones negativas, como la ira, y cultivan emociones positivas, como el amor y la compasión.

El ideal cristiano básico sostiene que la paz solo puede venir por la Palabra y el amor a Dios, lo que se refleja en la vida de Cristo:

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” (Juan 14:27).

Esto puede interpretarse como la promesa de que, en la tierra, el resultado humano, político y material será que “la nación no levantará espada contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”. Muchos cristianos creen que esta promesa se cumplirá en la “Nueva Tierra”, mencionada en el Apocalipsis 21.


En el hinduismo se adopta la antigua frase sánscrita Vasudhaiva Kutumbakam, que se traduce como “el mundo es una sola familia”. La esencia de este concepto parte de la observación de que solo la mente limitada ve dicotomías y divisiones. Cuanto más buscamos sabiduría, más nos volvemos inclusivos y liberamos nuestro espíritu interno de las ilusiones mundanas. Por lo tanto, la paz mundial solo se logra a través de medios internos, liberándonos de las fronteras artificiales que nos separan a todos.

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